Los retratos que revelan la fascinante evolución de nuestros antepasados humanos
De vuelta a la vida
Los libros de historia intentan contarnos cómo era la vida hace miles de años, pero por muy detalladas que sean las descripciones no son lo mismo que ver una imagen. Sin embargo, hoy en día tan solo basta con visitar un museo y podrás mirar a la cara a tus antepasados, más o menos. Muchos museos exponen retratos muy realistas de personas antiguas, desde reconstrucciones faciales de humanos prehistóricos hasta "retratos de momias" del antiguo Egipto y frescos pompeyanos.
Sigue leyendo para conocer a personas que vivieron y murieron hace muchos años, desde los jornaleros del Neolítico hasta la llamada "Doncella de Hielo Inca"...
Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.
Busto de Krijn, Doggerland, Países Bajos
Este joven neandertal vagó una vez por Doggerland, una tierra prehistórica ahogada frente a la costa de los Países Bajos. Utilizando una sola pieza de su cráneo – un hueso de la parte inferior del ojo de unos 50,000 a 70,000 años de antigüedad – los paleoartistas construyeron este busto realista de él. Krijn, como se le conoce hoy en día, tenía una protuberancia sobre el ojo derecho (en realidad un pequeño tumor benigno), se alimentaba a base de carne y era de constitución fuerte y robusta.
Hombre Cromañón, Dordoña, Francia
Uno de los primeros humanos anatómicamente modernos que se asentaron en Europa, el hombre representado en esta reconstrucción facial muestra el aspecto que tenían algunos de nuestros antepasados homo sapiens hace 40,000 a 10,000 años atrás. Los restos óseos de este hombre prehistórico fueron descubiertos en el abrigo rocoso de Abri Cro-Magnon, en Les Eyzies (Francia), y cobraron vida en el Royal Pavilion and Museums de Brighton. Estos primeros humanos modernos que convivieron con los neandertales.
Busto del Hombre de Cheddar, Somerset, Inglaterra, Reino Unido
El hombre de Cheddar, el esqueleto humano completo más antiguo hallado en Gran Bretaña, vivió y murió hace unos 10,000 años, en una época en que Gran Bretaña aún estaba físicamente unida al continente europeo por tierra. Los restos de este cazador-recolector mesolítico se recuperaron de la cueva de Gough, en la garganta de Cheddar, Somerset, en 1903, y en 2018 unos científicos que trabajaban con el Canal 4 de televisión en el Reino Unido midieron y escanearon su cráneo para recrear su aspecto. Tenía la piel oscura, los ojos pálidos y el pelo castaño oscuro. Dato curioso: los europeos eran intolerantes a la lactosa en esta época.
Ludvig, Motala, Suecia
Utilizando un cráneo de 8,000 años de antigüedad y pruebas genéticas, el arqueólogo y escultor Oscar Nilsson reconstruyó a este hombre del Mesolítico – apodado "Ludvig" – de tez pálida, ojos azules y largo pelo castaño. El cráneo se descubrió junto con otros nueve en Motala, y el de Ludvig estaba curiosamente empalado en una estaca de madera, lo que lo convierte en el primer hallazgo de este tipo. Este cazador-recolector tenía unos 50 años cuando murió y presentaba una prominente herida de dos centímetros en la parte superior del cráneo; sin embargo, la lesión había mostrado signos de curación, por lo que puede no haber sido lo que le mató.
Hombre de Stonehenge, Wiltshire, Inglaterra, Reino Unido
Basada en un esqueleto de 5,500 años de antigüedad hallado en la zona de Stonehenge, se cree que esta reconstrucción facial apodada el "Hombre de Stonehenge" muestra el aspecto de un hombre neolítico hace miles de años. Se cree que nació alrededor del año 3000 a.C. en Gales, se trasladó a Stonehenge a los tres años y murió entre los 25 y los 40 años. Curiosamente, sus restos mostraban pocos signos de trabajo manual y fue enterrado en una elaborada tumba. Los expertos atribuyeron al Hombre de Stonehenge rasgos musculosos, ojos color avellana y pelo castaño oscuro con toques de pelirrojo, para reflejar sus (probables) orígenes celtas.
Mujer Whitehawk, Brighton, Inglaterra, Reino Unido
El esqueleto de esta mujer neolítica se encontró en los antiguos túmulos funerarios de Whitehawk Hill, el monumento más antiguo de Brighton. Esta increíble reconstrucción facial muestra el aspecto que pudo tener la Mujer de Whitehawk en vida, en algún momento entre el 3650 y el 3520 a.C. Se cree que creció cerca de Gales, recorrió una gran distancia hasta Sussex Oriental y tenía entre 19 y 25 años cuando murió. Se cree que la Mujer de Whitehawk pudo morir durante el parto, ya que se encontraron restos de un feto en su zona pélvica.
