Así serían los monumentos más famosos si se hubieran seguido los primeros planos
Lugares emblemáticos que nunca existieron
La mayoría podemos identificar perfectamente los monumentos más famosos del mundo. La Torre Eiffel, la Ópera de Sídney o el Central Park son totalmente reconocibles.
Ahora bien, ¿sabías que estas atracciones turísticas podrían haber sido totalmente diferentes?
En este artículo, te descubrimos cómo eran los diseños originales y planes alternativos de algunos de los monumentos más icónicos del planeta. Así, podrás imaginarte cómo habrían sido los paisajes urbanos de París, Nueva York o Londres.
Sigue leyendo para ver cómo tenían que ser los monumentos más famosos del mundo…
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.
Monumento a Washington, Washington D.C., Estados Unidos
Este imponente monumento es uno de los lugares más llamativos de la ciudad de Washington, que está repleta de monumentos. El austero obelisco de mármol se eleva 167 metros sobre la mítica Explanada Nacional y fue construido para conmemorar al primer presidente de Estados Unidos, George Washington.
Construido a lo largo de casi cuatro décadas (1848-1884), el monumento es famoso por su apariencia sencilla y sobria, pero en realidad no se pretendía que fuera tan minimalista.
Monumento a Washington, Washington D.C., Estados Unidos
Este dibujo del siglo XIX muestra el diseño original del Monumento a Washington. Obra del arquitecto estadounidense Robert Mills, comprendía el obelisco gigantesco, pero también incluía columnas ornamentadas inspiradas en la arquitectura griega antigua.
Sin embargo, los grandiosos diseños de Mills nunca se materializaron. La construcción se vio afectada por numerosos problemas, como la falta de fondos y el inicio de la Guerra Civil.
Las obras se reanudaron finalmente en la década de 1870, y se optó por el diseño más elegante y rentable que vemos hoy en día.
Puente de la Torre, Londres, Reino Unido
El río Támesis está repleto de puentes, pero ninguno es tan emblemático como el Puente de la Torre, con sus imponentes torres góticas y sus llamativos toques de azul.
Sin embargo, aunque sea difícil de imaginar, este diseño no siempre fue la primera apuesta. Cuando la autoridad local de Londres decidió construir un puente allí, hizo un llamamiento para que se presentaran ideas. Se recibieron más de 50 propuestas.
Puente de la Torre, Londres, Reino Unido
Entre las propuestas, se incluía esta compleja construcción ideada por el arquitecto Frederic Barnett en 1876.
Barnett propuso un puente “dúplex” de poca altura que permitiera el paso de los barcos por debajo sin obstaculizar el paso de los vehículos por encima.
Sin embargo, los jueces del comité se decantaron por un diseño más decorativo en lugar del ingenio pragmático de Barnett.
Puente de la Torre, Londres, Inglaterra, Reino Unido
La propuesta ganadora fue ideada por Sir Horace Jones. Esta imagen muestra el diseño inicial de Jones para la estructura.
El boceto se parece mucho al famoso monumento actual, salvo por el elegante arco superior que fue reemplazado por un tramo recto.
Se necesitaron ocho años (1886-1894) para hacer realidad la visión de Horace. Una vez terminado, fue el puente basculante más grande y elaborado del mundo.
Si te ha sorprendido este diseño, espérate a ver el siguiente…
Arco de Triunfo, París, Francia
¿Te imaginas que, en lugar del elegante Arco de Triunfo de París, hubiera un enorme elefante? No, nosotros tampoco, pero eso fue exactamente lo que propuso el arquitecto francés Charles Ribart en el siglo XVIII.
El elefante debía erguirse orgulloso al final de los Campos Elíseos. La idea era construirlo con tres pisos y una escalera de caracol que serpentease a través de su cuerpo.
Como te puedes imaginar, el excéntrico diseño de Ribart fue rechazado por las autoridades francesas.
Arco de Triunfo, París, Francia
En su lugar, Napoleón encargó el monumental Arco de Triunfo en 1806.
Se concibió como un marcador del poderío militar francés y un homenaje a aquellos que habían luchado por la victoria francesa en la guerra. Su gigantesca forma y elaborados relieves son obra del arquitecto francés Jean-François-Thérèse Chalgrin.
La construcción del monumento duró tres décadas. Fue finalmente inaugurado por el rey Luis Felipe en 1836. Hoy en día, sigue siendo un icono parisino.
Ópera de Sídney, Sídney, Australia
El puerto de Sídney sería irreconocible sin su emblemática Ópera, cuyo techo se eleva como una serie de olas o velas al viento.
El diseño del monumento fue ideado por el arquitecto danés Jørn Utzon, pero tuvo competencia. De hecho, Utzon venció a sus rivales en un concurso que contó con la friolera de 223 propuestas de mentes creativas de 28 países.
Ópera de Sídney, Sídney, Australia
Una de las propuestas fue esta de Joseph Marzella, que obtuvo el segundo puesto. Los jueces quedaron impresionados con el enorme plano brutalista, alabando su robustez y comentando su llamativo “plano circular” y su “forma espiral”. Finalmente, lo descartaron en favor de la idea de Utzon.
