24 lugares abandonados de España llenos de misterio: Rincones condenados al olvido
La España abandonada
España está repleta de ruinas, ya sean prehistóricas, romanas antiguas o medievales. Sin embargo, algunas son más históricas que otras. Desde minas de oro olvidadas y monasterios desiertos hasta clubes nocturnos abandonados a su suerte, existe una serie de inquietantes lugares desocupados que merecen tu atención. Hemos recorrido todo el territorio español para traerte los lugares abandonados más fascinantes de España.
Haz clic en esta galería para descubrir 24 lugares abandonados de España que cualquiera puede visitar...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.
Presa de El Gasco, Madrid
La Presa El Gasco es un gran ejemplo de un proyecto de ingeniería del siglo XVIII que no funcionó. Fue diseñada en 1785 para abastecer de agua a Madrid a través de un canal. De haberse completado, la estructura de 53 m de altura habría sido la mayor presa de gravedad del mundo. Los problemas financieros y los graves daños causados por las tormentas hicieron que se abandonara el proyecto. De todos modos, la presa pronto quedó obsoleta. Hoy en día, se puede llegar a esta inquietante estructura cubierta de maleza mediante una caminata de 90 minutos desde Torrelodones.
Granadilla, Cáceres
Si quieres visitar una ciudad fantasma en España, dirígete a este pueblo medieval a media hora en coche de Plasencia. Fue evacuado a la fuerza en la década de los sesenta tras considerarse un riesgo de inundación durante la construcción de la presa y embalse de Gabriel y Galán. Los temores eran injustificados y el pueblo nunca llegó a inundarse, pero sus habitantes nunca regresaron. En 1980, el pueblo fue declarado Conjunto de Interés Histórico-Artístico y hoy puedes visitarlo. Su elemento más llamativo es el castillo del siglo XV, al que puedes subir para disfrutar de unas vistas panorámicas.
Jánovas, Huesca
Es difícil imaginar que este pueblo fantasma fuera en otro tiempo una próspera comunidad. A 15 minutos en coche de la ciudad de Aínsa, en lo alto de una colina, los edificios de piedra abandonados de Jánovas lo fueron en la década de los sesenta, cuando los habitantes se vieron obligados a dejar sus casas para construir una presa y un embalse. Las casas abandonadas cayeron en el abandono mientras que la presa nunca se construyó. Su construcción no se canceló oficialmente hasta 2005. No hay visitas oficiales, pero los visitantes pueden pasear por los restos derruidos del pueblo, algunos de los cuales se están reconstruyendo ahora.
Monasterio de San Pedro de Rocas, Ourense
Esculpido en granito natural, el Monasterio de San Pedro de Rocas es uno de los más antiguos de España, pues data del siglo VI. Situado cerca de la localidad gallega de Esgos, su iglesia, capillas y celdas monásticas siguen siendo impresionantes ejemplos de arquitectura excavada en la roca. El monasterio nunca fue especialmente rico ni estuvo muy poblado, pero hoy es un fascinante testimonio de la vida monástica cristiana primitiva. Los visitantes pueden explorar los edificios en forma de cueva, con campanarios, tumbas y antiguos altares.
Minas de Rodalquilar, Almería
Las minas de Rodalquilar, en la provincia andaluza de Almería, eran un hervidero de actividad antes de su abandono en 1966. Enclavadas en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, las minas eran conocidas por sus innovadores métodos para extraer oro del cuarzo. A pesar del éxito inicial, la empresa estatal no cumplió las expectativas y hoy es una ruina de inquietante belleza, con restos de la planta de procesamiento, túneles de la mina y equipos. Desde entonces se ha utilizado como lugar de rodaje, como campo de prisioneros postapocalíptico en Los guerreros del sol (1986) y como Inglaterra medieval en El misterio de Wells (2003).
Leprosería de Abades en Arico, Tenerife
En los años cuarenta, el arquitecto Marrero Regalado diseñó una colonia de cuarentena en la isla de Tenerife para aislar a los enfermos de lepra y tuberculosis. Además de una zona residencial, el proyecto de Leprosería de Abades en Arico debía incluir una iglesia, un hospital, un crematorio y oficinas. Tardó seis años en construirse, pero se abandonó en la década de los cincuenta sin llegar a albergar a un solo paciente, gracias a los avances en el tratamiento de la lepra. Hoy, los inquietantes y decrépitos edificios son un recuerdo atmosférico de un pasado sombrío.
Cargadero de Dícido, Cantabria
Construido en la playa de Dícido, en el norte de España, en 1896, el Cargadero de Dícido era un muelle industrial utilizado para cargar mineral de hierro extraído en barcos destinados a grandes empresas siderúrgicas. La estructura original se construyó en 1896, pero fue destruida en 1937 durante la Guerra Civil. La estructura actual se construyó un año después y funcionó hasta 1986, cuando el ayuntamiento la compró por el precio simbólico de una peseta. Hoy en día, el llamativo y decadente diseño del muelle lo ha convertido en el lugar favorito de fotógrafos y exploradores urbanos.
