Desde autopistas muy congestionadas y calles urbanas propensas a los accidentes hasta puertos de montaña con desniveles mortales, Europa alberga algunas de las carreteras más peligrosas del mundo. Ya sea por el denso tráfico, el terreno complicado o el mal tiempo, estas rutas son conocidas por desafiar incluso a los conductores más experimentados.

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*Nota: debido a la actual invasión de Ucrania por parte de Rusia, no se ha incluido ninguno de estos países.

Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.

Conducir en Albania puede ser todo un reto, con rutas urbanas muy transitadas y muchas carreteras en mal estado, sobre todo en las zonas rurales y montañosas del país. La ruta europea E762 es una de las más peligrosas del país, con tramos de mucho tráfico y otros muy estrechos. La ruta internacional se extiende desde Sarajevo, en Bosnia y Herzegovina, a través de Montenegro, hasta Albania, en dirección a su congestionada capital, Tirana.

La carretera sin asfaltar que serpentea por el Pic Blanc d'Envalira, en Andorra, no es apta para miedosos, por lo que ha sido identificada como la carretera más peligrosa del principado. La vertiginosa ruta, que conduce a un popular lugar de senderismo en verano y a una estación de esquí en invierno, es intransitable la mayor parte del año. De hecho, solo es accesible para vehículos 4x4 cuando está abierta. Para los que la recorren, eso sí, las vistas son una recompensa.

La Autopista del Inntal (A12) atraviesa los impresionantes paisajes del Tirol, pero no te dejes engañar por las vistas panorámicas: este tramo de autopista es una de las carreteras más transitadas y congestionadas de Europa. Es una ruta clave para los vehículos pesados que transportan mercancías entre Alemania e Italia, y a menudo sufre atascos, sobre todo en los pasos alpinos.

Para gestionar el caos, la A12 tiene algunas normas estrictas, sobre todo para los vehículos pesados. Los camiones de más de 7,5 toneladas tienen prohibida la circulación nocturna, mientras que los turismos también tienen que limitarse a 110 km/h por la noche, frente a los 130 km/h permitidos durante el día.

La M1, que va de Polonia a Rusia pasando por Bielorrusia, es una de las principales arterias y carreteras más transitadas del este de Europa. En la frontera internacional con Polonia, son típicas las colas de tráfico, agravadas por la intensificación de la crisis migratoria, con radares instalados para ralentizar el tráfico a lo largo del trayecto.

El mantenimiento de las carreteras es un problema general en Bielorrusia, al igual que los conductores que utilizan el teléfono móvil para hablar o enviar mensajes. Según el RAC, las carreteras rurales del país también pueden ser peligrosas, ya que pueden estar mal iluminadas.

Con un gran volumen de tráfico, incluidos camiones de mercancías, la A54 belga de Nivelles a Charleroi, en la región de Valonia, es una de las carreteras más peligrosas del país. Los llamados conductores fantasma (automovilistas que se equivocan de dirección, lo que les hace conducir en contra del flujo normal del tráfico) son uno de los problemas que han provocado muchas muertes en carretera en el país. Hace unos años se introdujo un sistema para combatirlo en la A54.

Se dice que la carretera M18 es la arteria más peligrosa del suroeste del país. Su mala fama se debe a una combinación de factores, como los frecuentes tramos de dos carriles que hacen arriesgados los adelantamientos, así como las superficies mal mantenidas y plagadas de baches. Parte de la ruta europea E762, la M18 se extiende por terreno montañoso, lo que aumenta el peligro con sus curvas sinuosas y sus condiciones meteorológicas impredecibles.

La carretera estatal D512 abraza la deslumbrante costa adriática de Croacia, llevando a los conductores impresionantemente cerca del brillante mar azul. Puede distraer su belleza, pero además es una de las carreteras más peligrosas del país, debido al gran volumen de tráfico y a su trazado curvilíneo. Se extiende desde Makarska hasta Ravča, al sur de Split, y puede atascarse de coches en los meses de verano, lo que aumenta los peligros, como las recaladas y los conductores distraídos.

