Ahora que el presidente estadounidense Donald Trump ha expresado su deseo de comprar Groenlandia e incorporarla a Estados Unidos, el nombre de esta isla ártica está de repente en boca de todos. Pero, ¿cuánto sabemos realmente sobre Groenlandia?
Haz clic en la galería para descubrir los datos intrigantes, insólitos y a veces alucinantes sobre esta enigmática isla. Quizás entiendas por qué el presidente Trump está tan interesado en comprarla...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.
Ese honor corresponde al presidente Andrew Johnson. Recién salido de su exitosa compra de Alaska a los rusos en 1867 (en la foto), Johnson intentó adquirir tanto Groenlandia como Islandia a Dinamarca por $5,5 millones (5 millones de euros) un año después. El presidente William Taft hizo otro intento en 1910, como parte de un complejo plan que incluía Groenlandia, las Indias Occidentales danesas y un intercambio de territorios estadounidenses en Filipinas.
En 1946, el presidente Truman ofreció a los daneses $100 millones (91 millones de euros) en lingotes de oro por la isla, y Trump también intentó comprar Groenlandia durante su primer mandato. Tanto Dinamarca como el gobierno groenlandés rechazaron la propuesta de 2019, diciendo: "Groenlandia no está en venta".
Si prestaste atención en clase de geografía, probablemente ya lo sepas. Y que Australia no cuenta porque se considera una isla continente.
En cualquier caso, Groenlandia se extiende 1.030 km de norte a sur y más de 404 km de este a oeste en su punto más ancho, cubriendo la asombrosa cantidad de 2.160 millones de kilómetros cuadrados. Para darte un poco de contexto, eso es más de cuatro veces el tamaño de España.
Una de las características físicas definitorias de Groenlandia es la enorme capa de hielo que cubre casi la totalidad del país. Solo es superada en tamaño por la capa de hielo de la Antártida y cubre la alucinante cantidad de 1.702.800 kilómetros cuadrados.
Y también es gruesa: 3.048 metros de profundidad en algunos puntos, con un espesor medio de 1.524 metros. En total, cubre cuatro quintas partes de la superficie terrestre de Groenlandia.
Fue bautizada como Groenlandia por el famoso caudillo nórdico Erik el Rojo, para atraer a la gente a trasladarse allí.
A Erik se le atribuye haber establecido el primer asentamiento europeo en la isla en el año 985 d.C. y esperaba que un nombre tan agradable animara a otros a unirse a él. Para ser justos con Erik, se asentó en el sur de la isla que, de hecho, es la parte más verde.
El hijo de Erik, Leif Erikson, es considerado uno de los primeros europeos en llegar a Norteamérica, desembarcando alrededor del año 1000 d.C., casi 500 años antes que Cristóbal Colón.
Groenlandia forma parte de la placa tectónica norteamericana y es una prolongación del Escudo Canadiense, una escarpada meseta del norte de Canadá formada por antiguas rocas precámbricas. Aunque Groenlandia está geológicamente unida al continente, está separada de Norteamérica continental por el mar del Labrador y la bahía de Baffin.
El nombre inuit de Groenlandia (Kalaallit Nunaat) se traduce como "Tierra de los Kalaallit" (los Kalaallit son el pueblo inuit groenlandés). Se trata de un nombre algo equivocado, ya que en la isla hay muy poca gente, y los que hay son muy pocos.
En 2021, se determinó que tenía 56.421 habitantes, menos de 0,026 personas por kilómetro cuadrado. Es fácilmente el país menos densamente poblado del mundo, ya que Mongolia, en segundo lugar, tiene 2,2 personas por kilómetro cuadrada.
Se estima que los primeros humanos llegaron a Groenlandia hacia el 2.500 a.C., abriéndose camino desde Canadá después de que el mar se congelara en el estrecho de Thule, al norte de Groenlandia. A lo largo de los milenios, varias culturas inuit diferentes hicieron el viaje, en seis oleadas distintas.
