Además de representar el mundo que conocemos hoy en día, los mapas ofrecen una forma única contar la historia.
Un ejemplo excelente de ello es Estados Unidos, que cambió extraordinariamente en un periodo de tiempo relativamente corto. Desde los días del "Nuevo Mundo" hasta las turbulentas guerras que forjaron la identidad estadounidense, todo ha sido capturado por los cartógrafos a lo largo de los siglos.
Sigue leyendo para ver los mapas históricos que muestran cómo ha cambiado Estados Unidos...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.
El emblemático mapa de Waldseemüller de 1507 (en la imagen) fue obra de los alemanes Matthias Ringmann y Martin Waldseemüller. Ambos combinaron la historia conocida con informes de diversas exploraciones recientes para representar el mundo tal y como lo conocían.
Anteriormente, los europeos creían que el mundo solo tenía tres áreas: Asia, África y Europa. El mapa de Waldseemüller, y el libro que lo acompañaba, creado un año después de la muerte de Cristóbal Colón, reconoció una cuarta (la franja de la izquierda). Se le dio el nombre de "América" en honor al explorador italiano Amerigo Vespucci.
A lo largo de los siglos XVI y XVII, América del Norte vio la llegada de exploradores europeos, principalmente de Francia, España y Gran Bretaña. El primer asentamiento europeo permanente en lo que hoy es Estados Unidos fue San Agustín, en Florida, fundado por los españoles en 1565.
Durante el siglo XVII, exploradores franceses como Marquette y Jolliet, Robert de La Salle y Louis Hennepin reclamaron una gran parte de América del Norte y bautizaron una región con el nombre de "La Louisiane" (Luisiana) en honor al rey Luis XIV de Francia.
Este mapa muestra el territorio reivindicado por estos exploradores en 1687: amarillo para Francia, rojo para España y verde para Gran Bretaña.
La colonización británica se centró en la costa este de Estados Unidos. Tras varios intentos fallidos, en 1607 se estableció una colonia permanente en Jamestown, Virginia, en la bahía de Chesapeake. En la imagen se muestra el mapa de Virginia del capitán John Smith, publicado en 1612.
En 1620, el Mayflower transportó a unos 100 peregrinos que huían de la persecución religiosa en Inglaterra al Nuevo Mundo, donde establecieron la colonia de Plymouth, cerca de Cape Cod. Este periodo marcó el inicio de las 13 colonias originales, que se extenderían desde Nueva Inglaterra hasta Georgia.
La guerra franco-india (1754-1763) fue el escenario norteamericano de un conflicto más amplio conocido como la Guerra de los Siete Años, que enfrentó a Gran Bretaña y Francia en intensos combates.
Los británicos salieron victoriosos y obtuvieron ganancias territoriales. Este mapa muestra América del Norte antes y después de la guerra. Mientras, Francia cedió su colonia de Luisiana a España.
El conflicto allanó el camino para la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, ya que los crecientes costos llevaron a Gran Bretaña a imponer impuestos a sus colonias americanas, lo que provocó el descontento.
¿Y cómo quedó el territorio tras el fin de la guerra?
Estos impuestos impopulares comenzaron casi tan pronto como terminó la guerra franco-india. La imposición de la Ley del Timbre en 1765 avivó las tensiones entre Gran Bretaña y las 13 colonias. Fue derogada a los pocos meses tras fervientes protestas.
Las Leyes Townshend de 1767, que se suponía que obligarían a los colonos a cumplirla, dañaron aún más la relación.
La Guerra de Independencia estalló en 1775 y duró hasta 1783. El 4 de julio de 1776, el Congreso aprobó la Declaración de Independencia, que convertía a las colonias en estados libres e independientes. Este mapa muestra las 13 colonias en 1776.
El mapa de Estados Unidos volvió a cambiar en 1803 con la compra de Luisiana. La nueva nación adquirió 8.280 kilómetros cuadrados de territorio a Francia por $15 millones (13,8 millones de euros), duplicando así el tamaño del país.
