No todas las casas son simplemente ladrillos y cemento. Algunas cuentan con mármol y oro, grandes columnas y mosaicos ornamentados, y amplios comedores llenos de muebles antiguos. Desde extensas fincas con viñedos hasta elaborados palacios, todas estas propiedades son increíblemente exquisitas.

Sigue leyendo mientras echamos un vistazo al interior de los palacios y las casas señoriales más increíbles del mundo...

Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveEXPLORING.

Este lugar emblemático de California, situado en lo alto de la escarpada y hermosa costa central del estado, es la espectacular materialización del gran sueño de un hombre. Ese hombre fue el magnate de la prensa William Randolph Hearst, quien se inspiró en el tour por Europa que hizo de niño junto a su madre.

Aunque la lujosa propiedad fue fruto de la imaginación de Hearst, fue la arquitecta Julia Morgan quien dio vida a su visión. Trabajó con el propietario del periódico desde 1919 hasta 1947, creando minuciosamente una majestuosa mansión llena de detalles ornamentados inspirados en la arquitectura europea.

Entre ellos se encuentra la piscina romana con azulejos, una de las dos piscinas de ensueño del castillo.

Cada una de sus 165 habitaciones —incluido el enorme estudio de Hearst, repleto de libros— derrocha una extravagancia sin concesiones. La propiedad se extiende a lo largo de 51 hectáreas en una colina que Hearst bautizó como La Cuesta Encantada, y que llegó a contar con su propio aeropuerto y un zoológico.

No es de extrañar que la élite de Hollywood, desde Charlie Chaplin hasta Carole Lombard, adorara pasar el tiempo allí.

Esta obra maestra de estilo barroco es el monumento más famoso de San Petersburgo y uno de los palacios más lujosos y hermosos del mundo. El exterior, en tonos menta, dorado y marfil, parece sacado de una película de Wes Anderson o de una tarta de boda especialmente extravagante.

El interior es igual de opulento, lo cual es mucho pedir teniendo en cuenta la promesa dorada del exterior. El interior cuenta con la asombrosa cifra de 1057 habitaciones, incluida la audaz Sala del Trono Pequeño (donde "pequeño" se utiliza como término relativo), lujosamente decorada con terciopelo y detalles dorados.

El palacio tiene 1945 ventanas y 1786 puertas, y está repleto de columnas, obras de arte y estatuas, como las que adornan la Escalera de Jordan. Fue la residencia oficial de los zares rusos hasta 1917 y ahora forma parte del Museo Hermitage.

Ningún edificio de la ciudad puede eclipsarlo.

El interior del Palacio de Versalles es tan deslumbrante que cuesta decidir dónde posar la mirada. La famosa Galería de los Espejos —una sala central que resplandece con candelabros— alberga cerca de 5.000 piezas de mobiliario antiguo y más de 6.000 pinturas de valor incalculable.

El palacio fue ampliado por varios monarcas a lo largo de los años, entre los que destaca el rey Luis XIV, que construyó alas adicionales, grutas y jardines impecables.

Otros puntos destacados son las habitaciones de María Antonieta, que son modelos de opulenta decoración de estilo rococó con suaves motivos florales, terciopelo verde y una cantidad impresionante de oro.

La serie Downton Abbey está ambientada en una finca ficticia de Yorkshire con el mismo nombre, pero, por supuesto, el edificio de estilo neojacobino existe en la vida real. El castillo de Highclere, utilizado para las tomas exteriores de la serie de televisión y la película, se encuentra en realidad cerca de la ciudad de Newbury, en Berkshire.

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Muchas escenas también se rodaron en el interior, por lo que los fans también podrán reconocer el majestuoso vestíbulo de entrada con su amplia escalera y sus intrincados balcones internos, o la doble biblioteca (en la imagen). La finca rural pertenece en realidad al conde y la condesa de Carnarvon.

Las más de 250 habitaciones del castillo están llenas de antigüedades y detalles encantadores, como el techo con frescos de la Sala de Música. Las escenas increíblemente detalladas, pintadas por Francis Hayman en 1740, representan a Atenea, diosa de la guerra, la sabiduría y las artes.

Cada noche, unas 97.000 luces iluminan la fachada del Palacio de Mysore, lo que realza aún más su majestuosidad. Esta fue la residencia oficial de la dinastía Wadiyar en el estado indio de Karnataka. Aunque el palacio actual se terminó de construir en 1912, se cree que ya existía una fortaleza en el mismo lugar desde el siglo XIV.

El impresionante edificio, construido en granito y mármol rosa, rebosa de detalles coloridos por dentro y por fuera, desde azulejos atrevidos y columnas rayadas hasta arcos ornamentados y vidrieras.