Según datos del Programa de Evaluación de Carreteras (EuroRAP), una de las carreteras más peligrosas de Chequia es la I/11, que conecta Žamberk, en el noreste de Bohemia, con Jablonné nad Orlicí y Červená Voda, cerca de la frontera polaca.

Esta carretera es famosa por su alto índice de accidentes, especialmente en los meses de invierno, cuando condiciones traicioneras como el hielo negro y la nieve la hacen especialmente peligrosa. Los tramos estrechos y sinuosos de la ruta por terreno montañoso contribuyen al riesgo.

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También conocida como Ruta Primaria 16, la autopista de Hillerød conecta la ciudad de Hillerød con el centro de Copenhague. Como uno de los principales accesos a la capital danesa, es el tramo más propenso a los accidentes del país.

Según el Foro Internacional del Transporte, la velocidad excesiva es una de las principales causas de accidentes de tráfico en general en Dinamarca: contribuyó al 27 % de los accidentes en 2022. La falta de atención, debida a los teléfonos móviles, también se identificó como causa del 29 % de las colisiones mortales en el mismo informe.

Con 2.317 islas salpicando su costa báltica, los gélidos inviernos de Estonia brindan una oportunidad única a los conductores atrevidos: la posibilidad de atravesar carreteras de hielo sobre el mar helado. Cuando las condiciones lo permiten, el gobierno abre oficialmente estas rutas de hielo cada invierno.

La más larga de ellas tiene una longitud de 26,5 km y conecta Rohuküla, en tierra firme, con la isla de Hiiumaa. Para garantizar la seguridad, se aplican varias normas: no se debe llevar cinturón de seguridad para poder escapar rápidamente en caso de emergencia. Los conductores deben respetar unos límites de velocidad estrictos (no más lentos de 25 km/h ni más rápidos de 40 km/h), ya que las velocidades entre estos límites pueden hacer que el hielo se agriete. También está estrictamente prohibido detenerse en las carreteras heladas.

El paso de Vršič, en Eslovenia, es una ruta majestuosa y muy peligrosa, que serpentea por los Alpes Julianos orientales. Es el paso de carretera más alto del país, con una altitud de 1.611 m y 50 curvas cerradas. Construido originalmente por prisioneros de guerra rusos durante la Segunda Guerra Mundial, el paso suele estar cerrado en invierno, pero durante las estaciones abiertas, sus pronunciadas curvas y estrechos caminos siguen poniendo a prueba incluso a los conductores más expertos.

La Carretera de l'Arrabassada, que serpentea por la sierra de Collserola, ofrece tanto unas vistas impresionantes como una conducción notoriamente angustiosa. Esta pintoresca ruta, que une Barcelona con Sant Cugat, está considerada una de las carreteras más mortíferas de España debido a sus pronunciadas curvas y tramos estrechos.

Los conductores no solo tienen que sortear el terreno escarpado, sino también tener cuidado con los vehículos que reducen la velocidad o se detienen para admirar las impresionantes vistas de Barcelona. Además de su peligrosidad, la remota y accidentada carretera ha sido escenario de carreras callejeras ilegales de coches y motos a gran velocidad.

Finlandia es conocida por tener uno de los índices de mortalidad en carretera más bajos de Europa, gracias a su gran atención a la seguridad y las infraestructuras. Una de las autopistas más importantes y transitadas del país es la E75, que recorre 1.295 km desde Helsinki, en el sur, hasta Utsjoki, en el extremo norte.

Sin embargo, los conductores finlandeses se enfrentan a retos únicos, especialmente durante el otoño. Septiembre es la temporada alta de colisiones con alces, sobre todo en regiones como Ostrobotnia del Norte y Uusimaa. Los alces están más activos en esta época, y las condiciones resbaladizas de las hojas mojadas o la escarcha pueden hacer que las carreteras sean aún más peligrosas.

La RN79, también conocida como Centro-Europa Atlántica (RCEA), es una importante ruta que atraviesa Francia, uniendo Royan, en la costa atlántica, con el valle del Ródano y continuando hacia el túnel del Mont Blanc. Históricamente, ha sido una carretera de alto riesgo, conocida por sus frecuentes accidentes debido a su intenso tráfico, ya que alrededor del 40 % de sus 10.000 a 15.000 vehículos diarios son camiones de gran tonelaje.