Busto de Hinat, Hegra, Arabia Saudita
A unos 586 km al sur de Petra (el emblemático asentamiento nabateo de Jordania) se encuentra la ciudad de Hegra, de 2,000 años de antigüedad, la segunda ciudad del reino nabateo. En 2008, los arqueólogos descubrieron una antigua tumba excavada en la roca que contenía restos humanos, con una inscripción (datada en 60-61 a.C.) sobre la entrada de la tumba dedicada a una mujer llamada Hinat. El análisis del esqueleto que se creía que era Hinat reveló que tenía entre 40 y 50 años en el momento de su muerte, medía 1.60 m de altura y era de clase social media. Siguiendo el consejo de expertos y la interpretación artística, este busto reconstruido representa a Hinat llevando joyas reproducidas y lino tejido auténtico para la época.
El hombre de Stafford Road, Brighton, Inglaterra, Reino Unido
Con su fuerte bigote y su larga cabellera, este hombre anglosajón vivió hacia el año 550 d.C. Descubierto en una tumba de Brighton, los arqueólogos averiguaron que tenía más de 45 años, medía 1.75 m y probablemente murió de problemas dentales debidos a múltiples abscesos bucales. También encontraron armas en su tumba, lo que sugiere que era un guerrero.
Reina Huarmey, Lima, Perú
En 2012, se descubrieron los restos óseos de esta noble wari en un mausoleo piramidal al norte de Lima, enterrados en una cámara privada. El pueblo Wari vivió en esta región peruana entre los años 700 y 1000 d.C., mucho antes de que los incas se alzaran con el poder. Vivió hace unos 1,200 años y murió en torno a sus 60 años – esta detallada reconstrucción facial se basa en una digitalización de su cráneo. Apodada la Reina de Huarmey, lleva unos pendientes que son una réplica exacta de los encontrados en su tumba.
Estrid Sigfastdotter, Estocolmo, Suecia
En la foto aparece Estrid Sigfastdotter, quién nació en el siglo XI en el seno de una familia poderosa y rica. Debido al elevado número de piedras rúnicas con su nombre (normalmente estaban dedicadas a hombres poderosos), los expertos creen que Estrid era una mujer influyente y probablemente la cabeza de su familia. Aunque la esperanza de vida en aquella época era de 35 años, Estrid vivió hasta alrededor de los 80, la edad que se representa en esta reconstrucción facial conservada en el Museo del Condado de Estocolmo.
Busto del rey Ricardo III, Leicester, Inglaterra, Reino Unido
Este busto del rey Ricardo III – cuyos restos se encontraron enterrados bajo un aparcamiento actual de Leicester en 2012 – se basa en una imagen escaneada de su cráneo. Los resultados del ADN mostraron que el rey inglés del siglo XV tenía una probabilidad del 96% de tener los ojos azules. A diferencia de los retratos del rey en la época de los Tudor, en los que solía tener el pelo oscuro, los resultados del ADN indicaron que tenía un 77% de probabilidades de ser rubio.
Doncella de Hielo Inca, Arequipa, Perú
En 1995, unos arqueólogos descubrieron la momia congelada de una adolescente inca en el volcán Ampato, en lo alto de los Andes peruanos. Se cree que la niña – conocida como "Juanita" o "la Doncella de Hielo Inca" – fue sacrificada como parte de un ritual tras una erupción volcánica hace unos 500 años. Dicho sacrificio habría honrado a su familia, que la habría venerado durante generaciones. En 2023, un equipo de científicos peruanos y polacos desveló una reconstrucción de su rostro en la Universidad Católica de Santa María de Arequipa, utilizando estudios de ADN, escáneres corporales, medidas del cráneo y características etnológicas para fundamentar su investigación.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Cuando Egipto formaba parte del Imperio Romano, se produjo una fusión de antiguas tradiciones y nuevas tendencias, como estos "retratos de Fayum" (llamados así por la zona al sur de El Cairo donde se encontraban con frecuencia), que se hicieron populares entre los siglos I y III d.C. Se sabe que existen unos 900. Se cree que estos paneles pintados se exponían originalmente en la casa del retratado en vida, antes de ser trasladados a su momia una vez muerto. Se colocaban sobre el rostro de la momia y se sujetaban con vendas de lino; en la foto, una momia con un retrato típico de Fayum, que data de los años 80 a 100 d.C.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
En este retrato del Museo Británico, el artista ha utilizado pintura encáustica (una antigua técnica griega en la que se mezcla cera de abeja con pigmentos) para crear este retrato de Fayum de un hombre vestido con una túnica blanca con una franja morada. La pintura es inusualmente espesa y, en algunos lugares, se ha aplicado con los dedos. Con el pelo muy rizado y la forma más redondeada de la cara, el hombre se parece un poco al emperador romano Tito (79-81 d. C.), quién reinaba más o menos en la época en que se hizo este retrato de momia.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Nos atraen al instante los grandes ojos de esta joven, complementados con espesas pestañas. Lleva una corona funeraria dorada – un accesorio funerario típico en la antigua Grecia y el Imperio Romano – que el artista aplicó utilizando finas láminas de oro. Fechado entre los años 90 y 120 d.C., el fondo del retrato de Fayum también era dorado, lo que, según el Museo MET de Nueva York, refleja "su estatus divino".
