Te mostramos los tesoros ocultos en las mejores rutas de viaje por carretera del mundo
Viajes imperdibles
Desde los parajes salvajes de Chile a la clásica Ruta 66, no hay nada como un viaje por carretera para darte la libertad de explorar. Hemos buscado experiencias imperdibles y tesoros ocultos en algunos de los viajes más increíbles del mundo.
Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.
Badlands Loop, Dakota del Sur, EE.UU.
Con sus salvajes cañones, sus dentados pináculos rojos y sus praderas de un verde intenso, el Parque Nacional de Badlands es de una belleza sobrecogedora. La carretera 240, o Badlands Loop, como también se le conoce, es un tramo de 61 km que ofrece unas vistas sobrecogedoras de las rocas arcoíris, sus picos y valles y un agreste paisaje.
Badlands Loop, Dakota del Sur, EE.UU.
Esta idílica ubicación es el hogar de una gran variedad de fauna autóctona, incluida una gran colonia de perritos de las praderas. En la tienda del rancho Badlands puedes comprar cacahuetes y dar de comer a los peludos roedores, pero para verlos en un entorno más salvaje y natural, puedes tomar un desvío de 8 km por un camino lleno de baches desde Sage Creek Rim Road hasta Prairie Dog Town. Siéntate y observa cómo cientos de campeones excavadores corretean por las praderas, entrando y saliendo de su laberinto de agujeros.
Badlands Loop, Dakota del Sur, EE.UU.
Al anochecer, son los cielos nocturnos estrellados de las Badlands los que te seducen con su belleza. Acampa en Cedar Pass y disfruta de las sesiones de observación de estrellas. En julio se celebra el Festival de Astronomía de las Badlands, en el centro de visitantes Ben Reifel del parque, donde podrás enterarte de todo lo que ocurre. En eventos anteriores ha habido observaciones nocturnas con telescopio, con astrónomos a mano para señalar la Vía Láctea, así como otras maravillas de la naturaleza tal como los anillos de Saturno y las lunas de Júpiter.
La Ruta Jardín, Sudáfrica
Desde gloriosas playas hasta exuberantes colinas verdes, la Ruta Jardín traza la costa sudoriental de Sudáfrica. Flanqueada por el océano Índico y verdes montañas, el recorrido de 200 km se extiende desde Mossel Bay, en el Cabo Occidental, hasta Storms River, en el Cabo Oriental, pasando por Knysna, Plettenberg Bay y el Parque Nacional de Tsitsikamma.
La Ruta Jardín, Sudáfrica
Knysna es la joya de la corona de la Ruta Jardín, pero asegúrate de visitar también la tranquila playa de Noetzie, a tan sólo 10 minutos. Hay seis extravagantes "castillos" de propiedad privada enclavados en las frondosas colinas detrás de la playa, algunos de los cuales se pueden alquilar. Juega a ser de la realeza por un día mientras observas cómo nadan los delfines en el océano Índico.
La Ruta Jardín, Sudáfrica
Con bosques salvajes que descienden hasta bahías arenosas, el Parque Nacional de Tsitsikamma es dramático y encantador. Los turistas acuden en masa al puente colgante que cuelga sobre la desembocadura del río Storm, pero si quieres ser un poco más aventurero prueba a remar por el desfiladero.
Ring Road N1, Islandia
Desde relucientes cuevas de hielo hasta playas de ébano y aguas termales sulfurosas, un viaje por carretera por Islandia es un festín para todos los sentidos. Como su nombre indica, la carretera de circunvalación rodea el país y se extiende a lo largo de 1,332 km. Es aconsejable alquilar un 4x4 para hacer este viaje por carretera más cómodo, y las carreteras son infinitamente más transitables entre abril y septiembre.
Ring Road N1, Islandia
Las famosas cascadas de Selfoss y Dettifoss son espectaculares, pero si lo que buscas es un fenómeno de otro mundo, dirígete a las llamadas cataratas de lava de Hraunfossar, al oeste de Islandia. Aquí el agua burbujea desde la corriente de lava de Hallmundarhraun, cayendo al río Hvita.
Ring Road N1, Islandia
Los turistas acuden en masa a la Laguna Azul, pero para un lugar más tranquilo donde relajarte, dirígete a Seljavallalaug, en las tierras altas de la costa sur. Llegar a la piscina geotermal, de la que se dice que es la más antigua de Islandia, implica un pequeño desvío de la carretera de circunvalación y un rocoso paseo de 20 minutos, pero las vistas del valle desde las calientes aguas termales valen la pena.