En respuesta a estos problemas de seguridad, se han llevado a cabo mejoras significativas, y aunque es probable que estas mejoras hayan mejorado las condiciones, la carretera conserva su reputación de ser una de las rutas más peligrosas de Francia.

Conducir en Atenas puede poner a prueba incluso a los conductores más relajados, pero son las carreteras montañosas de Grecia las que plantean el verdadero desafío. Algunas de las rutas más peligrosas del país son la carretera Patiopoulo-Perdikaki y el tramo entre Prousos y Karpenisi, ambas situadas en el centro de Grecia.

La carretera de Karpenisi es especialmente traicionera, con sus caminos estrechos y sinuosos y sus pronunciados desniveles que hacen casi imposible el paso de dos coches en ciertos tramos. Peligros adicionales como desprendimientos de rocas y nieve intensa, especialmente en invierno, cuando son frecuentes las alertas de avalancha, aumentan aún más los riesgos en estas carreteras escarpadas.

La autopista M1, que une Budapest y Viena, es una de las carreteras más transitadas y propensas a los accidentes de Hungría. En 2022, sufrió 59 accidentes graves, lo que la convierte en la mayor tasa de accidentes por kilómetro del país. Ruta crítica para el comercio nacional e internacional, la M1 experimenta un tráfico intenso, lo que la convierte en un punto caliente de colisiones.

Uno de los peores incidentes ocurrió en 2023, cuando una repentina tormenta de polvo provocó un choque masivo en el que se vieron implicados más de 40 vehículos, incluidos cinco camiones. Este accidente causó un muerto y 39 heridos, y varios vehículos se incendiaron. Por suerte, la autopista está siendo objeto de una importante modernización, que incluye mejoras en el firme y la infraestructura.

Aunque la mayor parte de Islandia parece muy segura, con infraestructuras bien mantenidas, la escarpada península de Westfjords presenta una historia diferente. Uno de los recorridos más desafiantes de esta región es la Ruta 622, también conocida como Carretera de Svalvogur. Esta carretera de grava, solo apta para vehículos 4x4, está excavada en acantilados a lo largo de la costa entre Dýrafjörður y Arnarfjörður.

Incluso en un día despejado, resulta angustioso conducir por esta carretera debido a sus caminos estrechos y expuestos y sus pronunciados desniveles. La carretera se vuelve aún más peligrosa cuando hace mal tiempo (por eso está cerrada en invierno). En verano, la marea baja es esencial para las partes de la carretera que se sumergen bajo el nivel del mar.

La N59 de Irlanda es una carretera especialmente peligrosa, sobre todo el tramo del condado de Galway cercano a Leenaune, que ha sido identificado como el más peligroso del país. Este tramo sinuoso y montañoso, situado justo al este de Kylemore Lough, registró una asombrosa tasa de colisiones de 1.131, más del doble que la del siguiente tramo más peligroso, en Wexford, que tuvo una tasa de 588.

Conducir por el famoso Paso del Stelvio es el sueño de muchos entusiastas del motor, pero no es para miedosos. Esta carretera de gran altitud, situada entre las provincias septentrionales italianas de Lombardía y Tirol del Sur, es el puerto de montaña asfaltado más alto de Italia, con una altitud de 2.757 m.

Construido a principios del siglo XIX, es famoso por sus 60 curvas cerradas, 48 de ellas solo en el lado norte. Abierto solo entre finales de mayo y octubre debido a las fuertes nevadas, las curvas cerradas y empinadas y los estrechos caminos son traicioneros, sobre todo para los conductores o motoristas inexpertos.

La A1, que discurre hacia el norte desde Riga, la capital de Letonia, a lo largo de la costa hasta Ainaži, en la frontera con Estonia, es una autovía rápida y muy congestionada. Ha sido nombrada la autopista más peligrosa del país por el número de accidentes que se producen en su tramo. En general, el país báltico tiene una de las redes de carreteras más peligrosas de Europa, lo que puede agravarse en los meses más fríos, cuando entran en juego la nieve y el hielo.

