Las fotografías aéreas que capturan las brutales consecuencias del cambio climático
Otro punto de vista
Los distintos puntos de vista tienen el poder de darnos nuevas perspectivas. Y eso es lo que ocurre con estas extraordinarias imágenes aéreas. Estas fotografías muestran la devastación de la crisis climática en todo el mundo, desde cursos de agua desecados, como el Gran Lago Salado de EE.UU., hasta glaciares que desaparecen, bosques quemados y ciudades envueltas en niebla tóxica.
Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de sindicación en Español para loveEXPLORING.
Gloucestershire, Inglaterra, Reino Unido
Apodado "el día que llovió para siempre", el 20 de julio de 2007 llovió durante dos meses en solo 14 horas en Gloucestershire, al sur de Inglaterra. Las extensas inundaciones causaron estragos totales en la región: 5.000 edificios resultaron dañados, 135.000 hogares estuvieron sin agua potable hasta 17 días y los daños costaron unos 50 millones de libras esterlinas (69,1 millones de dólares). En la foto, una pequeña aldea gravemente afectada por las inundaciones, que serán cada vez más frecuentes e intensas debido al cambio climático.
La Florida, Región del Biobío, Chile
Chile fue arrasado por devastadores incendios forestales en enero de 2017, que dejaron franjas de bosques de aspecto desolado, como esta en La Florida. Los incendios comenzaron en las laderas de Valparaíso, justo después de Año Nuevo, antes de arrasar el sur, quemando una superficie total del tamaño de Delaware. Según los bomberos, la escasa preparación frente al cambio climático y los monocultivos (grandes extensiones de un mismo cultivo) agravaron su impacto.
Yabelo, Etiopía
En 2016, uno de los fenómenos de El Niño más fuertes jamás registrados provocó una grave sequía en Etiopía, por lo que casi 18 millones de personas tuvieron que recibir ayuda de emergencia. En 2017, cuando el país seguía luchando contra sus efectos, fue devastado por otra brutal sequía. En la foto, unas vacas, que sufrían a causa de la sequía, han sido agrupadas para recibir alimentos, proporcionados por el gobierno etíope.
Lago Okeechobee, Florida, EE.UU.
¿Notas los remolinos verdosos en la superficie de este lago? Aunque parezcan bonitos, en realidad son la señal de un grave problema ecológico. Las algas tóxicas de color verde brillante que aparecen estacionalmente en el lago Okeechobee de Florida proceden de los fertilizantes de las granjas cercanas, y se han multiplicado debido a las temperaturas más cálidas, la intensa luz solar y la mayor frecuencia de las precipitaciones. Y el problema solo va a empeorar en los próximos años debido al cambio climático.
Glaciar Furtwängler, Monte Kilimanjaro, Tanzania
El imponente Monte Kilimanjaro es el pico más alto de África, con 19.340 pies (5.895 metros). Sin embargo, los glaciares que una vez lo cubrieron se están reduciendo rápidamente, tanto que el famoso escalador de hielo Will Gadd tuvo que cancelar sus planes de escalarlo, porque la ruta Messner que había planeado tomar se hizo imposible. Fotografiado aquí desde el cielo en 2018, el glaciar Furtwängler perdió un enorme 70% de su masa entre 2014 y 2020, de modo que solo quedan delgadas paredes de hielo.
Bozo, Bamako, Malí
A finales de septiembre de 2018, la capital maliense, Bamako, y las zonas circundantes se inundaron a causa de las fuertes lluvias. Las regiones situadas a orillas del río Níger, como el pueblo de Bozo (en la foto), fueron las más afectadas. Tan solo ocho meses después, la región volvió a sufrir graves inundaciones que causaron la muerte de 15 personas y afectaron a unos 300 hogares. El cambio climático está provocando que las estaciones de lluvias sean más graves e impredecibles, según Lemba Bisimwa, del Comité Internacional de la Cruz Roja, que supervisa el trabajo de la organización en Malí.