La Gran Ruta Oceánica, Australia
La Gran Carretera Oceánica de Australia bordea la costa de Victoria hasta la frontera con Australia Meridional, con vistas asombrosas en cada tramo. Empieza en Torquay, Victoria, y sigue una ruta de 243 km hacia el oeste, que pasa por bancos de arena dorada, bosques tropicales verdes y acantilados en picado. Las formaciones rocosas más famosas de la costa se pueden ver en el Parque Nacional de Port Campbell, hacia el final de la ruta, incluidos los Doce Apóstoles. Aunque lamentablemente la erosión se ha encargado de que sólo queden ocho de estas magníficas rocas.
La Gran Ruta Oceánica, Australia
No todo es costa en esta ruta. Con sus gigantescos helechos, altísimos árboles y cascadas, el Parque Nacional de Great Otway es un lugar encantador para explorar en coche. Aquí encontrarás koalas, wallabys e incluso luciérnagas en Melba Gully, un exuberante bosque pluvial templado. Si te apetece una caminata empinada pero gratificante, recorre los 3 km hasta las cataratas Beauchamp, una caída acuática de 20 m menos conocida que está escondida en el bosque.
La Gran Ruta Oceánica, Australia
En cuanto a playas, Bells Beach es famosa por su surf y Apollo Bay es una de las playas más importantes de la zona. Entre Lorne y Anglesea hay muchos tramos magníficos, como Aireys Inlet, una tranquila aldea con un imponente faro y una gloriosa extensión de arena. Explora las piscinas de roca que hay bajo el faro, rema en las olas y sube para hacer un recorrido por la histórica estructura.
El Circuito Vasco, Francia y España
El célebre Circuito Vasco de 480 km serpentea por los escarpados paisajes del norte de España y el suroeste de Francia, desde Bilbao a Pamplona y hasta los Pirineos, antes de descender hacia Biarritz y bordear el Golfo de Vizcaya, contemplando los muchos esplendores de San Sebastián (en la foto) por el camino.
El Circuito Vasco, Francia y España
Comienza tu viaje en la ciudad vasca de Bilbao, famosa por su arte, arquitectura y gastronomía. Mientras las hordas descienden al famoso Guggenheim Bilbao, también vale la pena visitar el más discreto Museo de Bellas Artes de Bilbao, con obras maestras de Velázquez, El Greco y Murillo. Llévate un paraguas, porque en Bilbao llueve unos 12 días al mes.
El Circuito Vasco, Francia y España
Con su amplia franja de arena dorada y sus restaurantes de primera categoría, Biarritz, en la costa francesa, es una parada chic. Pero si quieres algo más inusual, desvíate a Espelette, un pueblo situado a unos 22 km hacia el interior. Su principal producto de exportación son los pimientos rojos secos, muy apreciados por los grandes chefs. Hacia el final del verano, estos vibrantes pimientos de Espelette adornan las tradicionales casas y tiendas vascas del pueblo mientras se cuelgan a secar.
De Montreal a la Península de Gaspé, Quebec, Canadá
Este viaje de nueve horas recorre la orilla norte del río San Lorenzo, hasta la ciudad de Quebec (en la foto). Desde aquí, la carretera bordea la orilla sur del río antes de llegar a la península de Gaspé, con sus fabulosas montañas, Chic Choc.
De Montreal a la Península de Gaspé, Quebec, Canadá
¿Viajas en invierno? Puedes refugiarte en el espectacular Hotel de Glacé, un lujoso hotel hecho enteramente de hielo, al norte de la ciudad de Quebec. Se necesitan 60 personas quienes tardan 45 días en construirlo, y sólo dura de enero a marzo. Al día siguiente, recupera tus fuerzas en Trois-Pistoles, donde podrás comprar pan recién hecho, bollería y queso en la famosa Fromagerie des Basques.
De Montreal a la Península de Gaspé, Quebec, Canadá
Una vez en la península, si tienes suerte puedes avistar ballenas azules y jorobadas entre otros cetáceos en el golfo de San Lorenzo y no te olvides de visitar el carmesí Pointe A La Renommee, uno de los 43 faros de Quebec. Aventúrate a la mina a cielo abierto de Mont Lyall donde, armado con un martillo de pico y un cubo, recogerás geodas por docenas y luego, el cantero residente abrirá tus rocas más prometedoras, revelando sus destellos ocultos.
La Carretera del Océano Atlántico, Noruega
Puede que sólo tenga 8.3 km de largo, pero con sus vistas panorámicas del mar y sus curvas y revueltas de montaña rusa, la Carretera del Océano Atlántico de Noruega hará que tu adrenalina suba tan alto como las águilas que vuelan por encima. Está formada por ocho puentes que unen 17 islotes de los Fiordos Occidentales con el continente en Eide.