La maravillosa mezcla de estilos arquitectónicos incluye el islámico, el neoclásico y el neogótico, y la opulencia continúa en el interior. El salón de audiencias, en tonos amarillo mantequilla, crema y dorado, es especialmente hermoso, con elegantes columnas, candelabros y un techo pintado con intrincados motivos.

Este singular castillo cerca de Sozopol parece sacado de un cuento de hadas, y su nombre alternativo, “Enamorado del viento”, no hace más que añadirle encanto. Fue diseñado por el campeón de lucha libre Georgi Kostadinov Tumpalov, quien trabajó con un equipo de constructores para levantar esta estructura de inspiración medieval utilizando 20.000 toneladas de piedra.

Lo más llamativo es su espectacular exterior, repleto de detalles y rodeado de exuberantes jardines con topiarios. La finca incluye incluso un pequeño zoológico, una galería de arte y una bodega. Las estancias y dependencias son igual de surrealistas, decoradas con animales disecados, armaduras y muebles de madera tallada con intrincados diseños.

Situada sobre una colina en el centro de Toronto, Casa Loma es espectacular desde cualquier ángulo y con cualquier luz. Construida entre 1911 y 1914, esta mansión de estilo neogótico es también una estrella del cine.

Aquí se rodaron escenas de la película Chicago (2002) y sirvió como escenario de la escuela del profesor Xavier en la saga X-Men.

Muchas de las 98 magníficas habitaciones de Casa Loma rebosan opulencia eduardiana, con muebles de alta calidad, detalles dorados y una paleta de colores suaves pero intensos, que van del amarillo ranúnculo al azul aciano.

Sin embargo, hay mucho más de lo que se ve a simple vista: esta mansión también cuenta con dos túneles subterráneos y una tienda de regalos ubicada en el sótano, en lo que originalmente fue una bolera.

Por lo general, los palacios no suelen destacar por su discreción, pero pocos son tan llamativos como el Palacio da Pena, cuyas torres rojo ladrillo y amarillo mantequilla sobresalen por encima del frondoso paisaje montañoso de Sintra, cerca de Lisboa.

Este colorido palacio, joya del romanticismo del siglo XIX, fue encargado por el rey Fernando II y se terminó en 1854. A lo largo de su historia ha servido como residencia para varios miembros de la realeza portuguesa.

El exterior y los terrenos están llenos de detalles de fantasía, desde pequeñas gárgolas hasta senderos ocultos que serpentean por el bosque. Y el interior es igualmente impresionante y digno de un cuento de hadas. El comedor y la despensa contigua, por ejemplo, tienen techos abovedados y paredes cubiertas de azulejos intrincados.

Este majestuoso castillo encaramado en los Alpes bávaros fue idea de Luis II, rey de Baviera, que lo utilizaba para esconderse de la vista del público. Aunque se están llevando a cabo importantes trabajos de restauración, todo el castillo se abrió al público en 1886, poco después de la muerte de Luis.

Se dice que también inspiró el castillo de la Bella Durmiente en Disneylandia, California.

Pero el castillo también era un mundo de ensueño para su diseñador. El interior de Neuschwanstein refleja el deseo del rey Luis II de Baviera de evadirse a un mundo medieval de fantasía, similar al que inspiró las óperas de Richard Wagner.

El castillo está dedicado al compositor y gran parte del arte que hay en su interior representa a los reyes, poetas y caballeros que aparecen en su obra.

Con 285 habitaciones, 46 salones y 68 cuartos de baño, no cabe duda de que el Palacio de Dolmabahçe, en Turquía, es uno de los más opulentos del mundo. Esta impresionante propiedad fue la sede del Imperio Otomano entre 1856 y 1887, y de nuevo entre 1909 y 1922, y su espectacular interior esconde un secreto realmente lujoso.

Durante su construcción, el sultán Abdülmecid I no escatimó en gastos: se emplearon nada menos que 14 toneladas de oro para dorar los techos del palacio.

El diseño del palacio combina de forma ecléctica elementos barrocos, rococós y neoclásicos, pero también incorpora numerosos detalles propios de la arquitectura tradicional otomana. Se utilizaron materiales de gran valor en toda la construcción, como mármol de Mármara y alabastro egipcio. Además, varias habitaciones están decoradas con alfombras de piel de oso de 150 años de antigüedad, un regalo original del zar ruso Nicolás I.