Considerada una de las adquisiciones territoriales más importantes de Estados Unidos, esta compra abrió las puertas a la expansión hacia el oeste.
Francia había recuperado el control de estas tierras de España en 1800. En 1804, una expedición dirigida por Meriwether Lewis y William Clark partió para explorarlas. Este mapa revela la extensión de la compra, que abarca partes de 15 futuros estados de Estados Unidos.
En 1820, Estados Unidos tenía 23 estados y la tensión iba en aumento entre los estados que permitían la esclavitud y los que no. En 1821, Missouri se añadió como "estado esclavista" en medio de una gran controversia, poco después de que Maine fuera admitido como "estado libre".
El Compromiso de Missouri tenía como objetivo mantener el equilibrio en el Senado de los Estados Unidos y trazó una línea este-oeste a lo largo del paralelo 36, dividiendo la nación en dos mitades rivales con ideas opuestas sobre la esclavitud.
El compromiso fue derogado por la Ley de Kansas-Nebraska de 1854 y declarado inconstitucional por el Tribunal Supremo en 1857.
La expansión hacia el oeste de Estados Unidos se aceleró a principios del siglo XIX. Una frase utilizada para describir este proceso histórico fue "destino manifiesto", una creencia de que el país estaba destinado a expandir sus fronteras, independientemente del impacto que esto tuviera en los pueblos indígenas que encontraran.
Las rutas clave creadas en esta época incluían la Ruta de Oregón, la Ruta Mormona y la Ruta de Santa Fe. Estas rutas eran muy utilizadas para el comercio o por los pioneros que buscaban una vida mejor. Este mapa destaca solo algunas de ellas.
La llegada de los colonos europeos tuvo un enorme impacto en los pueblos indígenas de América del Norte. Esto solo empeoró a medida que Estados Unidos se expandía hacia el oeste. Entre 1500 y 1900, la población nativa americana se redujo de entre uno y 18 millones (las estimaciones varían enormemente) a 270.000.
Este mapa muestra las tierras indígenas cedidas entre 1816 y 1830, año en que se aprobó la Ley de Traslado de Indios. Esta ley supuso el traslado forzoso y, en muchos casos, mortal de unos 60.000 nativos americanos de sus tierras a lo que hoy es Oklahoma, en lo que se conoce como el Sendero de las Lágrimas.
Otro factor importante en la expansión hacia el oeste fue el territorio adquirido tras la guerra entre México y Estados Unidos (1846-1848). El conflicto se desencadenó en 1845, cuando Texas fue anexionado a Estados Unidos y admitido como el 28º estado, lo que provocó una disputa fronteriza con México.
La guerra terminó con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo. Con él, Estados Unidos obtuvo los estados completos de California, Nevada y Utah, además de partes de Nuevo México, Arizona, Colorado, Oklahoma, Kansas y Wyoming.
Este mapa muestra la extensión de los territorios ganados (en verde), así como las zonas de Arizona y Nuevo México obtenidas mediante la compra de Gadsden en 1854 (en azul).
En 1850, Estados Unidos estaba formado por 31 estados. Con la Unión en constante crecimiento, continuaban las tensiones entre los estados libres y los esclavistas. Una solución controvertida a esta tensión fue el Compromiso de 1850.
Se trataba de un paquete de cinco leyes que, entre otras cosas, admitían formalmente a California como estado libre.
El mapa muestra el resultado práctico del Compromiso de 1850. Al pacificar en parte a ambas partes, las leyes lograron aplazar la Guerra Civil, aunque solo fuera temporalmente.
El Compromiso de 1850 también introdujo la segunda Ley de Esclavos Fugitivos, que tipificaba como delito ayudar a los esclavos fugitivos. En respuesta, los abolicionistas reforzaron y ampliaron una red de rutas secretas conocida como el Ferrocarril Subterráneo, con casas seguras a lo largo del recorrido.