Quinhagak, Alaska, EE.UU.
El permafrost -suelo, roca y sedimentos constantemente congelados- se encuentra bajo casi el 85% de la tierra de Alaska. Pero con la doble amenaza del calentamiento de las temperaturas y el aumento de las precipitaciones, el material se está derritiendo rápidamente, provocando la reubicación de algunos pueblos de Alaska. En el pueblo esquimal yupik de Quinhagak, visto aquí desde el cielo, grandes trozos de tierra han sido erosionados por el río Kanektok a un lado, mientras que el mar reclama tierra al otro.
Lago Puzhal, Chennai, India
El mayor embalse que suministra agua a Chennai, una de las mayores ciudades de India, se secó casi por completo en junio de 2019. El lago Puzhal, junto con los otros tres grandes embalses de la ciudad, se vio afectado por la escasez de agua provocada por un retraso en el inicio de la estación monzónica. Esto hizo que los residentes más pobres dependieran de beber agua insalubre recogida en pozos improvisados, mientras que las personas más ricas pudieron disponer de agua importada de provincias cercanas. La frecuencia de las olas de calor en India también va en aumento; un estudio publicado por la Universidad de Cambridge en abril de 2023 afirmaba que "las olas de calor indias podrían superar el límite de supervivencia de un ser humano sano descansando a la sombra en 2050".
Laguna Corfo, Patagonia, Argentina
El tono rosa brillante de este lago es el signo de un desastre ecológico. Según los ecologistas, la laguna Corfo, en la Patagonia argentina, adquirió su enfermizo color en julio de 2019 debido al sulfito de sodio, un producto utilizado en las fábricas de pescado que se vertió en el agua. Los activistas afirman que el producto químico debería haber sido tratado antes de verterse en la laguna. Mientras tanto, los residentes locales se han quejado de un olor nauseabundo y de la proliferación de insectos cerca de la laguna, que también se relacionan con la contaminación.
Kivalina, Alaska, EE.UU.
El lejano pueblo de Kivalina, en Alaska, se asienta sobre una delgada franja de tierra, bordeada a un lado por la laguna de Kivalina y al otro por el mar de Chukchi. Sin embargo, a medida que el Ártico se calienta al doble de la media mundial, provocando el deshielo de la capa de hielo y la subida del nivel del mar, el pueblo inupiat está siendo erosionado por todos lados. De hecho, podría quedar bajo el agua tan pronto como en 2025.
Skopje, Macedonia
En 2018, Skopje recibió un reconocimiento indeseado: fue nombrada la capital más contaminada de Europa. La capital macedonia, mostrada aquí desde el monte Vodno en 2017, suele estar envuelta en una apestosa niebla tóxica, con niveles del nocivo contaminante PM10 que superan los límites de la UE durante 202 días al año. Se cree incluso que el aire sucio podría ser responsable de 4.000 muertes prematuras anuales en Macedonia del Norte.
Selva Amazónica, Estado de Pará, Brasil
Pocos podrán olvidar los devastadores incendios que arrasaron la selva amazónica en 2019. En agosto de ese año, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil informó de que se habían producido más de 80.000 incendios en todo el país, casi un 80% más que en el mismo periodo del año anterior. Las condiciones de sequía que favorecieron la propagación de los incendios estaban relacionadas con el calentamiento del océano Atlántico Norte, que retiraba humedad del continente.
Bosque Nacional Beaverhead-Deerlodge, Montana, EE.UU.
Los pinos del Bosque Nacional Beaverhead-Deerlodge, en el suroeste de Montana, normalmente verdes y exuberantes, se han vuelto gris fantasmagórico en los últimos años, como muestra esta imagen de septiembre de 2019. Y hay un culpable inesperado de la mortandad masiva. A medida que los inviernos se han vuelto más suaves debido al cambio climático, el número de escarabajos del pino de montaña se ha disparado, y los insectos han asolado los bosques de todo el oeste de América. Además, la sequía ha debilitado los árboles, haciéndolos más vulnerables a la invasión de insectos.
