Corea del Norte, uno de los países más reservados y herméticos del mundo, cerró sus fronteras en 2020 con algunas de las restricciones COVID-19 más draconianas del mundo. Sin embargo, informes recientes sugieren que se está preparando para abrir de nuevo sus puertas a los visitantes extranjeros a finales de 2024, así que hemos hablado con un puñado de intrépidos viajeros que han hecho el viaje para averiguar cómo es realmente viajar a Corea del Norte.

Sigue leyendo para descubrir 35 cosas que hacen del país un destino fascinante para visitar...

Adaptado al español por Rocío Durán Hermosilla, Redactora en Español para loveEXPLORING.

La mejor forma de viajar a Corea del Norte es a través de una empresa turística organizada. Técnicamente es posible ir sin una, pero seguirás necesitando ir acompañado de un par de guías, por lo que un viaje totalmente independiente es imposible. Pero no hay por qué estresarse. Con la noticia de que el país abre de nuevo sus fronteras, los especialistas en Corea del Norte, como Koryo Tours y Uri Tours, están ocupados llenando sus agendas con viajes tanto en grupo como privados.

A pesar del misterio que envuelve a Corea del Norte, el proceso de obtención de un visado turístico es en realidad muy sencillo: "El único requisito es que estés inscrito en una excursión previamente planificada con dos guías norcoreanos como compañía", declaró Dylan Harris, de Lupine Travel, al periódico británico The Telegraph antes de que se impusieran las restricciones del COVID. Aunque se espera que las empresas turísticas especializadas puedan facilitar de nuevo el proceso a la mayoría de los turistas, los titulares de pasaportes estadounidenses no podrán visitar el país sin un permiso especial del Departamento de Estado de EE.UU.

En 2013, la normativa sobre la entrada de teléfonos móviles extranjeros en Corea del Norte se suavizó drásticamente, por lo que los visitantes con "teléfonos cualificados" ya no tuvieron que facturar su terminal antes de entrar en el país. Tendrás que comprar una tarjeta SIM a Koryolink cuando llegues, pero no podrás hacer llamadas locales. La red cerrada está estrechamente vigilada por el gobierno, que restringe tus llamadas a la mayoría de los países extranjeros, a las embajadas extranjeras en Pyongyang y a los hoteles internacionales de la capital norcoreana.

Aunque hacer fotos no está totalmente prohibido en Corea del Norte, debes actuar con precaución. Tus guías te dirán cuándo puedes sacar la cámara, y es muy probable que los funcionarios de fronteras también la comprueben cuando salgas de Corea del Norte. Te dirán que no fotografíes al personal militar ni las obras de construcción, y te recordarán que las fotos de las estatuas de los Kim deben incluir la estatua entera: cortar los pies o la cabeza es un grave delito, al igual que los selfies.

Hablando de estatuas, nunca estarás lejos de un homenaje a los líderes del país, pasados o presentes. Solo del difunto Kim Il-sung hay más de 34.000 estatuas. En el Gran Monumento de Pyongyang, en la colina Mansu, encontrarás más de 200 estatuas de líderes militares, incluidas las estatuas de bronce de 20 m de Kim Il-sung y Kim Jong-il. Se espera de los visitantes que se inclinen ante las estatuas de Kim Il-sung y Kim Jong-il cuando las visiten, y normalmente se les pedirá que depositen flores en su base.

Los Juegos Masivos de Arirang son un gran acontecimiento aquí. Los Juegos, que se celebran anualmente, son una extravagante muestra de patriotismo, en la que participan miles de artistas. Los Juegos se celebran en el increíble Estadio Rungrado 1º de Mayo, construido en una isla del río Taedong, en Pyongyang. Es el estadio más grande del mundo por su capacidad, con capacidad para 150.000 personas, todas ellas cautivadas por las impresionantes exhibiciones. Los Mass Games se celebraron por última vez en 2020 y se espera que vuelvan ahora que se han levantado las restricciones del COVID.

Puede que Pyongyang no sea el primer lugar donde esperas encontrar una gran cultura cervecera, pero la ciudad no ha escapado a la obsesión mundial por la cerveza artesanal. Las tres mejores cervecerías son la Cervecería Nacional Taedonggang, la Microcervecería del Hotel Yanggakdo y la Microcervecería The Paradise (en la foto). El publicista Josh Thomas, que visitó las tres, aseguró: "Los norcoreanos son increíblemente listos para arreglárselas con muy poco, y sinceramente son capaces de hacer cervezas más interesantes que la mayoría de los demás países".