Sin autopistas y con estrictas normas de conducción, el pequeño principado de Liechtenstein tiene un buen historial de seguridad vial. Sin embargo, el terreno montañoso plantea algunos retos a los conductores, sobre todo en carreteras como la de Triesenberg a Malbun.

Esta ruta, que conduce a la popular estación de esquí de Malbun, es la más alta del país y resulta especialmente traicionera durante los meses de invierno debido a las pronunciadas pendientes y al riesgo de nieve y hielo. Se recomienda encarecidamente el uso de neumáticos de invierno o cadenas para la nieve por motivos de seguridad, y la carretera puede volverse peligrosa con mal tiempo.

En 2022, Luxemburgo tenía uno de los índices de mortalidad en carretera más altos de la Unión Europea, con 60 muertos por millón de habitantes, lo que lo situa en sexto lugar entre los 27 países de la comunidad europea.

La autopista A1, que conecta la ciudad de Luxemburgo con la frontera alemana en Wasserbillig, es una de las carreteras más transitadas y propensas a accidentes del país. A lo largo de los años, en este tramo se han producido accidentes mortales, a menudo atribuidos al exceso de velocidad y a la conducción bajo los efectos del alcohol.

Dando vueltas por los acantilados, calas y ciudades de Malta, la Carretera de la Costa es la ruta de conducción más pintoresca de la isla mediterránea, pero también la más peligrosa. Entre 2010 y 2018, se produjeron seis muertes y más de 70 accidentes graves, debido a los altos niveles de tráfico, el exceso de velocidad y la fatiga de los conductores. Se han instalado medidas de pacificación del tráfico, incluidos radares de velocidad, para mitigar algunos de los peligros de esta ruta pegada a la costa.

Según el Informe de las Naciones Unidas sobre los Resultados de la Seguridad Vial, Moldavia tiene importantes problemas de seguridad vial. El país registró 8,3 muertes en carretera por cada 100.000 habitantes en 2022, 1,8 veces más que la media de la Unión Europea.

Sin embargo, las muertes en carretera han disminuido un 51 % de 2011 a 2022, pasando de 443 a 217 fallecidos. Uno de los puntos negros de accidentes es el bulevar Dacia de Chisinau, donde las colisiones con peatones son especialmente elevadas debido al intenso tráfico.

Mónaco está inevitablemente vinculado al automovilismo de alta velocidad, pero, en realidad, es uno de los países europeos más seguros para conducir, con carreteras de excelente calidad y normas estrictas. Sin embargo, el exceso de velocidad y la conducción bajo los efectos del alcohol pueden ser un problema en el principado.

En 2023, Mónaco experimentó uno de sus peores historiales de seguridad vial, con tres accidentes mortales que se cobraron seis vidas. Todos estos accidentes ocurrieron en túneles, incluido el túnel Luis II, un conocido tramo del circuito del Gran Premio de Mónaco que conecta la zona de Port Hercules con el barrio de Larvotto. Desde entonces se han instalado en él cámaras públicas de vigilancia destinadas a frenar la conducción peligrosa y evitar la velocidad temeraria.

La carretera panorámica de Cetinje a Kotor, en Montenegro, ofrece una conducción espectacular y desafiante a través de algunos de los paisajes más impresionantes del país. Con una extensión de unos 36 km, esta carretera serpenteante es famosa por sus 16 pronunciadas curvas cerradas, que la convierten en una experiencia exigente para los conductores.

Originalmente una ruta comercial de la época romana, la carretera se desarrolló formalmente en su forma moderna a finales del siglo XIX. Conducir por esta ruta requiere plena concentración debido a su estrecha anchura, sus pronunciadas pendientes y los muros de piedra a ambos lados, combinados con curvas ciegas y frecuentes encuentros con autobuses.

Macedonia del Norte figura entre los peores países de Europa en cuanto a calidad de las carreteras, y esta deficiente infraestructura influye en la elevada tasa de mortalidad en carretera del país. Una ruta especialmente peligrosa es el Corredor 10, una autopista clave que conecta Serbia con Macedonia del Norte, utilizada por los viajeros que se dirigen a Albania y Grecia.