El enorme y espectacular Château de Chambord, en el valle del Loira, en Francia, se terminó de construir en el siglo XVII y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Reconocido en todo el mundo como emblema del Renacimiento francés, el castillo no solo destaca por su impresionante arquitectura y sus lujosos interiores, sino también por el bosque natural que lo rodea y sus jardines franceses.

Diseñado como pabellón de caza para el rey Francisco I, se terminó en 1547 y se rumorea que Leonardo da Vinci participó en los planos. Durante la Revolución Francesa, en 1792, se vendieron algunos de los muebles, pero el castillo sobrevivió.

Aunque el interior del castillo es tan majestuoso como su imponente fachada, lo que más llama la atención es su famosa escalera de doble hélice. Este ingenioso diseño conecta todas las plantas del castillo y permite que dos personas suban o bajen al mismo tiempo por escaleras independientes, viéndose a través de las aberturas, pero sin llegar a cruzarse nunca.

El palacio Iolani, uno de los pocos palacios auténticos de EE.UU., fue la residencia de la monarquía hawaiana en el siglo XIX. La residencia real se terminó de construir en 1882 y era una propiedad suntuosa adelantada a su tiempo, con electricidad y fontanería moderna.

Su estilo arquitectónico es único, apodado florentino americano por su mezcla de características tradicionales hawaianas y renacentistas italianas, siendo sus elegantes columnas y sus llamativas torres angulares lo más destacado.

Los interiores son igual de opulentos y la Sala del Trono es la más lujosa de todas. Las cortinas de terciopelo rojo enmarcan los amplios ventanales; las lámparas de araña cuelgan del techo y un par de tronos dorados se alzan sobre una plataforma elevada.

El rey Kalakaua y la reina Kapi‘olani fueron los primeros miembros de la realeza en vivir aquí, mudándose tan pronto como se terminó su majestuosa residencia. La monarquía ocupó el palacio hasta 1893, cuando la entonces líder, la reina Lili'uokalani, fue derrocada.

El castillo de Himeji, situado en la prefectura de Hyōgo, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura tradicional japonesa de castillos y data del siglo XIV. Sin embargo, estuvo a punto de desaparecer.

En 1871, tras la abolición del sistema feudal de la dinastía Han, fue subastado. El comprador planeaba demolerlo para urbanizar el terreno, pero desistió al descubrir que el coste de demolerlo era demasiado elevado.

Himeji también escapó milagrosamente de los daños durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y el gran terremoto de Hanshin en 1995. El interior del castillo es sencillo y con poca decoración, pero las apariencias engañan.

Muchos de los pasillos del castillo dan vueltas sobre sí mismos para confundir a los invasores, e incluso los visitantes de hoy en día pueden acabar desorientados.

Construida entre 1238 y 1358, la imponente Alhambra de Granada es una obra maestra del arte y la arquitectura andalusí. Su nombre proviene de una expresión árabe que significa “castillo rojo”, en alusión al tono rojizo de sus torres y murallas.

Los poetas andalusíes la describieron como “una perla engastada en esmeraldas”, en referencia a su ubicación entre los bosques que cubren la colina de la Sabika.

La Alhambra sirvió como palacio real y sus exquisitos jardines albergan numerosos senderos y fuentes de gran belleza. Más que una mansión individual, la Alhambra es un complejo palaciego y fortificado que consta de un recinto real, varios patios y salas y un conjunto de edificios anexos.

Los edificios de la Alhambra están ricamente decorados de suelo a techo, con filigranas, mocárabes y cerámicas que sorprenden a cada paso. Es fácil imaginar a los antiguos sultanes paseando por sus patios y jardines aromáticos.

Su extraordinaria belleza ha inspirado numerosas obras literarias y cinematográficas, entre ellas Cuentos de la Alhambra (1832), del escritor estadounidense Washington Irving.

El castillo de De Haar, el más grande de los Países Bajos, parece sacado de un cuento. Situado en Utrecht, cuenta con todos los elementos que uno espera de una gran fortaleza medieval: puentes levadizos, fosos, imponentes torres, murallas y puertas majestuosas. Data del siglo XIII y fue reconstruido a finales del siglo XIX, después de haber caído en desuso en 1641.

El interior del castillo es igual de espectacular que su fachada. Ricamente decorado con madera tallada, recuerda al interior de una iglesia católica, por su solemnidad y detalle. La colección de esta casa señorial incluye porcelanas exquisitas de Japón y China, tapices y pinturas flamencas antiguas, y su pieza más valiosa: una carroza ceremonial utilizada para transportar a la esposa de un shōgun, el antiguo gobernante militar de Japón.

Solo existen dos ejemplares como este en el mundo, y el otro se conserva en un museo de Tokio.

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