Torre Salvana, Barcelona
Situado a media hora en coche al oeste de Barcelona, Torre Salvana es un castillo medieval con un inquietante apodo: el “castillo del infierno". Data del siglo X y sirvió como fortaleza y más tarde como residencia de la nobleza. El castillo fue parcialmente destruido durante la Guerra Civil Catalana en 1224. Quedó abandonado en el siglo XVIII y se convirtió en ruinas. Hoy en día, se dice que su decadente estructura está encantada, pero eso no impide que los visitantes exploren sus misteriosas habitaciones y pasillos.
Civica, Guadalajara
Esculpida en los acantilados cerca de Brihuega, en Guadalajara, esta fascinante fachada es un espectáculo para la vista. Parece una aldea mítica, con arcos, escalones y corredores ornamentados. Pero la llamativa mampostería no es tan antigua como parece: el caserío fue construido en la década de los sesenta por un sacerdote local junto con algunos voluntarios. Ahora abandonado, se dice que contiene un bar de pescadores en una de las cuevas inferiores. La naturaleza se está apoderando poco a poco del lugar, ya que las plantas se arrastran por las paredes.
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Fuerte de la Galea, Vizcaya
Con vistas a la costa de Getxo, Vizcaya, esta fortaleza española se construyó sobre una torre vigía del siglo XVI. En el siglo XVIII, se convirtió en una defensa más moderna para proteger el puerto de Bilbao de los asaltos navales. La fortaleza formaba parte de una serie de fortalezas costeras a lo largo del Golfo de Vizcaya, pero fue abandonada tras la Guerra Civil y desde entonces ha caído en el abandono. Hoy, sus visitantes pueden adentrarse en la historia militar de la región explorando sus vestigios, y disfrutando de vistas panorámicas del mar por el camino.
Escó, Zaragoza
Situado en la provincia de Zaragoza, Aragón, Escó es un pueblo casi desértico con una triste historia. Fue abandonado en los años senseta tras la creación de la cercana presa de Yesa, que inundó gran parte del campo circundante. Hoy en día solo está habitado por un puñado de pastores, que aún apacientan sus ovejas en los campos situados sobre las 60 casas en ruinas de Escó. Los visitantes pueden pasear por el pueblo, situado en las estribaciones de los Pirineos, y sentir el encanto fantasmal de la iglesia románica y los muros derruidos de casas olvidadas hace mucho tiempo.
Festival Club, Ibiza
Antaño lleno de vida nocturna, el Festival Club es ahora una reliquia abandonada en las colinas de San José, en el lado oeste de Ibiza. Inaugurado en 1972, fue uno de los principales lugares de reunión de disc-jockeys y fiesteros internacionales, y contribuyó a allanar el camino para que Ibiza se convirtiera en un destino mundial de clubbing. El club cerró sus puertas en 1974, tras solo un par de años, y desde entonces ha caído en el abandono. Aun así, exploradores urbanos e Instagrammers se deleitan con sus restos grafiteados y abandonados.
Aeropuerto Internacional de Ciudad Real, Ciudad Real
Otra idea que nunca cuajó, este aeropuerto multimillonario cerró tras solo tres años. Primer aeropuerto internacional privado de España, se inauguró en 2009 tras costar su construcción unos 1.100 millones de euros. Pero debido a la escasa demanda y a las dificultades financieras, fue abandonado solo tres años después. En 2019, cobró nueva vida como instalación de mantenimiento y desmantelamiento y se utilizó como almacén durante la pandemia. Sin embargo, muchas de sus instalaciones siguen acumulando polvo, y sigue siendo un símbolo de ambición desmesurada.
La Fábrica, Barcelona
La Fábrica es una fábrica de cemento abandonada en las afueras de Barcelona. Fue transformada a lo largo de casi 50 años por el difunto arquitecto español Ricardo Bofill, que la convirtió en una fortaleza moderna de hormigón y exuberante vegetación. Los ocho silos fueron renovados en oficinas, bibliotecas y talleres para su empresa, además de una sala de exposiciones apodada "La Catedral". La mayor parte de la fábrica original ya ha sido reutilizada, pero Bofill siempre dijo que La Fábrica sería una "obra inacabada".
Autódromo de Sitges-Terramar, Barcelona
Este es el circuito automovilístico más antiguo de España. Situado cerca de Sitges, en Barcelona, el Autódromo de Sitges-Terramar se inauguró en 1923 y se convirtió en un lugar pionero del automovilismo. A pesar de albergar los primeros Grandes Premios, cayó en desuso en 1925, en parte debido a dificultades financieras y problemas de seguridad. Tras un breve resurgimiento en los años treinta, los terrenos se vendieron y acabaron convirtiéndose en una granja. Hoy en día, el decadente circuito, con su característica forma ovalada y sus ruinosas gradas, sigue siendo una reliquia del primer apogeo del automovilismo, que atrae a exploradores urbanos y aficionados a la gasolina.