Se estima que entre 40.000 y 100.000 personas esclavizadas fugitivas y afroamericanos libres del sur escaparon al norte de Estados Unidos y Canadá, así como a ciudades más grandes como Atlanta y Richmond.
Este mapa muestra una sección de estas rutas subterráneas vitales.
La Guerra Civil (1861-65) se libró entre la Unión y la Confederación, respectivamente los estados libres del norte y los estados esclavistas del sur. El sur estaba formado por 11 estados que querían separarse de los Estados Unidos y de su presidente Abraham Lincoln.
La guerra comenzó cuando las fuerzas confederadas atacaron Fort Sumter, en Carolina del Sur, y terminó con la rendición del general confederado Robert E. Lee en Appomattox Court House, en Virginia.
La victoria del Norte preservó la Unión y condujo a la abolición de la esclavitud.
La llegada del ferrocarril impulsó la expansión hacia el oeste y la industrialización. En 1869, se inauguró el ferrocarril transcontinental, de 3.077 kilómetros, que redujo la duración del viaje entre la costa este y la costa oeste de meses a una sola semana.
Su construcción llevó seis años (en su mayor parte a mano).
En la imagen se ve un mapa de 1878 del Baltimore & Ohio, el ferrocarril de vapor más antiguo de Estados Unidos para el transporte de mercancías y pasajeros.
La construcción de la línea comenzó, como no podía ser de otra manera, el 4 de julio de 1828, y ayudó a transportar suministros durante la Guerra Civil.
A finales de ese siglo, ocurrió otro gran cambio social. ¿Te imaginas cuál?
A finales del siglo XIX, una gran ola de inmigrantes llegó a Estados Unidos, con millones de personas procedentes de países como Italia, Polonia, Rusia y Lituania.
La apertura de Ellis Island, en Nueva York, como estación de inmigración en 1892, la convirtió en el principal punto de llegada para quienes buscaban oportunidades al otro lado del océano.
Este mapa destaca el aumento de la densidad de población en Estados Unidos entre 1890 y 1900. Los mayores incrementos en esos años (en rojo) se produjeron en torno a las principales ciudades del noreste, así como en Texas y algunos centros clave del oeste.
Estados Unidos entró en la Primera Guerra Mundial del lado de los Aliados en 1917, pero luego aprobó una serie de Leyes de Neutralidad en los años treinta con el objetivo de mantenerse al margen de nuevos conflictos europeos.
El país solo entró en la Segunda Guerra Mundial tras el ataque sorpresa de Japón a la base naval estadounidense de Pearl Harbor, en Hawái, el 7 de diciembre de 1941, una fecha que el presidente Franklin D. Roosevelt calificó de "día de infamia".
Esta imagen muestra el mapa de los bombardeos japoneses. La fecha, 8 de diciembre, refleja la diferencia horaria de 19 horas.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se vio envuelto en décadas de tensiones geopolíticas con la Unión Soviética.
La Guerra Fría incluso llevó al mundo al borde de una guerra nuclear total antes de llegar a su fin en 1991.
Este mapa de 1956 muestra las líneas de estaciones de radar que tenían como objetivo alertar a Estados Unidos de un ataque enemigo, especialmente la Línea de Alerta Temprana Distante, que se extendía 4.828 kilómetros desde el noroeste de Alaska hasta Islandia.
A pesar de las tensiones de la Guerra Fría, los Estados Unidos de la posguerra vivió un auge, con una economía próspera y una clase media suburbana en expansión.
Para muchos, fue la época del sueño americano. Entre todos los demás avances, la aprobación de la Ley Federal de Ayuda a las Carreteras de 1956 dio lugar a un vasto proyecto de construcción de carreteras.
El sistema de autopistas interestatales, que actualmente se extiende a lo largo de casi 75.638 kilómetros.
El mapa de carreteras nacionales que se muestra aquí muestra la extensión de las rutas y carreteras interestatales del país.
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