Desde pasear con leones en el Maasai Mara de Kenia hasta buscar osos polares en los fiordos del este de Groenlandia y nadar con manatíes en Florida, ver animales en su hábitat natural puede ser una de las experiencias más estimulantes que existen.

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Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.

El este de Groenlandia es un lugar de otro mundo donde los osos polares deambulan por la tundra, los escurridizos narvales (apodados "unicornios del mar") se abren paso entre las grietas del hielo y los majestuosos icebergs pasan flotando.

Embárcate en una expedición pionera en pequeños barcos con Natural World Safaris y navegarás por escarpados fiordos e imponentes paisajes etéreos. Fuera del barco, camina por el escarpado paisaje y mantente atento a todo tipo de flora y fauna: flores silvestres, aves, focas, ballenas y, por supuesto, los tiernos (aunque peligrosos) osos polares. 

El encantador valle Phobjikha de Bután es el hogar invernal de bandadas de elegantes grullas de cuello negro. Descienden para darse un festín con el exceso de bambú enano de la zona antes de regresar a sus lugares de cría en la meseta tibetana.

Estas aves en peligro de extinción son tan veneradas en la tradición budista que todos los cables eléctricos se encuentran bajo tierra en el valle, para no poner a las aves en riesgo durante el vuelo. Incluso hay un festival que celebra su majestuosa llegada en noviembre de cada año, que apoya iniciativas locales de conservación.

La reserva privada de caza Sabi Sands de Sudáfrica es uno de los lugares más exclusivos a los que puedes ir de safari. Es el hogar de guepardos, una floreciente población de leones y un montón de lujosos alojamientos de lujo.

Pero el verdadero lujo lo ofrecen los casi silenciosos 4x4 eléctricos de Cheetah Plains. A diferencia de los ruidosos Land Cruiser que sueles encontrar en los safaris, estos vehículos ecológicos son tan silenciosos que ni siquiera molestan a los animales más aprensivos como impalas y leopardos. Gracias a esto los avistamientos son frecuentes y sorprendentemente cercanos.

Explora la biodiversa Madagascar – una nación insular bañada por el sol frente a la costa del sureste de África – y estarás en estrecho contacto con su fauna autóctona. Un increíble 5% de todas las especies vegetales y animales conocidas se encuentran aquí, y sus selvas tropicales y desiertos albergan reptiles raros, imponentes baobabs y más de cien especies de lémures.

Berenty es una de las reservas más famosas de Madagascar (es donde la mayoría de los realizadores de documentales sobre la vida salvaje vienen a filmar lémures) y encontrarás 20 especies diferentes de lémures en el popular Parque Nacional de Ranomafana. Sal a dar un paseo autoguiado y mantén los ojos bien abiertos para ver a los emblemáticos mamíferos blancos y negros que se congregan aquí. Sigue a estas criaturas de largas extremidades mientras trepan por los árboles n su hábitat natural.

Oculto en los riscos helados del Himalaya encontrarás a uno de los depredadores más majestuosos del planeta: el leopardo de las nieves. Estas escurridizas criaturas – que, según la leyenda local, son "tan bellas como 10 mujeres, tan fuertes como 10 hombres y tan sabias como 10 astrónomos"– se escabullen entre enormes peñascos cazando ovejas de diciembre a marzo. 

Pelorus, especialista en viajes de expedición, trabaja con guías que ayudaron a la unidad de Historia Natural de la BBC a rastrear y filmar a estos depredadores para el exitoso documental de naturaleza Planeta Tierra. Ahora abren la aventura a huéspedes intrépidos: únete a expertos locales para ver leopardos de las nieves en su hábitat natural del valle de Ulley, en la región de Jammu y Cachemira.

Adquirirás un respeto totalmente nuevo por la tierra si te deshaces del vehículo de safari y cruzas la reserva Maasai Mara de Kenia a dos pies, como parte de un emocionante itinerario de Asilia Adventures.

Caminando con un guía armado y un miembro de la tribu maasai local, podrías cruzarte con cualquier cosa, desde hienas y ñus, hasta leopardos al acecho y manadas de leones a la caza.

A casi 800 km al norte del Círculo Polar Ártico, encontrarás la isla de Somerset. Aquí, una única ensenada es el hogar estival de hasta 2,000 belugas de color blanco fantasma, que amamantan a sus crías y mudan la piel en las aguas relativamente cálidas del río Cunningham.

Arctic Watch Wilderness Lodge es un campamento permanente y un lugar perfecto desde el que observar las ballenas, así como los bueyes almizcleros, osos polares, aves marinas y delicadas flores silvestres árticas autóctonas de este remoto lugar.

El Pantanal de Brasil es uno de los humedales más importantes del mundo. También es uno de los mejores lugares del planeta para ver jaguares. La estación seca, que va de junio a octubre, ofrece avistamientos casi garantizados: casi un 90% de visitantes ven al normalmente esquivo gran felino (además de nutrias de río, osos hormigueros gigantes y caimanes).