Poble Vell de Corbera d'Ebre, Tarragona
Este pueblo medieval bombardeado de Cataluña quedó en ruinas tras la Guerra Civil Española. Los escombros que ves hoy fueron en su día el corazón de un animado pueblo, diezmado por una brutal batalla entre julio y noviembre de 1938 que obligó a sus habitantes a huir. Para conmemorar a los que murieron durante la Batalla del Ebro, la Generalitat de Cataluña ha conservado las ruinas de Corbera d'Ebre como monumento conmemorativo. Los restos del pueblo, con sus muros desmoronados y sus pozos derrumbados, sirven de inquietante recordatorio de la devastación de la guerra.
Real Fábrica de Armas de Orbaizeta, Navarra
La Real Fábrica de Armas de Orbaizeta se creó en el siglo XVIII para producir armas y municiones para el ejército español. Su ubicación era clave. Cerca había recursos naturales necesarios para las municiones, como mineral de hierro y plomo. Durante casi 100 años la fábrica creó armas para los reyes españoles. Pero se cerró y abandonó en 1873 debido a la disminución de la demanda y a los cambios industriales. Hoy, sus edificios y túneles están invadidos por la vegetación y son visitados por excursionistas locales y turistas.
Elevador de Aguas de Gordejuela, Tenerife
Al borde de un acantilado de Tenerife, el Elevador de Aguas de Gordejuela fue construido por la Compañía Británica Hamilton en 1903. Su función principal era transportar agua desde la costa hasta los campos de la isla, lo que hacía con un sistema de elevación a vapor (la primera máquina de vapor de Tenerife). El edificio se fue abandonando gradualmente a medida que quedaba obsoleto, y sus desvencijados restos cayeron en el olvido durante mucho tiempo. Desde entonces se ha convertido en una atracción turística, y ahora es uno de los lugares abandonados más bellos del mundo.
Convento de Nuestra Señora de los Ángeles, Segovia
Enclavado en el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, el convento franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz del Río Duratón fue fundado en el siglo XIII como refugio de monjas. Fue abandonado a mediados del siglo XIX debido a su aislamiento y al declive de la actividad religiosa. Hoy, sus ruinas bien conservadas, incluida la iglesia y los claustros, son un tranquilo recordatorio del pasado monástico de España. A este lugar ribereño, rodeado de belleza natural, normalmente solo se puede acceder en barco, aunque lo más frecuente es verlo desde un mirador sobre el valle del río.
Observatorio del Mohón del Trigo, Granada
Situado vacío en una montaña sobre el pueblo de Güéjar Sierra, en la provincia de Granada, este observatorio, construido en 1902, fue en su día un refugio para la astronomía primitiva. Desgraciadamente, su remota ubicación y su anticuado equipamiento provocaron su abandono a mediados de siglo. De hecho, en la década de los setenta, se construyó un nuevo observatorio en las cercanías. Vaciado y abandonado a su suerte, el Observatorio astronómico del Mojón del Trigo sigue en pie en lo alto de su colina, y constituye una imagen impactante frente a las montañas y el cielo circundantes.
Fuerte de San Cristóbal, Navarra
Oculta en las colinas de Pamplona, esta fortaleza del siglo XX esconde oscuros secretos. Aunque estaba estratégicamente situada para proteger la región, no entró mucho en acción. En cambio, durante la Guerra Civil, sirvió de prisión para miles de detenidos republicanos, casi 800 de los cuales intentaron una audaz pero condenada fuga en 1938. Como cárcel, el fuerte tenía una reputación terrible, con ejecuciones, hambre y fosas comunes. En la actualidad, el fuerte está abandonado y sus muros y túneles en ruinas sirven de monumento al trágico pasado de la región.
Hornos de Vilaoudriz, Lugo
Situados en A Pontenova, en la región noroccidental de Galicia, los restos de los Hornos de Vilaoudriz consisten en cinco chimeneas que miden 11 m de alto y 4 m de ancho. Los hornos se construyeron a principios del siglo XX para procesar mineral de hierro, que un ferrocarril cercano transportaba hasta el puerto de Ribadeo, a 34 km de distancia. El trayecto incluía 13 túneles, cinco puentes y un cargadero metálico sobre la ría. Los hornos fueron abandonados en 1964 tras muchas décadas de servicio.
Monasterio de Santa María de Moreruela, Zamora
Construido en el siglo XII, este monasterio cercano a Zamora fue un importante centro religioso y cultural durante la época medieval. Fue el primer monasterio cisterciense de la Península Ibérica, aunque acabó siendo abandonado y declarado monumento nacional. Hoy sus ruinas (incluida una iglesia abacial en forma de cruz latina) muestran el patrimonio católico de la región. Los turistas vienen a empaparse de su belleza arquitectónica y de su tranquilo entorno.
Belchite, Zaragoza
Con sus edificios acribillados a balazos y sus calles sembradas de escombros, la ciudad en ruinas de Belchite es un testimonio permanente de los horrores de la Guerra Civil. La ciudad fue devastada por una sangrienta batalla en 1937 que se cobró la vida de miles de personas. Tras la guerra, Belchite se dejó como estaba, sirviendo de conmovedor monumento conmemorativo de la guerra. Hoy, los turistas pueden hacer visitas guiadas y aprender sobre esta devastadora época de la historia española. Algunos edificios conservan su pasado esplendor, como la imponente Iglesia de San Martín de Tours.
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