El ranking de las 30 estaciones de tren más bonitas de Europa: ¿Cuántas conoces?
Las estaciones de tren más bonitas de Europa
¿Cuántas veces has pasado por una estación de tren sin detenerte a mirar a tu alrededor? Desde la llegada del ferrocarril en el siglo XIX, las estaciones de tren han sido un punto de referencia arquitectónico en las ciudades de toda Europa. Desde obras maestras victorianas hasta maravillas contemporáneas de acero y cristal, estas son, en nuestra opinión, las estaciones de tren más bonitas del continente.
En nuestra opinión, estas son las estaciones de tren más bonitas de Europa. Haz clic en la galería para ver cómo las hemos clasificado...
Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveEXPLORING.
30. Bahnhof Uelzen, Uelzen, Alemania
Construida originalmente en 1887, la estación de Uelzen tenía un aspecto bastante corriente. Sin embargo, en 1995, el artista austriaco Friedensreich Hundertwasser recibió el encargo del Gobierno de Baja Sajonia de darle un nuevo aire.
El resultado de esta decisión fue este diseño divertido y peculiar. Las columnas de azulejos multicolores están rematadas con globos dorados, mientras que las paredes de los andenes están pintadas de rosa y tienen forma de olas al estilo de Gaudí.
29. Estación de Corniglia, Corniglia, Italia
El Parque Nacional de las Cinque Terre muestra lo mejor de la costa italiana, con sus acantilados boscosos, sus pueblos de colores pastel y sus limoneros. Corniglia es uno de los cinco pueblecitos que se alinean a lo largo de esta pintoresca costa, conectados por el tren Cinque Terre Express.
Aunque la estación de Corniglia es pequeña, lo compensa con creces gracias a sus impresionantes vistas: desde el andén se puede contemplar el mar Mediterráneo y escuchar el romper de las olas contra las rocas.
28. Praha Hlavni Nadrazi, Praga, República Checa
La estación central de Praga se construyó en 1871 y originalmente se conocía como la estación Franz Josef. Los arquitectos Vojtech Ignac Ullmann y Antonín Barvitius diseñaron la estación en estilo neorrenacentista, con una cúpula abovedada y pilastras decorativas. A principios del siglo XX, el arquitecto Josef Fanta renovó partes de la estación con un estilo Art Nouveau más extravagante, que se aprecia mejor en la emblemática sala Fantova, con su icónica cafetería.
La estación será objeto de una importante remodelación a cargo del estudio de arquitectura danés Henning Larsen, que conectará la histórica estación y la terminal con el parque Vrchlického Sady mediante una cubierta de madera con techo abierto.
27. Flam, Noruega
La estación de tren de Flam se parece a cualquier otra estación noruega de la década de 1940. Sin embargo, el entorno es de una belleza extraordinaria. Abundan las vistas de montañas nevadas, bosques frondosos y cascadas heladas.
Es fácil entender por qué el increíblemente empinado viaje de tren de dos horas de ida y vuelta entre Flam y Myrdal está considerado uno de los más bonitos del mundo. No te pierdas la montaña Myrdal, con su cima a 866 metros sobre el nivel del mar.
26. Estació del Nord, Valencia, España
No podrás pasar por alto el exterior amarillo brillante de la Estació del Nord de Valencia (que no debe confundirse con la estación Joaquín Sorolla, situada más al sur). Construida en 1917 por el arquitecto Demetrio Ribes, esta joya del modernismo valenciano destaca por la explosión de color de sus frisos florales.
En el interior encontrarás paneles de madera y mosaicos vibrantes que ilustran diversos aspectos de la vida valenciana. Fíjate en los símbolos clave, como las naranjas, las casas tradicionales y el lago de la Albufera.
25. Estación de Delft, Delft, Países Bajos
Inaugurada en 2015, esta estación de tren con forma de cubo de cristal se encuentra en el corazón de Delft y refleja la ciudad y el cielo en su brillante exterior. Al atravesar el vestíbulo principal, aparece en el techo un gigantesco mapa de la ciudad de 1877.
Si te fijas bien, distinguirás la ubicación de la estación original, situada muy cerca. También notarás los modernos azulejos moteados en azul y blanco que decoran el edificio, un guiño a los famosos azulejos tradicionales de Delft.
24. Volos, Grecia
Retrocede en el tiempo hasta 1884, cuando se construyó la estación de Volos como parte del ferrocarril de Tesalia a Larisa. Desde entonces, no ha cambiado nada, ni siquiera los catastróficos terremotos que sacudieron Volos en la década de 1950.