Durante el verano, por ella circulan hasta 100.000 vehículos al día, y muchos conductores recorren largas distancias, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Sin embargo, una campaña de 2023 que promueve las pausas de descanso para los conductores parece haber ayudado a reducir las colisiones en esta ruta tan transitada, como parte de los esfuerzos en curso para mejorar la seguridad vial en la región.

Polonia registró una importante reducción del 47 % de las muertes en carretera entre 2012 y 2022, un logro reconocido por el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, que concedió al país por primera vez su Premio al Índice de Rendimiento de la Seguridad Vial 2023. Esta reducción supera con creces la media de la Unión Europea, que es del 22 %.

A pesar de estos avances, una de las carreteras más peligrosas de Polonia sigue siendo la carretera nacional nº 7, una ruta muy transitada que conecta Żukowo, cerca de Gdańsk, con Varsovia y Cracovia, donde los altos niveles de tráfico contribuyen a que se produzcan accidentes frecuentes.

La IC19, que une Lisboa y Sintra, está ampliamente reconocida como la carretera más peligrosa de Portugal. En esta congestionada ruta se han identificado nueve puntos negros de accidentes, lo que la hace especialmente peligrosa.

Además, otras tres grandes autopistas de los alrededores de Lisboa (la EN10, la A2 y la A5) también figuran entre las cinco carreteras más peligrosas del país. Para hacer frente a los elevados índices de siniestralidad de estas carreteras, incluida la IC19, se han instalado radares de velocidad media como parte de los esfuerzos por mejorar la seguridad y reducir las colisiones.

Una sucesión de curvas cerradas, esquinas ciegas y tramos estrechos de infarto hacen que la autopista Transfagarasan de Rumania sea notoriamente mortal. El paso, pintoresco pero muy peligroso, cruza las montañas de Fagaras, en Transilvania, y alcanza una altura de 2.000 m. La forma dentada de las montañas más altas de Rumania y el paisaje melancólico contribuyen a la atmósfera premonitoria pero emocionante mientras serpenteas por la carretera, que puede atascarse de turistas.

Algunas de las carreteras más mortíferas de Europa están en Serbia, incluida la ruta más peligrosa del país, conocida como Ibarska Magistrala o "autopista negra" por los lugareños. Esta transitada vía conecta Belgrado, a través de Čačak y Užice, con Montenegro y puede ser una conducción peligrosa debido al mal estado de su firme, a sus tramos estrechos y empinados y al intenso tráfico.

Suecia presume de tener algunas de las carreteras más seguras de Europa, pero su autopista E20 ha sido señalada como la más peligrosa. Situada entre las tres principales ciudades del país, Estocolmo, Gotemburgo y Malmö, la arteria es un importante centro de transporte y la ruta más utilizada por los vehículos de carga suecos. Un tramo de 21 km es también el centro de los planes suecos para construir la primera autopista eléctrica del mundo, en la que los coches eléctricos puedan cargarse mientras circulan.

Suiza tiene algunos de los puertos de montaña más espectaculares del mundo, pero también algunos de los más mortíferos. El cantón de Uri alberga las rutas de mayor riesgo del país, incluido el recorrido en zigzag del Paso de San Gotardo, una espectacular carretera que normalmente solo está abierta entre junio y octubre (depende del tiempo) debido a su serie de curvas cerradas, su estrechez y su ascenso casi vertical. El paso de Furka, que se hizo famoso en la escena de la persecución en coche de la película de James Bond Goldfinger, es otro tramo peligroso.

La A1010, en el norte de Londres, ha sido identificada como la carretera más peligrosa de Gran Bretaña, con una tasa de accidentes de 12,7 por cada millón de vehículos-milla conducidos, casi nueve veces la media nacional.

Esta carretera urbana aparentemente ordinaria, que discurre entre Tottenham y Waltham Cross, está muy congestionada, con numerosos cruces que conducen a tiendas y supermercados.

Estos factores, junto con sus frecuentes paradas, contribuyen a su elevada tasa de accidentes. A pesar de no ser la vía más rápida ni la más compleja, la A1010 plantea importantes riesgos a los conductores debido a su intenso tráfico y denso trazado urbano.

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