Funafuti, Tuvalu
El país de Tuvalu está situado en un estrecho atolón de coral en el océano Pacífico, y ninguna parte de la isla está a más de 4,6 metros (15 pies) por encima del nivel del mar. Esto la hace extremadamente vulnerable a la subida del nivel del mar. Fotografiada aquí en noviembre de 2019, se prevé que la nación insular, que tiene una superficie de 10 millas cuadradas (unos 25,9 kilómetros cuadrados) y alberga a unas 11.000 personas, se vuelva inhabitable en un plazo de 50 a 100 años.
Montañas Harz, Clausthal-Zellerfeld, Alemania
Las montañas del Harz, en el norte de Alemania, suelen estar cubiertas de un verde verdoso en verano, o de una prístina capa blanca de nieve en invierno. Pero un color que no están acostumbrados a ver es este tono marrón reseco, resultado de unas condiciones inusualmente secas, unas temperaturas cálidas y una plaga de insectos cada vez más grave cada verano. En 2020, cuando se tomó esta fotografía, murieron más árboles que nunca en Alemania, mientras que solo uno de cada cinco tenía una copa intacta (señal de un árbol sano).
Jiujiang, provincia de Jiangxi, China
En esta impactante imagen aérea, las casas de la ciudad de Jiujiang están completamente rodeadas de agua tras las graves inundaciones de julio de 2020. Situado a orillas del río Yangtsé, el asentamiento fue una de las muchas víctimas de las inundaciones de ese año, que afectaron a 63 millones de personas y se cree que causaron más de 200 muertos. Según los climatólogos, las tormentas serán más frecuentes e intensas debido al cambio climático, lo que significa que las inundaciones serán aún más graves en el futuro.
Longyearbyen, Svalbard, Noruega
Los glaciares del archipiélago de Svalbard, situado entre Noruega y el Polo Norte, son algunos de los más septentrionales del planeta. Pero también son algunos de los más vulnerables al cambio climático, según una investigación publicada en la revista Nature Communications, debido a su menor elevación y a sus formas abovedadas. En esta fotografía, tomada desde un dron, el agua de deshielo serpentea por un canal a través del hielo durante un verano inusualmente cálido en 2021.
San Nicolás de los Arroyos, Argentina
En la región del delta del río Paraná, en Argentina, terribles incendios calcinaron los humedales en el verano de 2020. Con sus suelos ricos en carbono, expuestos por la bajada del nivel del agua del río y extremadamente secos por la falta de lluvias, estas zonas reúnen las condiciones perfectas para que el fuego se propague rápidamente. Según datos del gobierno, se quemaron casi 20.000 hectáreas de humedales.
Happisburgh, Norfolk, Inglaterra, Reino Unido
Unas impactantes imágenes aéreas captadas en enero de 2021 muestran hasta qué punto el pueblo costero de Happisburgh se ha visto afectado por la erosión. Esta zona de la costa de Norfolk pierde una media de dos metros de tierra al año, y las fuertes lluvias del invierno de 2020-2021 provocaron el desprendimiento de enormes trozos de acantilado. Sin embargo, mientras que las inundaciones pueden controlarse, es más difícil invertir la tendencia de la erosión. En el Reino Unido, el nivel del mar ha subido seis pulgadas desde 1900 (unos 15,2 centímetros), pero la subida del nivel del mar podría alcanzar cuatro pies en todo el mundo en 2100 (unos 1,2 metros) si no se hace nada para frenar las emisiones.
Orán, Argelia
Los cielos se tiñeron de rojo brillante sobre Argelia en febrero de 2021 como consecuencia de una intensa tormenta de arena. La arena fue levantada del desierto del Sahara por fuertes vientos, antes de viajar a Argelia y luego hacia el norte, a las cadenas montañosas europeas, incluidos los Pirineos y los Alpes. Aunque las tormentas de arena son un fenómeno natural, las condiciones de sequía provocadas por el cambio climático las están haciendo más frecuentes e intensas.