La Carretera del Océano Atlántico, Noruega
Haz una parada en la Taberna Bjartmars Favorittkro, con su tejado cubierto de hierba. Aquí podrás saborear un guiso de bacalao capturado en la zona y contemplar las tormentas. Conducir por aquí en invierno puede parecer peliagudo, ya que las olas del mar bañan la carretera. Para una perspectiva diferente, recorre la carretera en ambas direcciones y, si te detienes en uno de los miradores por la noche, puede que veas la Aurora Boreal.
La Carretera del Océano Atlántico, Noruega
Entre las atracciones obvias están la observación de la fauna y la pesca desde las pasarelas especialmente construidas para ello, pero si deseas una vista incomparable prueba buceando en las cristalinas aguas del Atlántico. Strømsholmen ofrece inmersiones guiadas en la zona y organiza expediciones de pesca en las que probablemente se pesque bacalao, abadejo, caballa y fletán.
Ruta 66, EE.UU.
La Ruta 66 es el viaje por carretera estadounidense por excelencia. Conecta Chicago con Los Ángeles, a través de 3,945 km y ocho estados, y transporta a los viajeros a una época pasada llena de elementos kitsch de la estética clásica americana. Piensa en carteles de neón, gasolineras y moteles retro, idealmente todo ello vivido al volante de un Mustang.
Ruta 66, EE.UU.
Para ver un trozo clásico de la historia de la Ruta 66, párate a hacer una foto en la gasolinera Texaco de Ambler, en Dwight, Illinois. En su día fue la gasolinera más antigua de la carretera, pero fue donada al pueblo de Dwight y restaurada con mucho cariño. Aunque no hay gasolina, ¡así que llena el tanque en otra parte!
Ruta 66, EE.UU.
Los aficionados al Salvaje Oeste deben dirigirse a Holbrook, Arizona. Pasea por la calle Bucket of Blood de Holbrook, llamada así porque dos grupos rivales de vaqueros protagonizaron aquí un sangriento tiroteo en 1886. Alójate en uno de los gigantescos wigwams del estrafalario Motel Wigwam, un lugar con mucho carácter.
Costa Norte 500, Escocia
Apodada la respuesta escocesa a la Ruta 66, la North Coast 500 recorre la costa de las Highlands del Norte, pasando por vastos lagos, encantadores castillos, playas de arena blanca y espectaculares acantilados. La ruta de 800 km (500 millas) comienza y termina en Inverness, la capital de las Highlands.
Costa Norte 500, Escocia
Puede que estén en la popular ruta turística, pero el castillo de Urquhart y el lago Ness merecen ser visitados. Entre los lugares favoritos de los habitantes de Inverness están las Islas Ness, conectadas por una serie de bonitos puentes colgantes en medio del río. Después, dirígete a la inmensa librería de segunda mano Leakey's, y luego al Milk Bar para tomar un helado artesanal de las Highlands.
Costa Norte 500, Escocia
Las masas se dirigen a John O'Groats, bajo la idea errónea de que es el extremo más septentrional de Gran Bretaña. En realidad, el galardón es para el menos conocido Dunnet Head, al que se accede por una carretera de una sola pista. Con su brillante faro blanco encaramado en lo alto del Atlántico, vistas de las islas Órcadas y la posibilidad de avistar frailecillos, el viaje vale la pena.
Carretera Austral, Chile
Esta ruta no es para cobardes y es imprescindible un 4x4, pero la Carretera Austral es el mejor viaje por carretera de Chile. Esta épica carretera serpentea por unos 1,200 km a través de Chile, entre los altos Andes y la costa del Pacífico, pasando por volcanes nevados, glaciares helados, bosques frondosos y lagos cristalinos.
Carretera Austral, Chile
Sin carreteras y con electricidad limitada, Caleta Tortel – en el extremo sur de la carretera – es verdaderamente remota. Situado en una lechosa bahía de jade en la desembocadura del río Baker, este pueblo pesquero de madera es encantador. Adéntrate aún más en la naturaleza salvaje con un viaje en barco de tres horas al glaciar Ventisquero Steffens.
Carretera Austral, Chile
Sí, es un placer para las multitudes, pero no te pierdas la fuerza bruta de las cataratas de Petrohué, con el asombroso volcán Osorno como telón de fondo. Contrata un barco para que te lleve a El Rincón, y luego camina tres horas por la selva y puentes colgantes hasta las aguas termales de Callao. Alivia tus músculos con un relajante baño en los termales, antes de regresar.
¿Te ha gustado? Haz clic en el botón de Seguir arriba para ver más historias fantásticas de loveEXPLORING.
Comments
Be the first to comment
Do you want to comment on this article? You need to be signed in for this feature