El país también cuenta con un puñado de grandes parques temáticos, la mayoría agrupados en torno a la capital. Sin embargo, reciben críticas dispares. El diario estadounidense Washington Post describió el Parque Acuático Munsu (en la foto), terminado en 2013, como "el parque acuático más espeluznante que jamás hayas visto". Pero Stefan Zwanzger, aficionado a los parques temáticos, que visitó el país en 2010, señaló a la CNN: "En ninguna otra ocasión puedes acercarte tanto a los lugareños como en los parques de atracciones".

Las estaciones de metro de Pyongyang son algunas de las más espectaculares del mundo. La fotógrafa Elaine Li, que las visitó en 2017, declaró a la CNN: "Las estaciones están muy poco iluminadas y los interiores son muy lujosos. Ves lámparas de araña en los techos, pilares de mármol y cuadros de Kim Jong-il". También tienen algunas de las escaleras mecánicas más largas del mundo (lo que no es de extrañar, ya que se trata de la red de metro más profunda del mundo) y están diseñadas como refugios antiaéreos.

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Antes de la pandemia, varios estudiantes extranjeros ampliaban sus estudios en universidades norcoreanas. La Universidad de Ciencia y Tecnología de Pyongyang fomentaba activamente las solicitudes de profesorado extranjero, y varios estadounidenses trabajaron allí en el pasado. Y lo que es aún más sorprendente, la institución fue fundada por el coreano-estadounidense James Kim, un cristiano evangélico que inauguró la universidad en 2010. Sin embargo, no está exenta de riesgos. El estudiante australiano Alek Sigley fue expulsado de la Universidad Kim Il-Sung de Pyongyang en 2019 tras ser acusado de espía.

Denis Sharpe, que visitó Corea del Norte en 2017, dijo que le sorprendió la cantidad de tecnología y otros bienes que se pueden encontrar en el país. "De hecho, hay unos grandes almacenes llenos de bienes de consumo que encontrarías en una economía de mercado. Como estuve allí por Año Nuevo, nos llevaron a la plaza Kim Il-Sung, donde hubo un espectáculo de fuegos artificiales a medianoche; muchos norcoreanos estaban filmando con teléfonos móviles".

Aunque la comida tradicional coreana es, por supuesto, omnipresente, también puedes encontrar delicias de comida rápida como pizza y pollo frito. Sharpe explica: "Comimos kimchi, olla caliente e incluso una ración de sopa de perro. Pero el nuevo régimen también se ha esforzado por ofrecer cocinas más cosmopolitas en Pyongyang. Un día comimos pizza en el autobús turístico (con envoltorio de Pizza Hut)". Algunas pizzerías de Pyongyang están incluso enviando cocineros a formarse en Italia e importan harina y otros ingredientes del país para garantizar un auténtico sabor italiano.

Sharpe también observó una gran cantidad de propaganda en todo el país, sobre todo en relación con la guerra de Corea. "A menudo es mejor asentir con la cabeza y no cuestionar la información que te presentan: ¿quién sabe lo que pasaría si discreparas con demasiada vehemencia?", apuntaba.

Tom McShane, director de operaciones de la empresa de viajes de aventura Secret Compass, viajó a Corea del Norte en 2016. Según McShane, el país es en general muy seguro para los turistas y los guías que encontrarás son encantadores y hospitalarios. "La delincuencia es prácticamente nula, y los guías nos informaron de las normas", afirma. "Éramos conscientes de las implicaciones si te saltas esas normas, como lo que le ocurrió a Otto Warmbier; pero mientras seas sensato, todo es sobre todo sentido común".

McShane se quedó prendado de la belleza de los paisajes de Corea del Norte. "Las montañas eran increíbles, y mientras caminábamos en otoño todos los árboles mostraban unos colores rojos y naranjas asombrosos", recuerda. El monte Kumgang (en la foto) es especialmente bello y se celebra con razón en el arte y la literatura del país.

Quienes llegan a Corea del Norte suelen hablar de la belleza natural del país, y sus playas de arena no son una excepción. Por increíble que parezca, la preciosa playa de Wonsan se utiliza a menudo como lugar de controvertidas pruebas de misiles. En 2019, la CNN informó de que el gobierno de Kim Jong-un planea abrir aquí un gran complejo turístico de playa en un intento de atraer turistas. El resultado futuro está por ver.