Laguna de Suesca, Colombia
Vista desde el cielo en marzo de 2021, puedes ver el aspecto agrietado y estéril de la superficie de la laguna de Suesca tras un año de escasas precipitaciones. Los cauces secos como éste podrían convertirse en una imagen más común debido al cambio climático, especialmente en las regiones más secas que son más sensibles a los cambios en las precipitaciones.
Neve Zohar, Mar Muerto, Israel
Entre ocho y nueve veces más salado que el océano, el Mar Muerto es uno de los lugares más salinos de la Tierra. De hecho, el contenido de sal es tan alto que casi puedes sentarte en su superficie. Pero en las últimas décadas, su nivel de agua ha descendido más de un metro al año, debido en parte a la falta de precipitaciones, que han disminuido alrededor de un 10% en la región desde 1950. Como respuesta, se está volviendo más salado, se están formando miles de sumideros y están apareciendo formaciones salinas como éstas en su superficie.
Lago Isabella, California, EE.UU.
California experimentó su año más seco en un siglo entre el 1 de octubre de 2020 y el 30 de septiembre de 2021. En el valle de Kern, esto provocó la contracción del lago Isabella, que solo recibió una fracción del deshielo estacional que solía tener en primavera. En octubre de 2021, las autoridades anunciaron que estaban estudiando restringir actividades como el lavado de coches, el riego del césped y la oferta de agua en los restaurantes para intentar combatir la sequía.
Gorny Ulus, Sajá, Siberia, Rusia
Escenas como ésta se generalizaron después de que Rusia sufriera en el verano de 2021 la peor temporada de incendios de su historia moderna. Aunque los incendios forestales son un fenómeno natural cada año, las llamas que asolaron el país a partir de junio destruyeron más de 18,16 millones de hectáreas de bosque y liberaron 970 megatoneladas de carbono a la atmósfera. El humo de los incendios siberianos llegó incluso al Polo Norte por primera vez en la historia, según la NASA.
Hof, Islandia
¿Puedes distinguir esas pequeñas manchas blancas en esta foto? En realidad son ovejas, y aunque la tierra en la que pastan parece verde, está rodeada de una superficie estéril cubierta de arena y grava. Esto se debe a que el cercano glaciar Breidamerkurjokull está retrocediendo debido al calentamiento del clima, y el desprendimiento de hielo (la pérdida de trozos de hielo) ha aumentado rápidamente en los últimos años. Entre 2019 y 2000, Islandia perdió 290 millas cuadradas de glaciares (unos 751 kilómetros cuadrados).
Lago Oroville, California, EE.UU.
En agosto de 2021, el segundo mayor embalse de California, el lago Oroville, alcanzó niveles tan bajos que la central hidroeléctrica tuvo que cerrarse por primera vez en su historia. Escenas desoladoras como ésta se convirtieron en habituales después de que el estado sufriera su año más seco en un siglo y el lago Oroville alcanzara un punto bajo de 643,5 pies (unos 196,2 metros) sobre el nivel del mar, su punto más bajo desde 1977. En marcado contraste, el embalse se llenó por completo en 2023 tras un periodo de lluvias y deshielo históricos.
Ilulissat, Groenlandia
En agosto de 2021 llovió por primera vez en la historia sobre la capa de hielo de Groenlandia, que sufrió dos importantes "deshielos" durante el verano. El deshielo estacional es un fenómeno normal, pero en 2021 fue especialmente grave: el 28 de junio se desprendieron 340.000 millas cuadradas de la capa de hielo (unos 880.596 kilómetros cuadrados), lo que supuso el séptimo mayor deshielo de la historia. Mientras tanto, 336.681 millas cuadradas se derritieron el 14 de agosto (unos 872.000 kilómetros cuadrados). En la foto, la ciudad de Ilulissat, donde podían verse trozos de hielo roto flotando alrededor de los barcos en el puerto.