El diseño elegido no estuvo exento de controversias. Su construcción fue costosa y complicada, pero hoy en día es difícil imaginar la Ópera, finalmente terminada en 1973, de otra manera.
¿Te gusta este contenido? Haz clic en ‘Me gusta’ arriba a la izquierda y en ‘Seguir’ para descubrir más historias como esta en loveEXPLORING.
Central Park, Nueva York, Estados Unidos
El pulmón verde de Nueva York se extiende hoy en día por 341 hectáreas, con estanques, frondosos senderos, un zoológico e incluso un castillo en sus límites. Fue el primer parque ajardinado de Estados Unidos.
Ahora bien, fue costoso en todos los sentidos. Su construcción implicó el desplazamiento de miles de personas, incluido un asentamiento predominantemente afroamericano llamado Seneca Village.
Sin embargo, el parque fue defendido por los residentes más ricos de la ciudad, que pretendían imitar los elegantes y cuidados espacios verdes de toda Europa.
Su diseño se decidió en un concurso.
Central Park, Nueva York, Estados Unidos
El concurso se celebró en la década de 1850. La propuesta ganadora fue el Plan Greensward, presentado por Calvert Vaux y Frederick Law Olmsted, y caracterizado por vastas franjas de vegetación abierta.
Sin embargo, el suyo no fue el único diseño que llamó la atención. Entre las muchas propuestas de expertos y aficionados se encontraba esta de John Rink.
Mucho más elegante y complicado que el Plan Greensward, comprendía una serie de jardines simétricos de estilo barroco, todos con caminos ordenados, setos topiarios y parterres de flores perfectos.
Creemos que el diseño relajado y ganador se adapta mucho mejor a la Gran Manzana.
Y de una capital del mundo pasamos a otra…
Catedral de San Pablo, Londres, Reino Unido
La Catedral de San Pablo de Londres se remonta al año 604 d. C., cuando se erigió por primera vez una catedral dedicada al apóstol.
Sin embargo, tras haber sido asolada por el fuego y los invasores a lo largo de los años, el edificio sagrado no adoptó su forma actual hasta el siglo XVII, cuando fue reconstruido por Christopher Wren tras el Gran Incendio de Londres (1666).
Catedral de San Pablo, Londres, Reino Unido
Wren tardó algún tiempo en conseguir que su obra maestra quedara así. De hecho, varios diseños alternativos precedieron al que vemos hoy. El primero fue el diseño de la cruz griega (en la foto). También incluía la colosal cúpula, característica de la catedral, pero también tenía otro vestíbulo abovedado más pequeño en el extremo occidental.
Sin embargo, este concepto fue rechazado por los líderes religiosos, por lo que Wren siguió realizando más bocetos.
Catedral de San Pablo, Londres, Reino Unido
El posterior diseño (en la imagen) incluía elegantes pórticos, además de una cúpula más pequeña, similar a una pagoda, y una aguja más alta.
Obtuvo el visto bueno de inmediato, aunque Wren utilizó su licencia creativa para modificar el plano a medida que avanzaba para conseguir los espectaculares resultados actuales.
La catedral se terminó finalmente en 1708.
Torre Eiffel, París, Francia
La Torre Eiffel, un símbolo de París, ha vigilado la Ciudad de la Luz en todo su esplendor desde 1889, cuando se terminó por primera vez para la Exposición Universal.
Sorprendentemente, se construyó en poco más de dos años, pese a ser construida con 7.300 toneladas de hierro. Se necesitaron hasta 300 trabajadores en el sitio de construcción.
Aunque lleva el nombre de Gustave Eiffel, cuya célebre empresa supervisó el proyecto, en realidad fueron Emile Nouguier y Maurice Koechlin, dos ingenieros que trabajaban en la empresa de Eiffel, quienes concibieron la idea por primera vez en 1884.
Torre Eiffel, París, Francia
Aunque sin duda se parecen al producto final, los primeros bocetos de Nouguier y Koechlin (en la foto) eran mucho más austeros y sencillos que la visión de la torre que tan familiar nos resulta. El arquitecto Stephen Sauvestre fue contratado para embellecer los diseños iniciales de la pareja. Fue él quien propuso los grandes arcos decorativos en la base de la estructura.
La torre de 299 metros no estuvo exenta de críticas al principio, pero, por supuesto, sus detractores acabaron callándose. Sigue siendo un emblema de Francia en la actualidad.
Puente de la bahía de Sídney, Sídney, Australia
Otro famoso monumento de Australia, el puente de la bahía de Sídney, es una gigantesca estructura de acero en forma de arco que data de 1932 y conecta el centro de la ciudad con los suburbios.
El puente tardó ocho años en construirse (1924-1932). Fue fruto de la visión conjunta de figuras como los ingenieros John Bradfield y Sir Ralph Freeman, pero no fueron los únicos que trabajaron en él.
Puente de la bahía de Sídney, Sídney, Australia
En 1922, el arquitecto Francis Ernest Stowe presentó esta espectacular propuesta para el puente del puerto de Sídney.
Su extravagante diseño consistía en tres grandes vanos, todos ellos sobresaliendo de una torre de 152 metros de altura en la isla de Goat, en el centro.