A pesar de los recelos previos, McShane describe la comida como un punto culminante de su viaje: le sorprendió gratamente la calidad de los platos presentados y la variedad de la oferta. Explica: "La mayoría era de estilo coreano, pero también comimos algunas especialidades norcoreanas, como la sopa fría de fideos, que se sirve tradicionalmente en los banquetes de boda. Para comer visitamos un restaurante de Wonsan que también servía un pescado fresco increíble".

McShane también quedó prendado de la gente de Corea del Norte. "La mayoría de las personas que vimos llevaban una vida normal, ya fuera desplazándose por las ciudades o trabajando en las granjas del campo", afirma. "La mayoría de las personas con las que nos relacionamos trabajaban obviamente en el sector servicios. Todo el mundo era increíblemente cortés, educado y educado. Los guías eran excepcionales, con un inglés, un sentido del humor y unos conocimientos increíbles".

En cuanto al alojamiento, hay bastante donde elegir y muchos hoteles tienen fantásticos servicios. "Nos alojamos en una gran torre situada en una isla de Pyongyang. Tiene una bolera y un bar de karaoke", explica McShane. "También nos alojamos en una pensión de Myohyangsan que tenía un estilo un poco chino, y pudimos alojarnos en un hotel de la nueva estación de esquí, que era de muy alto nivel".

Quizá uno de los lugares más singulares sea el Museo de la Amistad Internacional, que contiene más de 100.000 regalos entregados a los dirigentes norcoreanos. Según McShane: "Hay un cocodrilo taxidermiado de Nicaragua, un coche blindado de Stalin y un tren del presidente Mao, todos ellos situados en lo profundo de una montaña. Era una auténtica locura".

La escritora de viajes independiente Lucy Corne hizo un viaje a Corea del Norte en 2008 y pudo ver la zona desmilitarizada (DMZ) -una zona tampón entre los países vecinos- tanto desde el norte como desde el sur. "Fue muy interesante visitar la zona desmilitarizada desde el norte, ya que también lo habíamos hecho desde el sur. Descubrimos que ambas partes alimentan la propaganda: por ejemplo, en el sur te dicen que en el norte no hay árboles y que el edificio de la DMZ es solo una fachada sin nada detrás, lo que en realidad no es cierto."

La periodista independiente Tamara Hinson viajó en 2011 y se quedó sorprendida por "la escala de todo", desde los monumentos a las montañas y la enorme cantidad de gente en los Mass Games (un festival de arte y gimnasia exclusivo de Corea del Norte).

Más allá de esto, Hinson duda que los turistas vean una imagen completa del país. Los encuentros con la población local se orquestan cuidadosamente -Hinson visitó granjas cooperativas y una escuela durante su estancia- y, por lo general, a los grupos turísticos no se les permite salir de su hotel una vez instalados por la noche. "Me resultaba extraño pensar que a menudo, justo fuera de la vista, podía haber un campo de prisioneros: algunos tienen el tamaño de condados enteros y están cerca de Pyongyang", asegura Hinson. "Cuando estás en un grupo turístico sigues una ruta muy establecida".

Hinson también describe cómo los llamados "vigilantes" acompañan a los invitados en las visitas: tres de estos individuos acompañaron al grupo de Hinson. "El líder británico de mi grupo me contó cómo hace años habían pillado a alguien en una de sus visitas guiadas llevando gafas con una cámara oculta, que es la cosa más estúpida que se puede hacer", revela. "El guía norcoreano se enfadó mucho porque todo estalló. Todo el mundo lo sabía y podría haberse corrido la voz de que esto había ocurrido bajo su vigilancia y que sería castigado".

Incumplir las normas puede tener consecuencias para los que te rodean, así como para ti mismo. Si decides desobedecer las órdenes, puede que sea tu guía el castigado. "Nuestro guía británico nos contó que a veces vuelve al país para hacer un recorrido y pregunta por un guía que le han asignado en ocasiones anteriores, y le han dicho que 'lo han enviado al campo', lo que esencialmente significa que lo han enviado a un campo de prisioneros", asegura Hinson.

Por mucha curiosidad que tengas, es mejor evitar hacer demasiadas preguntas. Hinson señala: "Le pregunté a nuestro guía británico dónde vivía Kim Jong-il (fui justo antes de que muriera) y me dijo que me callara. Muchos norcoreanos lo consideran un semidiós que no hace cosas normales, como ir al baño y vivir en una casa".

Algunas de las muchas normas impuestas pueden parecer extrañas a los visitantes, y puede ser difícil hacerse a la idea de ellas. "No dobles nada que lleve la cara de los Kim en la portada si el pliegue va a atravesar la cara. Esto se aplica a cosas como el ejemplar del PyongyangTimes que te dan en el vuelo", aconseja Hinson.