Lahore, Pakistán
En 2020, la capital de Pakistán fue clasificada como la ciudad más contaminada del mundo por el Índice de Calidad del Aire de Estados Unidos. La contaminación del aire suele ser peor en Lahore en invierno (octubre-febrero), cuando los agricultores queman sus cosechas y el humo queda atrapado por los contaminantes del aire. Otros factores que contribuyen a la contaminación son el humo de los hornos de ladrillos, el polvo de las obras de construcción y la pérdida a gran escala de la cubierta arbórea, lo que significa que se absorbe menos carbono. Aquí, en octubre de 2021, puedes ver la escasa visibilidad debido al espeso manto de smog que cubre la ciudad.
Lago Mead, Nevada/Arizona, EE.UU.
Técnicamente un embalse más que una vía natural, el lago Mead es la masa de agua contenida por la presa Hoover, creada en 1935 para abastecer de agua al oeste estadounidense. Sin embargo, el embalse, que se extiende a ambos lados de la frontera entre Arizona y Nevada, alcanzó niveles peligrosamente bajos en el verano de 2022. Una combinación de sequía, más un mayor índice de evaporación debido al calentamiento de las temperaturas, hizo que el lago Mead alcanzara en junio unos 318,2 metros (1.044,03 pies) sobre el nivel del mar. Esto supuso una enorme presión sobre el suministro de agua, así como sobre la electricidad, dado que el agua debe correr por la presa para producir energía hidroeléctrica.
Gran Salt Lake, Utah, EE.UU.
Icono del estado de Utah que da nombre a la capital del estado, Salt Lake City, este enorme lago salino es mucho más salado que el océano y es tan boyante que los nadadores pueden flotar fácilmente. Hábitat crucial para mamíferos y aves migratorias, la sequía provocada por el cambio climático y el uso local del agua han hecho que el lago retroceda a un ritmo alarmante. En noviembre de 2022, el Gran Lago Salado alcanzó su volumen más bajo jamás registrado, con solo 1.200 metros. Estas imágenes de satélite, publicadas por la Agencia Espacial Europea, muestran el lago en 1985 (L) y en 2022 (R), habiendo perdido casi la mitad de su superficie.
Columbia Británica, Canadá
Incendios forestales sin precedentes incineraron enormes franjas de Canadá durante el primer semestre de 2023, afectando a varias provincias y arrojando humo al aire que llegó hasta el continente europeo. En lo que ha resultado ser la temporada de incendios forestales más devastadora registrada en el país, ardieron 3.056 incendios entre enero y junio, calcinando unos 20 millones de acres de tierra (unos 8 millones de hectáreas). Aunque no se puede relacionar directamente cada incendio forestal con la crisis climática, las condiciones más cálidas y secas provocadas por el calentamiento del planeta han convertido los bosques de Canadá en polvorines. En esta escalofriante imagen, se ven incendios arrasando la región noroeste de la Columbia Británica.
Glossop, Derbyshire, Inglaterra, Reino Unido
El fenómeno El Niño, que calienta el planeta, volvió con fuerza en 2023, y los científicos estadounidenses confirmaron su llegada en junio de ese año. Este contribuyó a que países como el Reino Unido haya sufrido los meses de junio más calurosos desde que se tienen registros, y a que las temperaturas globales hayan subido tanto en julio que el mundo haya vivido posiblemente la semana más calurosa de la era de los registros. El Niño, junto con el impacto negativo de los humanos en el clima, pondrá en marcha nuevos periodos de patrones meteorológicos desbocados, como olas de calor, inundaciones y sequías, así como daños en los ecosistemas. En la foto, los niveles de agua extremadamente bajos del embalse de Woodhead, en el límite del Parque Nacional del Distrito de los Picos, en Inglaterra.
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