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Fechado entre los años 100 y 130 d.C., se trata de un raro ejemplo de retrato de doble cara de Fayum, ahora en la colección del Museo Ashmolean de la Universidad de Oxford. Aunque los retratados no se parecen mucho, se cree que el artista representó a la misma persona, ya que tienen rasgos faciales similares, joyas y el pelo negro recogido en rizos apretados. El artista utilizó pintura encáustica sobre un panel de madera caliza para crear este retrato de momia único en su género.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Este retrato de estilo griego de Fayum de una anciana presenta contornos afilados para el entrecejo, los pómulos y las cejas. Creada hacia 100-125 d.C., lleva un par de pendientes en forma de gota y una túnica de color rojo oscuro, y aún pueden verse algunos trazos de oro que quedan en su corona funeraria.
Retratos de momias, Antinoópolis, Egipto
Este extraordinario retrato de momia, que data del año 100-150 d.C., fue descubierto en Antinoópolis, una antigua ciudad de la orilla oriental del Nilo fundada por el emperador romano Adriano (117-138 d.C.). Desde su descubrimiento, a la mujer del cuadro se la conoce como "L'Europeenne", que significa "La Europea", simplemente por su tez pálida. Lo que hace que este panel funerario destaque es la enorme cantidad de dorado que, inusualmente, cubre la zona del cuello y el pecho, además de la cabeza. Puedes verlo expuesto en el Louvre de París, junto a otros retratos de momias.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
En este retrato de Fayum del año 100-150 d.C. aparece Eutiques, un joven adolescente vestido con una túnica romana blanca con una franja morada sobre el hombro derecho. Fíjate bien en la inscripción griega garabateada a lo largo del escote de la túnica. Esta indica su nombre y su condición de liberto, pero los eruditos aún no saben si la parte al final de la inscripción en la que se lee "Yo firmé" es la firma del pintor (lo que sería raro) o si se trata del acto de liberación de Eutiques de la esclavitud.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Hay muchos detalles pequeños pero perspicaces en este retrato de Fayum. El peinado recogido de esta joven era la moda típica durante el reinado del emperador romano Adriano, y el panel del retrato data de 120-140 d.C. Los "anillos de Venus" de su cuello muestran su belleza juvenil y lleva un collar amuleto de lúnula, que solían llevar las jóvenes hasta el matrimonio como protección contra el mal. También verás que el borde no está dorado: esta parte del panel se habría cubierto con envolturas de momia.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Utilizando pinceladas libres en lugar de contornos llamativos, hay algo casi místico en este retrato de Fayum de un hombre de rostro delgado. Fechado entre 140 y 170 d.C., el artista se ha centrado en su mirada directa, los labios entreabiertos y los mechones de pelo húmedo pegados a la frente. La corona dorada y el fondo se habrían añadido una vez colocado el panel.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Se cree que este retrato de Fayum, creado hacia 140-160 d.C., representa a un sacerdote de Sarapis, una divinidad grecoegipcia. El hombre barbudo dirige al espectador una mirada intensa, quizá queriendo asegurarse de que no pasa desapercibida su diadema con una estrella de siete puntas. Esto, junto con la cuidadosa disposición de tres mechones de pelo bajo ella, era una asociación típica con el culto a Sarapis.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Descrito por el Museo de Brooklyn como el retrato de una noble, aquí vemos a una mujer joven sobre un fondo gris azulado claro. Creado hacia el año 150 d.C., el artista pintó a la mujer con ropas de estilo romano, y el retrato acabó entretejiéndose en una momia egipcia tradicional. Gracias al clima seco de Egipto y a que estuvo enterrado en la oscuridad durante tantos años, este retrato bien conservado no ha sido restaurado, lo que significa que aún puedes contemplar el color vivo original y la representación realista miles de años después.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Este retrato de Fayum representa a un hombre vestido con una prenda blanca de estilo romano con la típica banda morada forrada sobre un hombro. El artista utilizó pintura encáustica, y el sujeto mira directamente al espectador. Fechado a finales del siglo I d.C., este retrato de momia es más recatado que muchos otros, y se puede apreciar la ausencia de la corona dorada y el fondo. Puedes verlo expuesto en el Museo de Arte Walters de Baltimore, Maryland.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
