24 trucos para ir de camping: Descubre cómo acampar como un profesional antes de montar la tienda
Dormir bajo las estrellas
Montar la tienda en un paraje bonito es la parte fácil: lo difícil viene antes. Elegir el lugar, preparar el equipaje y asumir que el tiempo será impredecible es lo que realmente requiere planificación. Una vez tengas todo lo imprescindible a mano y las ganas de aventura, ya estás listo para partir.
Sigue nuestros consejos y trucos infalibles para acampar como un profesional, te prometemos que no volverás a acampar de la misma manera...
Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveEXPLORING.
Elegir bien es esencial
Antes de lanzarse a la aventura, es importante informarse sobre las instalaciones que ofrece el camping. ¿Tiene duchas, barbacoas y acceso fácil al agua potable? ¿Hay electricidad? ¿Se admiten perros o familias? ¿Hay alguna tienda o bar cerca? Si se elige un camping muy popular o se tiene pensado acampar en un puente o festivo, conviene reservar con antelación.
Es importante tener en cuenta las fechas del viaje
La idea de pasar dos semanas al aire libre puede resultar muy tentadora, pero si el grupo es principiante en esto del camping, lo más recomendable es empezar poco a poco. Es mejor reservar un fin de semana largo y comprobar cómo se sienten con la experiencia.
Si hay alguien en el grupo que no sea muy fan de dormir en tienda, siempre existe la opción de combinar unos días de acampada con un par de noches en un B&B, para que también puedan disfrutar de paredes firmes y algunas comodidades del hogar.
Mejor en compañía
Una vez más, si se es nuevo en esto del camping, una buena idea es ir acompañado de amigos que ya tengan experiencia. Ellos podrán compartir trucos y consejos útiles y, además, así no será necesario comprar todo el equipo desde el primer día.
Viajar en grupo también puede ser muy divertido: basta con imaginar largas charlas junto a la hoguera. Otro consejo para principiantes es elegir un camping que no esté demasiado lejos de casa, por si surge la necesidad de regresar antes de lo previsto debido al mal tiempo o a cualquier otra incomodidad.
Compra material de acampada fuera de temporada
Los campistas experimentados te dirán que compres el mejor equipo que puedas permitirte, pero eso puede hacer que unas vacaciones de camping resulten bastante caras.
Intenta comprar el equipo de camping fuera de temporada, ya que las tiendas de artículos para actividades al aire libre suelen tener fantásticas ofertas. Una vez que empieza a hacer calor, es probable que tengas que pagar el precio completo.
Prueba la tienda antes de comprarla
Comprar material de acampada por Internet está bien, pero no cuando se trata de una tienda de campaña. Lo mejor es acudir a una tienda física para elegir este elemento esencial del equipo: ya que así podrás ver cómo son por dentro y tener una idea real del espacio. Es la única forma de saber si se adapta a tus necesidades y estilo de acampada.
Siempre a lo grande
No querrás estar dando vueltas en una tienda de campaña enorme, pero tampoco querrás estar chocándote con los codos o tropezándote por la noche. Elige siempre una tienda de campaña grande y en la que puedas estar de pie para no pasar todo el viaje encorvado.
Una zona de porche también es ideal para guardar las botas embarradas y otros equipos de exterior, pero fuera de la tienda.
Practica montarla antes de salir
Has visto la tienda montada en la tienda, pero no cómo se monta. Practica siempre el montaje de la tienda tú mismo antes de salir de acampada para evitar frustraciones delante de otros campistas y asegurarte de que no falta ninguna pieza.
Y cuando salgas de acampada, comprueba la bolsa para asegurarte de que tienes todas lo necesario.
Haz las maletas con cuidado y haz una lista
Cuando vayas de acampada, es imprescindible revisar una lista completa de cosas que debes llevar para no olvidarte de ningún elemento esencial. Algunos imprescindibles son: un mazo, sillas de camping (mejor si tienen portavasos), un hornillo, sartenes ligeras, una tabla de cortar, una mesa plegable, una nevera portátil, vajilla y cubertería de plástico.
Tampoco deberían faltar un cuchillo afilado, un abrelatas y un abrebotellas. Y para los días lluviosos o las noches junto al fuego: una baraja de cartas, juegos de mesa y altavoces portátiles.
Elementos esenciales para acampar
Cuando vayas de acampada, es imprescindible revisar una lista completa de cosas que debes llevar para no olvidarte de ningún elemento esencial. El repelente de insectos es muy recomendable si el clima es cálido, y tanto la cinta adhesiva como las bridas —siempre versátiles— pueden convertirse en tus mejores aliados frente a cualquier imprevisto.
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Planifica un buen descanso
Una buena noche de sueño puede marcar la diferencia entre un viaje exitoso y uno desastroso. Así que prepárate: invierte en buenos sacos de dormir y colchones hinchables. Las almohadas y mantas adicionales son esenciales para mayor comodidad. Los tapones para los oídos pueden ser muy útiles si hay alguien roncando cerca o si los animales nocturnos hacen ruido, mientras que los antifaces pueden bloquear la luz del sol por la mañana.
Lleva ropa impermeable y térmica
Es mejor prever siempre el mal tiempo y tener ropa impermeable: un chubasquero ligero y un par de pantalones no ocupan mucho espacio. Las botas impermeables son útiles durante todo el año, ya que la hierba puede amanecer húmeda.