Hinson explica que, como viajarás en una excursión con todo incluido, no necesitarás mucho dinero mientras viajes por Corea del Norte. Pero afirma que el dinero que gastes podría tener un uso problemático. Afirma: "Corea del Norte necesita desesperadamente dinero en efectivo para financiar el contrabando dudoso y otras empresas, como el blanqueo de dinero. Los turistas dan dinero al régimen pagando los hoteles, las comidas y demás".

Mucha gente subestima las historias norcoreanas que permanecen ocultas a la vista, cree Hinson. Nos revela una que descubrió tras su viaje: "Conocí a Shin Dong-hyuk, un ex preso que escapó de un campo de prisioneros norcoreano y ahora es activista de derechos humanos. Shin tiene unos 40 años, pero nació en un campo de prisioneros. De niño, se vio obligado a ver cómo ejecutaban a su madre por tramar una fuga. También leí las historias de otros desertores".

El Maratón de Pyongyang, abierto por primera vez a los corredores aficionados extranjeros en 2014, se ha convertido en un recorrido imprescindible para corredores de todo el mundo. Los competidores pueden correr un maratón de 5 km, 10 km, medio maratón o maratón completo a lo largo de una ruta que recorre algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, como el Arco del Triunfo y la plaza Kim Il Sung (en la foto). La carrera termina en el Estadio Kim Il Sung ante una multitud de 50.000 personas. Con el levantamiento de las restricciones del COVID, se espera que las empresas turísticas especializadas vuelvan a organizar circuitos que coincidan con el acontecimiento.

Simon Cockerell, director general de Koryo Tours, especialista en viajes a Corea del Norte, explica que muchos turistas creen que no habrá comida suficiente para todos debido a la hambruna que hubo en Corea del Norte en el pasado. "He participado en viajes en los que algunas personas han traído grandes cantidades de comida. Aunque no les hubieran dado nada de comer durante el viaje, habrían tenido más que suficiente con lo que llevaban en la maleta".

El brutalmente bello Hotel Ryugyong de Pyongyang, nunca terminado oficialmente y acosado por los problemas casi desde el inicio de su construcción en 1986, perfora el cielo y empequeñece todo lo que le rodea. Su característica forma piramidal fue una solución a la falta de materiales de construcción ligeros y tecnología moderna en Corea del Norte. Fabricado en su lugar con hormigón armado, el hotel necesitaba una base enorme para alcanzar su vertiginosa altura, convirtiéndose inadvertidamente en el edificio piramidal más alto del mundo, superando incluso al Shard de Londres y a la Pirámide Transamerica de San Francisco.

La noticia de que arqueólogos norcoreanos habían descubierto la guarida del unicornio montado por el rey Tongmyong, el legendario fundador del reino de Koguryo, causó conmoción en todo el mundo en 2012. La cueva se descubrió a poca distancia del templo de Tongmyong, en la colina de Moran, cerca de Pyongyang, fotografiado aquí en la década de 1930. Las fervientes esperanzas de los amantes de los unicornios se desvanecieron rápidamente cuando los eruditos declararon que era más probable que se tratara de la guarida de un kirin, una criatura igualmente mítica con cuerpo de ciervo, cara de león y un cuerno que también sobresalía de la parte superior de su cabeza.

Kim Jong-il, el "Querido Líder" de Corea del Norte antes de Kim Jong-un, era un conocido cinéfilo. Al parecer, poseía más de 20.000 vídeos y DVD y, en una ocasión, secuestró a la actriz surcoreana Choi Eun-hee y a su novio y les obligó a producir varias películas para él. En 1987, inauguró el Festival Internacional de Cine de Pyongyang como evento bianual que celebraba películas de países no alineados y otros países en desarrollo. En el 2000, el festival empezó a proyectar películas de países occidentales, normalmente muy censuradas y siempre haciendo hincapié en los fuertes valores familiares, la lealtad y el mal del dinero.

Bienvenidos a la que quizá sea la vista más incongruente de toda Corea del Norte, la estación de esquí Masikryong ($100 millones, unos 93 millones de euros), construida por Kim Jong-un en 2014 para que sirviera de centro de entrenamiento conjunto de los esquiadores norcoreanos y surcoreanos que compitieron en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018. Situada en la provincia de Kangwon, a unos 177 km al este de Pyongyang, la estación está ahora abierta al público -bueno, a quienes puedan permitirse visitarla- y cuenta con 10 pistas orientadas al norte, seis remontes y 701 m de dulce nieve polvo del noreste asiático.

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