El edificio es innegablemente hermoso, con su tejado a dos aguas, sus paredes de un amarillo intenso y los bordes del tejado en verde esmeralda. Hoy en día, la planta superior alberga un museo dedicado a la estación, lleno de fotografías antiguas, uniformes y otros objetos históricos.
23. Estación de metro T-Centralen, Estocolmo, Suecia
Pasear por el metro de Estocolmo es como recorrer una galería de arte subterránea. Con 110 kilómetros de longitud, ha sido descrito como "la exposición de arte más larga del mundo".
Cada parada tiene un diseño único. T-Centralen es una de las más bonitas, con su techo pintado de blanco y adornado con enredaderas azules entrelazadas. También merece la pena visitar el techo arcoíris de la estación Stadion y los alucinantes mosaicos de Kungstradgarden.
22. Estación de Haydarpaşa, Estambul, Turquía
Podrías pensar que la estación Haydarpaşa de Estambul es un palacio y no un centro de transporte. Sus torres de cuento, coronadas con tejados cónicos, se alzan en cada esquina del edificio y le dan un aire claramente centroeuropeo.
De hecho, fue diseñada por arquitectos alemanes e inaugurada en 1908 como parte de un ambicioso proyecto ferroviario que conectaba Berlín con Bagdad pasando por Estambul. Sin embargo, cerró en 2010 después de que un incendio dañara el edificio. Actualmente, se están llevando a cabo renovaciones para devolver a la estación su antiguo esplendor, con la reapertura prevista para 2026.
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21. Nápoles Afragola, Nápoles, Italia
Aunque Nápoles conserva en muchas zonas un aire shabby chic, quizá te sorprenda saber que cuenta con una estación futurista. La creciente demanda de viajes en tren en Italia durante la última década hizo necesaria una nueva terminal de alta velocidad, situada fuera del centro para aliviar la presión sobre la concurrida estación Napoli Centrale.
El diseño corrió a cargo del prestigioso estudio internacional Zaha Hadid Architects. Vista desde arriba, la estructura recuerda a un tren bala serpenteando sobre el terreno. Sus enormes vigas revestidas de Corian crean ondas que se extienden sobre las vías. Hoy, la estación es un importante nudo ferroviario que conecta varias líneas, incluidos los trenes de alta velocidad Nápoles-Roma.
20. Gare de Metz-Ville, Metz, Francia
A pesar de estar firmemente en Francia, Metz formó parte de Alemania desde 1870 hasta 1918. De ahí que esta estación, construida entre 1904 y 1908, sea un elemento clave de la Ciudad Nueva Alemana de Metz.
El edificio recuerda a una iglesia medieval. Levantado en estilo neorrománico, con muros gruesos, ventanas en arco y tejados abovedados, combinaba esa apariencia histórica con comodidades modernas para la época, como electricidad y calefacción central.
19. Amsterdam Centraal, Ámsterdam, Países Bajos
Con su fachada de ladrillo rojo, sus ventanas en arco y sus torres con reloj, la estación central de Ámsterdam tiene un aire claramente gótico. Fue construida entre 1881 y 1889 bajo la atenta mirada del arquitecto Petrus Cuypers.
La estación se encuentra en su propia isla, en la bahía de IJ. Mientras que el exterior conserva su historia de 130 años, el interior se ha transformado gradualmente en un espacio contemporáneo y elegante, con múltiples entradas, una estación de metro y algunos locales de comida y bebida muy apetecibles.
18. Berlin Hauptbahnhof, Berlín, Alemania
El cristal y el acero dominan esta hipermoderna estación de tren de la capital alemana. Construida entre 1996 y 2006, la Berlin Hauptbahnhof fue nombrada la estación de conexiones más grande y moderna de Europa.
Su ingenioso diseño, compuesto por cinco niveles, permite que tanto los trenes interurbanos como las líneas de metro suburbanas circulen sin problemas por la estación. La luz natural llega incluso a la planta más baja.
17. Bilbao-Abando, Bilbao, España
Bilbao y el diseño van de la mano como el queso y el chorizo. Esta ciudad no solo alberga la espectacular estructura del Museo Guggenheim, sino que también cuenta con accesos al metro diseñados por el prestigioso arquitecto británico Norman Foster.
Bilbao-Abando, originalmente llamada Estación del Norte, es una joya por sí misma. Su elemento más icónico es una vidriera de 10 metros de altura que narra la historia de la ciudad: entre escenas de pescadores y acerías se distinguen la Basílica de Begoña y el Puente de San Antón.
16. Estación Central de Helsinki, Helsinki, Finlandia
Cuatro estatuas hacen guardia a la entrada de la estación central de Helsinki, conocidas como Lyhdynkantajat o portadores de linternas. Fueron diseñadas por Emil Wikstrom y constituyeron una parte fundamental de la visión Art Nouveau del arquitecto Eliel Saarinen.