También es buena idea llevar ropa térmica porque, aunque el día sea caluroso, por la noche puede refrescar bastante. A la hora de hacer la maleta, lo importante es vestirse por capas y estar preparados para todo.
Viaja durante el día
Una de las reglas de oro del camping es llegar siempre al camping con varias horas de luz por delante. Así podrás encontrar tu lugar y tendrás tiempo suficiente para montar el campamento antes de que caiga la noche. Buscar a tientas en la oscuridad para montar la tienda no es nada divertido y es mucho más fácil cometer errores.
Elige el terreno adecuado
Elige un terreno llano, sin piedras, y con espacio suficiente para no estar incómodamente cerca de los vecinos. En lo posible, evita montar la tienda bajo los árboles o demasiado cerca de un arroyo o lago, por si se inunda o hay que salir al baño durante la noche.
Una vez elegido el lugar, limpiad el suelo de palos y piedras y comprueba que no haya hormigueros antes de empezar a montar la tienda.
Acampa en la dirección correcta
Monta la tienda mirando hacia el este para poder ver el amanecer cuando te levantes para prepararte el café. Sin embargo, si hace viento, monta la tienda con la puerta en dirección contraria al viento para evitar que te golpee cada vez que abras la cremallera.
Usa las piquetas adecuadas
La mayoría de las tiendas de campaña solo incluyen un juego básico de piquetas, así que merece la pena comprar otras de mejor calidad. Hay una gran variedad de modelos pensados para distintos tipos de terreno, así que piensa en el lugar donde vas a acampar y en el tipo de piquetas que podrías necesitar.
Si hay mucho viento, agradecerás tener algunas de repuesto.
Si llueve, cava una zanja
Si llueve con fuerza, lo mejor es cavar una zanja alrededor de la tienda con una pala o un palo grande para desviar el agua. Fija bien el toldo para evitar que la lluvia se filtre por las paredes, y trata de no tocarlas cuando empiece a llover, ya que podrían gotear.
Si hay algún desgarro o alguna costura que gotea, utiliza cinta adhesiva. Las bolsas con cierre hermético tipo sándwich también resultan muy útiles: úsalas para proteger objetos de valor, como los móviles, de la humedad.
Lleva un cenador o una lona
Una carpa plegable es un complemento ideal para una acampada, siempre que haya espacio para llevarla. Es muy útil si hace mucho calor o el tiempo se complica. Se puede utilizar para preparar la comida debajo, jugar resguardados de la lluvia en lugar de encerrarse en la tienda o buscar sombra durante las horas más calurosas. También es posible improvisar un toldo con una lona bien sujeta.
Planifica las comidas
En un viaje de acampada, no vale la pena improvisar al cocinar. Planificar bien los menús y llevar los ingredientes exactos es esencial. Opta por platos sencillos: los platos únicos o el pescado y las verduras cocinados en papel de aluminio son una opción práctica y sabrosa.
Las hierbas secas son perfectas para dar sabor y el cuscús es un ingrediente mágico: llena mucho y solo necesita agua hirviendo. Y si el camping dispone de barbacoas comunes, aprovéchalas.
Cocina a la luz del día
Sea lo que sea lo que cocines, procura hacerlo durante el día. Cocinar con luz natural es mucho más fácil: podrás ver bien lo que haces y asegurarte de que todo quede bien cocinado. Lo último que nadie necesita en un viaje de acampada es enfermarse por culpa de la comida.
Si no es posible evitar cocinar de noche, una linterna frontal es perfecta para iluminar la zona. ¿Demasiado lío? Cena en un restaurante local al menos una noche.
Trae contenedores de almacenamiento
Nunca se debe guardar comida dentro de la tienda, por si aparecen insectos… o animales más grandes en busca de un tentempié nocturno. Todos los alimentos deben almacenarse en tuppers herméticos o en neveras portátiles, y dejarse fuera de la tienda, en la zona del porche. O mejor aún: guardarlos en el coche.
Y que no se olviden de los fósforos: es importante mantenerlos siempre en un recipiente hermético para evitar que se humedezcan… a menos que quieras encender el fuego sin ayuda.
Hay que mantener la higiene durante el viaje
Aunque el camping disponga de duchas, es recomendable llevar toallitas húmedas, desinfectante de manos y champú en seco. Son imprescindibles para limpiar las manos y los pies cuando estén sucios, y también para refrescarse un poco cuando no haya agua cerca.
Que los niños disfruten de la experiencia
Noches de canciones junto a la hoguera, historias de miedo y cielos estrellados: acampar puede ser una auténtica aventura para los más pequeños y una oportunidad única para que corran y jueguen en libertad. Pero si el clima no ayuda, es buena idea planear alguna visita a atracciones cubiertas o una tarde de cine para evitar el aburrimiento… y dejar que se sequen un poco.
No escatimes en malvaviscos
Los niños nunca te perdonarán si se acaban los malvaviscos la primera noche. Aunque otro postre infalible para la hoguera consiste en partir plátanos o bananos por la mitad, rellenarlos con trocitos de chocolate y envolverlos en papel de aluminio antes de cocinarlos en las brasas de la hoguera.
Hay que mantener la tienda seca
El viaje de acampada ha terminado, ahora tienes que recoger. Asegúrate de que la tienda de campaña esté completamente seca antes de guardarla, ya que el moho puede dañarla y hacer que huela mal. Si no puedes secarla antes de marcharte, recuerda volver a desmontarla en casa y secarla bien. Los palos y las piquetas también deben estar secos para evitar que se oxiden.
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