Siempre nos ha intrigado cómo viven las familias reales en su día a día, no solo las grandes ceremonias y apariciones públicas, sino lo que ocurre entre bastidores.
Desde instantáneas poco comunes de los miembros de la realeza británica y rusa de vacaciones juntos a finales del siglo XIX hasta la princesa Grace posando con su caniche en su apartamento de Nueva York en la década de 1950, estas fotos nos permiten echar un vistazo a la vida cotidiana de la realeza.
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Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveEXPLORING.
Emperador de Austria y rey de Hungría, Croacia y Bohemia (ahora parte de la República Checa), Francisco José I reinó durante 68 años en un periodo de intensa agitación hasta su muerte en 1916 en el palacio de Schönbrunn, cerca de Viena.
Aquí lo vemos en su estudio, en una de las mansiones más grandiosas del mundo, donde el mobiliario y la decoración sencillos reflejan el carácter austero y serio del líder.
El pequeño retrato a la izquierda del escritorio muestra a su hijo, el príncipe heredero Rodolfo, que puso fin a su vida a los 30 años.
Sentados en el lujosamente decorado Palacio Real de Mandalay, el rey Thibaw y la reina Supayalat fueron los últimos monarcas reinantes de Birmania, o Myanmar, como se conoce hoy en día. A la derecha de la reina está su hermana, la reina consorte menor Supayalay.
Tras solo siete años en el trono, perdieron el control de la región a manos del ejército colonizador británico en 1885 y se vieron obligados a abdicar.
El palacio estaba construido en madera de teca y contaba con una torre de vigilancia de 24 metros, que aún se conserva.
No es habitual ver a la reina Victoria de Inglaterra en un entorno tan íntimo. Aquí aparece con agujas de tejer en la mano, junto a su hija menor, la princesa Beatriz, que le lee el periódico en voz alta.
Beatriz era conocida cariñosamente como "Baby" y fue la compañera inseparable de la reina en sus últimos años.
La imagen fue tomada después del desayuno en el salón de la reina, repleto de cuadros, fotografías y diversos objetos de arte.
Otra toma de la prestigiosa fotógrafa danesa Mary Steen muestra a la reina Victoria ofreciendo un almuerzo en el salón Oak, de estilo gótico, en el castillo de Windsor. La celebración era en honor de su hija, la princesa Beatriz, su marido, el príncipe Enrique de Battenberg, y sus hijos.
Dos sirvientes indios flanquean la chimenea, sobre la que cuelga un retrato de la reina realizado por Heinrich von Angeli. La reina tenía mucho interés en contratar sirvientes de la India después de ser nombrada emperatriz en 1876.
Las familias reales británica y rusa tenían fuertes lazos y eran parientes cercanos. Aquí, el último zar de Rusia, Nicolás II, y su esposa, Alexandra, visitan a la reina Victoria en Balmoral en 1896 con su hija pequeña, Olga. También aparece en la foto el príncipe de Gales.
El zar y la zarina, que era nieta de la reina Victoria, llegaron en el yate imperial y se quedaron dos semanas en el castillo escocés que, según se dice, se consideró como posible residencia para los Romanov después de la Revolución Rusa de 1917.
Al considerar que la propiedad era demasiado remota para la realeza rusa, se dice que Jorge V abandonó la idea y su oferta de asilo en Gran Bretaña.
Este retrato poco común captura a las familias reales británica y rusa juntas en Osborne House, en la isla de Wight, Reino Unido, e ilustra la estrecha relación entre las dos familias en un momento de estabilidad, que pronto se vería truncada por la guerra y la revolución.
En el centro de la imagen se encuentran el zar Nicolás II y su primo hermano, el rey Eduardo VII, el hijo mayor de la reina Victoria, que creció en Osborne House y falleció al año siguiente.
Le sucedió Jorge V, en el extremo derecho de la imagen, que guarda un parecido sorprendente con el zar. Eran primos hermanos, por supuesto.
Cuando Nicolás II ascendió al trono de Rusia en 1894, él y su nueva esposa, Alexandra, decidieron convertir el Palacio de Alejandro, construido por Catalina la Grande al sur de San Petersburgo, en su residencia principal.
Esta imagen de archivo muestra a sus hijas mayores, todas ellas grandes duquesas, disfrutando de una comida en el balcón.
Dos años después de que se tomara esta fotografía, toda la familia Romanov fue ejecutada por soldados bolcheviques en el sótano de una casa en Ekaterimburgo.