Los diseños se iniciaron en 1902, pero la construcción se retrasó debido a la Primera Guerra Mundial. Durante este tiempo, la estación inacabada se utilizó como hospital militar. Cuando la estación finalmente abrió sus puertas, los visitantes podían comprar entradas para subir a la torre del reloj y admirar las vistas.
15. Rotterdam Centraal, Róterdam, Países Bajos
Es imposible pasar por alto la estación Rotterdam Centraal, con su llamativa entrada en forma de flecha que se eleva hacia el cielo. Fue completamente reconstruida por el estudio neerlandés MVSA después de que el antiguo diseño resultara insuficiente para el volumen de pasajeros.
La estación reabrió al público en 2014. MVSA diseñó deliberadamente esta fachada para que dialogara con los rascacielos contemporáneos que la rodean, mientras que la entrada norte es más discreta, en armonía con el barrio de Provenierswijk.
14. Budapest-Keleti, Budapest, Hungría
La estación Budapest-Keleti, diseñada por Gyula Rochlitz, es indudablemente impresionante. Con una altura de 43 metros sobre la avenida Thokoly, presenta una fachada neoclásica, adornada con columnas corintias y estatuas románicas.
Estas estatuas representan a James Watt, el inventor escocés de la máquina de vapor, y a George Stephenson, el legendario ingeniero ferroviario británico. Sin embargo, cuando se inauguró en 1884, lo que más impresionó a los visitantes fue la iluminación eléctrica que recorría el vestíbulo abovedado.
13. Gare de Limoges-Benedictins, Limoges, Francia
La gran cúpula y la torre del reloj de 67 metros de altura de Limoges-Benedictins se divisan desde kilómetros de distancia. Desde 1929, este edificio, obra del arquitecto Roger Gonthier, es un punto de referencia en el skyline de la ciudad.
En sus vidrieras, en la placa decorativa y en las columnas coronadas con estatuas se aprecian influencias neoclásicas, del Art Nouveau y del Art Déco. La estación también es famosa por haber aparecido en un anuncio de televisión del perfume Chanel n.º 5 protagonizado por Audrey Tautou.
12. Hungerburgbahn, Innsbruck, Austria
Dos bloques de hielo ondulados brillan bajo la luz del sol en el Hungerburgbahn de Innsbruck. Esta impresionante entrada es una de las cuatro estaciones del teleférico Nordpark que atraviesa la ciudad, diseñadas por Zaha Hadid Architects.
Se inspiró en los glaciares de las montañas del norte de Innsbruck. El Real Instituto de Arquitectos Británicos (RIBA, por sus siglas en inglés) otorgó al Hungerburgbahn su prestigioso Premio RIBA Europeo en 2008 por su arquitectura excepcional.
11. Corrour, Escocia, Reino Unido
Pocas estaciones son más remotas que Corrour, en Escocia. Este pequeño centro de transporte se encuentra al borde de Rannoch Moor, en las Highlands escocesas, y no es accesible por ninguna carretera pública. A 408 metros sobre el nivel del mar, ostenta el título de estación de tren más alta del Reino Unido.
Si has visto la película Trainspotting (1996), conocida en por su retrato crudo y generacional de Edimburgo, quizá recuerdes la estación de Corrour en la escena en la que los personajes Renton, Tommy, Spud y Sick Boy pasean por el campo.
10. Gare du Nord, París, Francia
En pleno centro de París se encuentra la Gare du Nord, la estación más transitada de Europa. El arquitecto francés Jacques Ignace Hittorff concibió el diseño de hierro y cristal en 1860. Aunque se inauguró en 1864, las obras no se completaron hasta 1865.
La emblemática fachada neoclásica de la estación está adornada con 23 estatuas, cada una de las cuales representa una ciudad a la que llega el ferrocarril, como Londres, Berlín y Varsovia. El interior se renovó antes de los Juegos Olímpicos de París 2024.
9. Reggio Emilia Mediopadana, Reggio Emilia, Italia
Las láminas de metal blanco ondulan en el horizonte norte de Reggio Emilia. El arquitecto Santiago Calatrava es el cerebro detrás de este diseño futurista, que ganó el Premio Europeo de Diseño en Acero ECCS en 2009.
La estación se construyó sobre un viaducto y una línea de tren de alta velocidad ya existentes, integrándose con gran acierto. En el interior, el techo de listones crea un juego de luces y sombras sobre el suelo. Puedes tomar el tren de alta velocidad entre Milán y Bolonia para visitar esta espectacular obra arquitectónica.