El Refugio Ecológico Caimán alberga uno de los únicos proyectos de rehabilitación de jaguares del mundo, y los huéspedes pueden participar en sus importantes expediciones de rastreo de jaguares. El refugio también lleva a cabo programas centrados en la gran población local de guacamayos jacinto. Un día con los biólogos del refugio te permitirá ayudar al equipo a vigilar a estas aves, cuyo número está amenazado por el comercio de aves enjauladas y la pérdida de hábitat.  

Haz una pausa para respirar en la Selva Tropical del Gran Oso de la Columbia Británica y puede que oigas el chillido de un águila calva, el aullido del raro lobo costero o el sonido de las ramas al crujir cuando un fantasmal oso Kermode también conocido como oso espiritual se abre paso por el bosque. Estos animales totalmente blancos – que son en realidad una subespecie mutada del oso negro – son tan raros que las comunidades indígenas creen que tienen poderes sobrenaturales.  

Si te alojas en el Spirit Bear Lodge, propiedad de la Primera Nación Kitasoo Xai'xais, tendrás la oportunidad de avistar a estas criaturas fantasmales. Sal en barco y a pie – acompañado por los experimentados guías naturales del albergue – y puede que veas un destello de pelaje blanco a través de la espesura del bosque, anunciando la llegada de este increíble oso. 

Cuando aumenta la humedad y llega la estación húmeda a la lejana isla australiana de Navidad (normalmente en octubre o noviembre), decenas de millones de cangrejos rojos inician su colosal migración de costa a costa para reproducirse y desovar. 

Las carreteras se inundan de un mar rojo que se escabulle cuando las hembras se dirigen al mar para liberar sus huevos, precisamente al final de la marea alta durante el último cuarto lunar. La migración se produce en toda la isla, pero los lugares más fáciles para contemplar el espectáculo son Flying Fish Cove, Ethel Beach y Greta Beach. Algunos tramos de carretera están cerrados para proteger a los cangrejos, pero, si tienes mucho cuidado, podrás caminar entre las criaturas.   

En lo más profundo de las montañas del norte de Palencia, donde las crestas y los amplios valles se encuentran con brezales y bosques mixtos, vagan los lobos de Europa. Los antiguos pueblos de esta zona están en gran parte desiertos, abandonados a su suerte por osos pardos, jabalíes y manadas de lobos ibéricos, que casi fueron cazados hasta su extinción en la década de 1970.

Naturetrek ha acumulado un conocimiento detallado de la observación de lobos en la zona y ofrece a los aficionados a la naturaleza una gran oportunidad de avistar lobos en Europa. Sus recorridos, que se realizan en gran parte a pie, incluyen alojamiento en hermosas granjas locales y también ofrecen a los huéspedes la oportunidad de avistar raros gatos monteses, jabalíes cascarrabias y poderosos osos pardos cantábricos.

Crystal River, en el norte de Florida, es el único lugar de Norteamérica donde puedes nadar legalmente con estos manatíes de aspecto extraño, que antaño se creía que eran sirenas (Cristóbal Colón dejó constancia de muchos avistamientos de "sirenas" en los cuadernos de bitácora de su barco del siglo XV). 

Las excursiones educativas las organiza el complejo ecológico Plantation on Crystal River y, pensando en la conservación, el gobierno federal sólo permite la "observación pasiva" de los animales mientras nadan o bucean. Esto significa que los huéspedes deben permanecer a una distancia respetuosa de los manatíes mientras están en el agua (aunque a veces se acercan a ellos), permanecer lo más silenciosos y discretos posible, y no se permite tocarlos.

El Parque Estatal de la Isla del Antílope, en Utah, alberga borregos cimarrones, coyotes, antílopes berrendos y una manada de bisontes de 500 ejemplares, que lleva cortando la hierba aquí desde 1893. Una de las mejores formas de desplazarse es en bicicleta de montaña, y puedes recorrer a toda velocidad los senderos del parque para disfrutar de espectaculares vistas del lago y del paisaje de la isla, antes de pasar la noche bajo las estrellas en uno de los espectaculares campings salvajes de la isla.  

Únete a la redada anual de bisontes, que se celebra todos los años en octubre, y serás testigo del espectáculo estremecedor de estas enormes bestias que resoplan mientras galopan a través del paisaje perfumado de salvia, perseguidas por auténticos vaqueros, vaqueras y biólogos de la fauna salvaje que manejan hábilmente la manada a caballo. Las criaturas son reunidas para someterlas a un minucioso chequeo sanitario, salvo los toros especialmente intratables, a los que no se molesta en las llanuras.

Los parques nacionales de la India central están llenos de osos perezosos, leopardos y poderosos tigres de Bengala que merodean por los bosques en un resplandor de ámbar. Evita las multitudes que se reúnen en el Parque Nacional de Ranthambore, en Rajastán, al norte de la India, repleto de vehículos, y elige en su lugar lugares más tranquilos como el Parque Nacional de Kuno y el Parque Nacional de Pench, en Madhya Pradesh. Puede que no sean tan deslumbrantes, pero podrías ser recompensado con un emocionante avistamiento de tigres para ti solo.

La población de tigres de la India ha aumentado en 715 ejemplares desde 2018, con lo que los animales han vuelto del borde de la extinción. Los viajes centrados en la conservación con operadores turísticos como Steppes te permiten observar a los depredadores, colocar cámaras trampa y aprender técnicas de rastreo.

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