Esta fotografía del rey Alfonso XIII y su familia fue tomada en su residencia de verano, el Palacio Real de La Magdalena, en Santander, al norte de España.
Victoria Eugenia —conocida como Ena—, nieta de la reina Victoria, sentía un profundo cariño por este lugar. Su arquitectura y entorno le recordaban a Inglaterra, donde creció antes de convertirse en reina consorte de España.
Alfonso XIII reinó entre 1886 y 1931. Durante sus últimos años en el trono apoyó la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Tras la proclamación de la Segunda República, se exilió en Roma, donde falleció en 1941.
Otto von Habsburgo (a la derecha en la imagen), heredero del desaparecido Imperio austrohúngaro, fue uno de los últimos grandes nombres de la historia dinástica europea. Tras la caída del imperio y el exilio de los Habsburgo en 1919, Otto pasó buena parte de su vida fuera de Austria.
Aquí aparece junto a sus hermanos en la Villa Uribarren de Lequeitio, una elegante residencia costera en el País Vasco. Con vistas al golfo de Vizcaya y rodeada de terrazas y salones señoriales, la villa fue un regalo de sus partidarios tras la muerte de su padre, el emperador Carlos I, último monarca de Austria. Durante años, se convirtió en su refugio frente al destierro.
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Cuando la princesa Nagako se casó con el príncipe Hirohito en 1924, él era el Hijo del Cielo, el 124º descendiente directo de la diosa del sol.
El suyo fue el matrimonio imperial más largo de la historia de Japón, con una duración de casi 65 años, hasta la muerte del emperador en 1989.
La pareja fue fotografiada aquí poco después de su boda en la residencia del príncipe heredero, el palacio neobarroco de Akasaka. Se ha comparado con el Palacio de Buckingham y ahora sirve como residencia oficial para dignatarios visitantes.
La habitación tiene un precioso papel pintado con motivos florales y pájaros reales en una jaula ornamentada a la derecha de la imagen.
Stornoway, en Ottawa, actual residencia oficial del líder de la oposición canadiense, se convirtió en el hogar de la familia real neerlandesa en el exilio en 1941, tras la invasión de los Países Bajos por el ejército alemán en mayo de 1940.
El príncipe Bernhard, con la princesa Marguerite Francisca en brazos, aparece junto a su esposa, la princesa Irene, la princesa heredera Juliana, la reina Wilhelmina (de pie) y la princesa Beatriz.
También fue el hogar temporal del ex primer ministro canadiense Justin Trudeau cuando su padre, Pierre Trudeau, perdió las elecciones en 1979.
Estamos acostumbrados a ver a la familia real japonesa en ocasiones más formales, pero esta encantadora fotografía muestra a la hija del emperador Hirohito, Kazuko, preparando la cena en la Villa Imperial de Kioto mientras sus hermanas, Atsuko y Takako, la observan.
También conocida como Shugaku-In, la antigua villa fue construida en 1659 como ermita para el emperador retirado Go-Mizunoo, y consta de tres edificios tradicionales y jardines japoneses con vistas a las montañas circundantes.
Aquí vemos a la reina Juliana y al príncipe Bernhard de los Países Bajos con sus cuatro hijas en el palacio de Soestdijk, en la provincia de Utrecht.
Construido originalmente como pabellón de caza en 1650, el palacio fue ampliado y embellecido en gran medida bajo el reinado de Guillermo II. Fue la residencia permanente de la reina Juliana y el príncipe Bernhard hasta su muerte en 2004.
Entre sus antiguos residentes se encuentran Napoleón Bonaparte y Guillermo II de los Países Bajos, en reconocimiento a sus servicios en la batalla de Waterloo.
La vida de la estrella de Hollywood Grace Kelly cambió para siempre el día que se casó con el príncipe Rainiero en abril de 1956. Aquí vemos a la recién casada princesa Grace en la ventana de su apartamento de la Quinta Avenida, preparándose para partir hacia Mónaco.
Está con su caniche francés, Oliver, que pronto se reunirá con ella en el Palacio del Príncipe, en Montecarlo, residencia oficial de la familia Grimaldi desde hace más de 700 años.
Tras una ceremonia civil celebrada en el Salón del Trono del palacio, con su escalera de mármol y sus ornamentados arcos, la pareja se casó en la cercana catedral de San Nicolás. Entre los invitados se encontraban el magnate griego Aristóteles Onassis y los actores Cary Grant y Ava Gardner.