8. Madrid Atocha, Madrid, España
La estación de tren más grande de España, Madrid Atocha, guarda una sorpresa en su interior: un jardín botánico de 4.000 metros cuadrados. Inaugurada en 1851, fue remodelada en la década de 1980 para adaptarse a la llegada de los trenes de alta velocidad.
La antigua terminal ferroviaria se transformó en una elegante zona comercial presidida por una selva interior. Más de 100 especies de plantas procedentes de América, Asia y Australia llenan este frondoso espacio; algunas palmeras alcanzan casi los 27 metros de altura del tejado.
7. St Pancras International, Londres, Inglaterra, Reino Unido
Con su torre del reloj puntiaguda, sus rosetones y su fachada de ladrillo rojo, St Pancras es un magnífico ejemplo de la arquitectura gótica de la época victoriana. Inaugurada en 1868, fue diseñada por William Henry Barlow y George Gilbert Scott.
Su marquesina fue, en su momento, la mayor estructura de hierro del mundo, y la fachada albergaba un hotel de lujo que todavía funciona. Dentro del moderno edificio de la estación se encuentra Searcys, que presume de tener la barra de champán más larga de Europa.
6. Jungfraujoch, Lauterbrunnen, Suiza
A 3.450 metros sobre el nivel del mar se encuentra el Jungfraujoch, un paso de montaña que conecta dos de los picos más emblemáticos de Suiza: el Jungfrau y el Mönch. Sorprendentemente, en la cima hay una estación de tren situada justo debajo del Observatorio Sphinx.
El ferrocarril del Jungfrau transporta pasajeros desde 1912, recorriendo 9 kilómetros cuesta arriba hasta llegar a lo más alto. Las vistas desde esta estación son incomparables: la meseta suiza se extiende a un lado y, al otro, el imponente glaciar Aletsch.
5. Milano Centrale, Milán, Italia
La segunda estación de tren más grande de Italia es una mezcla de estilos arquitectónicos, entre los que se incluyen el Liberty (Art Nouveau italiano) y el Art Déco. Terminada en 1923, su grandioso diseño fue influenciado por Benito Mussolini, que era primer ministro en aquella época.
En la planta baja hay una sala de espera oculta conocida como el Pabellón Real. Fue construida para la familia real italiana en 1931. Si echas un vistazo al interior, verás que uno de los espejos esconde un pasadizo secreto, diseñado como vía de escape de emergencia para la realeza.
4. Liège-Guillemins, Lieja, Bélgica
El futurista techo en forma de abanico de Liège-Guillemins es un espectáculo digno de contemplar. Fue diseñado por el arquitecto catalán Santiago Calatrava, quien también fue el cerebro detrás de la estación de Reggio Emilia y la estación Oriente de Lisboa. Cinco andenes se encuentran bajo un único techo de 200 metros de ancho.
Los soportes de acero están rellenos de vidrio para crear una apariencia transparente, lo que establece un vínculo visual entre la ciudad y el edificio de la estación. Su construcción costó 375 millones de libras (unos 448 millones de euros).
3. Sao Bento, Oporto, Portugal
Al entrar en la estación de São Bento, en Oporto, lo primero que llaman la atención son sus espectaculares azulejos azules y blancos: en total, 22.000 piezas que narran escenas de la historia de Portugal.
Fueron pintados por el artista Jorge Colaço a principios del siglo XX. La estación, situada en el emplazamiento de un antiguo convento, fue diseñada por José Marques da Silva, muy influido por la arquitectura francesa.
2. Gare do Oriente, Lisboa, Portugal
Otra creación del arquitecto Santiago Calatrava, la estación Oriente de Lisboa se encuentra al norte de la ciudad, cerca del aeropuerto internacional de Lisboa. Su diseño contemporáneo está inspirado en la arquitectura gótica. Docenas de "árboles" de acero blanco se conectan para crear una marquesina sobre los andenes.
La entrada principal tiene el diseño en forma de abanico característico de Calatrava. No te pierdas los murales de azulejos de colores vivos de los andenes de la estación, obra de artistas internacionales como Yayoi Kusama y Antonio Seguí.
1. Antwerpen-Centraal, Amberes, Bélgica
“Ecléctico barroco-medieval” es como describió su obra maestra el diseñador de la estación de Antwerpen-Centraal, Louis Delacenserie. Construida entre 1899 y 1905, ha sido apodada la “Catedral del Ferrocarril” por su imponente aspecto eclesiástico.
La enorme marquesina de acero y cristal se eleva 43 metros y fue concebida para permitir la salida del humo de los trenes de vapor. Por su parte, el techo abovedado, coronado por una cúpula de 75 metros de altura, se inspiró en el Panteón de Roma.
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