Los últimos en llegar fueron los Thule, a partir de los cuales se desarrolló la actual cultura Inugsuk. Los nórdicos, liderados por Erik el Rojo, se asentaron en el sur antes de desaparecer en misteriosas circunstancias hacia 1500 d.C. Aparte de algunos balleneros neerlandeses e ingleses en los siglos XVI y XVII, desde entonces la población local ha tenido la isla prácticamente para sí misma.
Mucha gente supone que Groenlandia es simplemente parte de Dinamarca, pero en 1979 se le concedió el Gobierno Autónomo, lo que la convirtió en un país autónomo dentro del Reino de Dinamarca. Esta autonomía se amplió aún más con la Ley de Autogobierno de 2009, que transfirió a Groenlandia poderes de decisión adicionales.
Groenlandia conserva ahora un mayor porcentaje de los ingresos petroleros y minerales y gestiona prácticamente todos los asuntos internos. Las relaciones exteriores y los asuntos de defensa se deciden en colaboración con Dinamarca. Aquí vemos al primer ministro dirigiendo a los diputados en el primer día del Parlamento en la capital, Nuuk.
Cuando se concedió el autogobierno en 2009, la lengua oficial de Groenlandia también cambió. Se abandonó el danés y el kalaallisut, la lengua de Groenlandia occidental, ocupó su lugar.
Las élites políticas y administrativas del país siguen hablando predominantemente danés, pero el resto de la población prefiere conversar en groenlandés. El aprendizaje del inglés en la escuela es ahora obligatorio para todos los niños groenlandeses, por lo que esta lengua también se habla cada vez más.
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Casi el 88% de los groenlandeses son inuit, y se identifican como kalaallit (groenlandeses occidentales), inughuit (del distrito de Thule) o tunumiit (groenlandeses orientales). Al igual que sus antepasados, les encanta contar historias, sobre todo cuando tienen que ver con hazañas heroicas en la caza y la pesca.
Sus extraordinarios trajes tradicionales (en la foto) son un testimonio de cómo se han adaptado a los duros paisajes de la isla. Históricamente confeccionadas con piel de foca, zorro y reno, estas prendas estaban diseñadas para resistir el clima ártico. Con el tiempo, se incorporaron algodones brillantes, sedas y cuentas de cristal, creando un atuendo vibrante y llamativo que sigue siendo un símbolo cultural hasta nuestros días.
Los kayaks fueron inventados por el pueblo Thule, que emigró a Groenlandia desde Canadá hacia el año 1200 d.C. Incluso dieron nombre a los kayaks. Se escribe "qajaq" en su lengua nativa.
Los qajaq tradicionales estaban ingeniosamente fabricados con armazones de madera flotante o hueso de ballena, cubiertos de pieles de foca estiradas, con una velocidad y maniobrabilidad que transformaron la pesca y la caza en las gélidas aguas árticas. Aún hoy los utilizan los cazadores, como este hombre remando en las aguas de Sisimiut, al oeste de Groenlandia.
Los veranos cortos y el interior helado del país hacen que la pesca y la caza proporcionen gran parte de los alimentos de las despensas groenlandesas. La ballena, la foca, el pescado, el buey almizclero, el reno y el ptarmigan, una especie de urogallo ártico, son los alimentos básicos aquí, como lo han sido siempre.
Un flujo de inmigrantes tailandeses y filipinos en los últimos años ha introducido sabores y técnicas asiáticos. Pero la visión de miles de peces secándose en estanterías de madera, como esta de la bahía de Rode, seguirá formando parte del paisaje local en un futuro próximo.
Los brillantes edificios de madera que salpican las ciudades y pueblos costeros de Groenlandia son un legado de la época colonial danesa. El significado detrás de los llamativos tonos también data de aquellos tiempos. Por aquel entonces, el color de un edificio también denotaba su función.