No pasó mucho tiempo antes de que naciera su primera hija, la princesa Caroline, en enero de 1957. Luego, en marzo de 1958, nació Alberto, a quien vemos aquí con su madre en casa.
Según los informes, la suite infantil de los pequeños miembros de la realeza constaba de una sala de juegos, un dormitorio, una cocina y un cuarto de baño.
Estaba en la planta baja del Palacio del Príncipe, con vistas al jardín trasero y al Mediterráneo. Tenía paredes de color amarillo pálido, suelos de mármol y muebles blancos.
Esta entrañable imagen muestra al entonces príncipe Juan Carlos de Borbón junto a la princesa Sofía y sus hijos en el Palacio de la Zarzuela, su residencia oficial desde su boda en 1962. La escena familiar tiene lugar en una sala decorada con esmero, donde Juan Carlos juega al fútbol con la infanta Cristina, mientras el pequeño Felipe observa desde detrás de una bicicleta de juguete. La infanta Elena, su hija mayor, está fuera de plano.
El palacio, situado a las afueras de Madrid, data de la década de 1630 y fue restaurado en los años 60 por el arquitecto Diego Méndez. Juan Carlos I reinaría desde 1975 hasta su abdicación en 2014, y en 2020 abandonaría España tras verse envuelto en un escándalo financiero, instalándose en Abu Dabi.
El rey Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia de Suecia miran con adoración a su primogénita, la princesa Victoria, el día de su bautizo en el Palacio Real de Estocolmo en septiembre de 1977.
Ella obtuvo el título de princesa heredera en 1980, cuando la ley de sucesión se hizo neutra en cuanto al género y se aplicó con carácter retroactivo.
Al igual que el Palacio de Buckingham, el Palacio Real se reserva más para funciones oficiales y fotografías, mientras que el rey y la reina prefieren vivir en el cercano Palacio de Drottningholm, en la isla de Lovön.
Sin duda, el príncipe Rainiero y la princesa Grace hubieran preferido un matrimonio más aristocrático para su hija, la princesa Carolina (en el centro de la imagen). Según se rumoreaba, el príncipe Carlos de Inglaterra, ahora rey Carlos III, era su candidato favorito.
Sin embargo, parecían muy felices cuando anunciaron su compromiso con el banquero Philippe Junot en agosto de 1977 frente al Palacio del Príncipe en Mónaco.
El palacio, inspirado en el Renacimiento italiano, sería también el escenario de la boda de la joven de 21 años el siguiente mes de junio. La princesa Grace murió en un trágico accidente de coche poco más de cuatro años después, en septiembre de 1982, a la edad de 52 años.
Durante su viaje a Oriente Medio en 1986, el príncipe Carlos y la princesa Diana asistieron a una recepción oficial en el palacio Al Yamamah de Riad, ofrecida por el rey Fahd de Arabia Saudí.
La espectacular residencia cuenta con mil habitaciones, suelos de mármol italiano, puertas doradas y lámparas de araña brillantes.
A pesar del opulento entorno, todas las miradas se centraron en la princesa, sobre todo porque llevaba un impresionante vestido diseñado por David y Elizabeth Emanuel, los creadores de su vestido de novia.
En esta imagen de 1987, el rey Juan Carlos recibe en el Palacio de Marivent, en Mallorca, al entonces príncipe y la princesa de Gales, acompañados por sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, y otros miembros de la familia real española. Fue una de varias visitas que la pareja británica hizo a la residencia de verano del rey.
El palacio, de estilo mediterráneo con inspiración italiana, fue propiedad del ingeniero egipcio John Saridakis, quien lo donó a la isla con la condición de que su colección de arte se exhibiera y que los jardines —que incluyen 12 esculturas de Joan Miró— se abrieran al público cuando la familia real no estuviera presente.
La vida de la reina Rania de Jordania cambió de la noche a la mañana cuando se casó con el príncipe Abdullah, el hijo mayor del rey Hussein y su segunda esposa, la princesa Muna, en 1993.
Esta licenciada en Empresariales no esperaba convertirse en reina, ya que Abdullah no iba a heredar el trono. Sin embargo, su padre cambió de opinión a su favor antes de morir en 1999.
La boda fue una gran celebración, pero aquí vemos a la reina Rania en un ambiente más relajado, jugando con sus hijos en el jardín del palacio Al Barakah.
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