Si sus ideas se hubieran llevado a cabo, el paisaje urbano de Sídney sería muy diferente.
Y de Australia, volvemos a Estados Unidos, con otro monumento que habría cambiado totalmente el horizonte de una de sus ciudades más visitadas.
Tribune Tower, Chicago, Estados Unidos
Chicago es conocida como la cuna de los rascacielos y su paisaje urbano es un bosque de edificios altísimos.
Uno de los más preciados es la neogótica Tribune Tower, que fue concebida por los arquitectos estadounidenses John Mead Howells y Raymond Hood, y erigida en los años veinte. Sin embargo, había muchas otras opciones de diseño para el monumento.
Tribune Tower, Chicago, Estados Unidos
Los pesos pesados del periódico local Chicago Tribune pidieron a los arquitectos que diseñaran una nueva y hermosa sede para celebrar su 75º aniversario.
Numerosos arquitectos de renombre aceptaron el reto y participaron en el concurso internacional. Entre ellos, estaba Adolf Loos. Puedes ver su visión de estilo dórico con columnas a la izquierda.
Otras propuestas notables incluyeron la de Eliel Saarinen. La imagen de la derecha muestra su moderno rascacielos escalonado, que quedó en segundo lugar.
Sin embargo, el diseño de Howells y Hood ganó finalmente.
Catedral de Notre Dame, París, Francia
En abril de 2019, el mundo vio cómo la majestuosa catedral de Notre Dame de París era devorada por las llamas.
La iglesia, una maravilla gótica construida en la Edad Media y muy modificada a lo largo de los años, quedó completamente devastada por el fuego. Se derrumbó el techo y su altísima aguja.
Tras el incendio, hubo un gran debate sobre el aspecto que debería tener el monumento reconstruido y se plantearon algunas ideas sorprendentes.
Catedral de Notre Dame, París, Francia
Entre ellas, se encontraba este llamativo diseño ecológico de Vincent Callebaut Architectures, que contaba con un imponente tejado y chapitel revestidos de vidrio.
Los planes incluían un diseño que haría que el edificio de alta tecnología produjera más energía de la que consumía. También se pensó que albergara una granja de frutas y verduras.
Al principio, parecía que las autoridades francesas estaban interesadas en esta y otras propuestas de diseño futuristas. Sin embargo, en un dramático giro de 180 grados, la histórica catedral fue restaurada a su antigua gloria y reabierta en diciembre de 2024.
Puente colgante de Clifton, Bristol, Reino Unido
El monumento más característico de la ciudad inglesa de Bristol, el puente colgante de Clifton, se cierne sobre el desfiladero de Avon.
Fue diseñado principalmente por Isambard Kingdom Brunel, un joven y valiente arquitecto de la época. El puente fue una hazaña gigantesca cuya construcción se inició en la década de 1830 y no se completó hasta 1864.
Sin embargo, había otro diseño para el puente.
Puente colgante de Clifton, Bristol, Reino Unido
Cuando se propuso por primera vez la idea de un puente en el siglo XVIII, el arquitecto William Bridges ideó este atrevido diseño, con un arco de piedra decorativo e imponentes estructuras de apoyo que albergaban fábricas.
Sin embargo, el inicio de las guerras revolucionarias francesas hizo que el diseño de Bridges no se llevara a cabo en ese momento.
Luego, en décadas posteriores, cuando el proyecto se planteó una vez más, las propuestas de Bridges se pasaron por alto en favor de la visión más racionalizada de Brunel.
Monumento a Lincoln, Washington D.C., Estados Unidos
El Monumento a Lincoln es otro icono de la Explanada Nacional de Washington D.C. Además, es un elegante tributo al expresidente de Estados Unidos Abraham Lincoln.
Diseñado por Henry Bacon, el monumento tiene la forma de un templo dórico griego con una poderosa estatua de mármol del propio Lincoln sentado en su interior.
Ahora bien, el arquitecto John Russell Pope tenía otras ideas muy diferentes.
Monumento a Lincoln, Washington D.C., Estados Unidos
Los funcionarios deliberaron larga y duramente sobre cómo inmortalizar al difunto presidente y recibieron propuestas de notables arquitectos de la época, entre ellos John Russel Pope.
Pope presentó varios diseños extravagantes. Entre ellos, se encontraba esta pirámide con fachada de pórtico que recuerda al Antiguo Egipto.
Monumento a Lincoln, Washington D.C., Estados Unidos
Otra de las extravagantes propuestas de Pope fue este monumento de estilo zigurat coronado con una enorme estatua de Lincoln, también inspirado en los edificios de civilizaciones antiguas.
Sin embargo, a pesar de la ambición de Pope, sus visiones no se hicieron realidad. Las autoridades se decantaron por el elegante y más modesto diseño de Bacon, que finalmente se inauguró en 1922.
¿Te ha gustado? Haz clic en ‘Me gusta’ arriba a la izquierda y en ‘Seguir’ para descubrir más historias como esta en loveEXPLORING.
Comments
Be the first to comment
Do you want to comment on this article? You need to be signed in for this feature