No puedes evitar sentirte atraído por los enormes ojos de este hombre: pintar sujetos con ojos grandes era el estilo romano preferido en la época. Fechado entre 160 y 180 d.C., el artista utilizó pintura encáustica para representar la barba espesa, el pelo negro y tupido y las mejillas definidas del difunto.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Este retrato de Fayum utiliza una paleta de colores más claros para representar a un hombre joven, con un ligero bigote sobre el labio superior que nos indica que se acercaba a la edad adulta. Creado entre 190 y 210 d.C., notarás que su ojo derecho muestra algo parecido a un corte quirúrgico. El Museo MET describe esta peculiaridad anatómica como "una anomalía que ha sido operada". Con las cicatrices quirúrgicas del sujeto, éste es uno de los retratos de momias más singulares que se exponen.
Retratos de momias, Fayum, Egipto
Aunque este retrato de Fayum se hizo más tarde que otros (hacia el año 250 d.C.), podría decirse que carece de profundidad y realismo. En lugar de utilizar pintura encáustica, el artista empleó temple, una técnica pictórica más antigua. Sobre uno de los hombros del anciano está sentado Horus, el dios halcón egipcio, y sobre el otro un carnero, que representaba a una deidad del inframundo. Puedes ver los cinco agujeros perforados alrededor del borde del panel; esto sugiere que el retrato se ató a la momia o al ataúd en lugar de introducirse con las envolturas.
Frescos, Pompeya, Italia
Con un estilete (utensilio de escritura) en los labios, como si estuviera pensativa, y una tablilla de cera en la otra mano, muchos suponen que se trata de una pintura de Safo, la famosa poetisa griega de la isla de Lesbos. Pero este fresco representa en realidad a una mujer de la alta sociedad de Pompeya, la antigua ciudad romana que pereció tras la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.. Se trata de una mujer claramente adinerada, adornada con cabellos ensartados en oro y grandes pendientes de oro. Se cree que este mural data del año 50 d.C., y se conserva actualmente en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
Frescos, Pompeya, Italia
Este fresco pompeyano representa a un joven que está demasiado absorto en sus propios pensamientos como para mirar al espectador. Lleva una corona de laurel verde y sostiene un rotulus, un tipo de documento escrito. Fechado entre los años 50 y 79 d.C., fue creado durante una fase de la pintura pompeyana centrada en diseños más intrincados, similares a los del fresco de Safo. Este fresco habría adornado la zona central de una pared y se habría colocado sobre un fondo blanco para dar la impresión de ser un cuadro enmarcado.
Frescos, Pompeya, Italia
Esta pintura mural de un matrimonio fue hallada enterrada entre los escombros de Pompeya. El retrato doble es el único de este tipo en la zona y muestra tanto a Terentius Neo – un panadero – como a su esposa, como alfabetizados y cultos. Terentius sostiene un rollo de papiro, mientras que su esposa sostiene un estilete y una tablilla de escritura. El hecho de que ella sostenga herramientas de poder, unido a que se sitúa ligeramente por delante de su marido, sugiere que se consideraban como iguales, lo que era inusual en esta época.
Mosaico, Pompeya, Italia
Es difícil no sentirse impresionado por este increíble mosaico de una mujer romana; mira cómo el artista ha conseguido representar incluso el brillo de sus labios. La mujer, de rostro recto, lleva un collar y ropas decoradas, lo que nos indica que pertenecía a una familia adinerada, lo que también es evidente cuando se considera el extraordinario detalle y la gran calidad de la elaboración de este mosaico. Hallado en Pompeya y datado en algún momento del siglo I d.C., lo más probable es que el mosaico se expusiera en las paredes de una casa privada, y hoy se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
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