El rojo significaba iglesias y escuelas y las casas de maestros y ministros. Los edificios verdes pertenecían a los comerciantes, y los azules a la industria pesquera. El negro se asignaba a la policía y el amarillo señalaba los hospitales y las casas de médicos y enfermeras. Era eminentemente práctico, pero ya no se aplica. Los groenlandeses son libres de pintar sus casas del color que quieran.
Hay cinco razas diferentes de perros de trineo en el mundo, pero solo una está legalmente permitida en Groenlandia, el acertadamente llamado perro de trineo groenlandés. Traídos a la isla por el pueblo saraqaq entre el 3000 y el 2000 a.C., son una raza resistente y poderosa y un animal de tiro fiable en el hostil interior helado de Groenlandia.
Se hace un gran esfuerzo por mantener la pureza de la raza. Es ilegal importar cualquier perro de fuera de Groenlandia, y a todos los perros se les pone un microchip al nacer. Se hacen excepciones con los perros policía y de asistencia especialmente adiestrados, pero incluso entonces se requiere un permiso especial.
Situada a 64º 10’ de latitud norte, Nuuk es la capital más septentrional del mundo. Sin embargo, los lugareños admiten a regañadientes que, si se limita la lista a las naciones soberanas, la capital de Islandia, Reikiavik, encaramada a 64º 8’ de latitud norte, se lleva la corona.
Sin embargo, si se incluyen las capitales de las dependencias, el título es todo suyo. A los habitantes de Nuuk les gusta señalar que también son la puerta de entrada al enorme fiordo Nuup Kangerlua, el segundo sistema de fiordos más grande del mundo.
Situada en la ruta de vuelo más directa entre Norteamérica y Europa, Groenlandia ocupó una posición estratégica para los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. En un acuerdo de tiempos de guerra con el gobierno danés, se permitió a Estados Unidos construir varios aeropuertos y bases militares en la isla como parte del esfuerzo bélico.
Tras la guerra, dos de esas bases aéreas, Narsarsuaq y Kangerlussuaq, se convirtieron en aeropuertos civiles. Kangerlussuaq (en la foto) será el principal aeropuerto internacional de la isla hasta 2024, a pesar de estar a 319 km de la capital, Nuuk.
Una mejora del aeropuerto de Nuuk, finalizada en noviembre de 2024, supuso la ampliación de su pista y la construcción de una nueva terminal. Los vuelos internacionales ya pueden aterrizar en la capital groenlandesa por primera vez. United Airlines ofrecerá vuelos dos veces por semana desde Nueva York en 2025.
Está prevista la apertura de otros dos aeropuertos en 2026: un segundo aeropuerto internacional en Ilulissat, popular ciudad turística famosa por sus gigantescos icebergs, y un aeropuerto regional en Qaqortoq. Los visitantes podrán llegar a la mayor parte del país en hora y media.
Con el 90% del país cubierto de hielo y prácticamente todos los asentamientos humanos aferrados a la costa, no debería sorprender que Groenlandia tenga muy pocas carreteras. O que la carretera más larga del país mida apenas 35 millas.
Situada en el suroeste del país, la carretera va desde Kangerlussuaq hasta el borde de la vasta capa de hielo de Groenlandia en el Punto 660. Fue construida originalmente por Volkswagen como pista de pruebas para climas fríos extremos. Hoy la utilizan principalmente los turistas.
Actualmente se está trabajando en una nueva carretera de 130 millas entre Kangerlussuaq y Sisimiut, el segundo asentamiento más grande del país.
El océano y los fiordos siguen siendo la "autopista" más utilizada del país. Por ello, más groenlandeses tienen barcos que coches, y la mayoría de los coches se encuentran en grandes asentamientos como Nuuk y Sisimiut. En muchos de los asentamientos pequeños no verás ni un solo coche, pero como en este puerto de Ilulissat, verás un montón de barcos de colores.
A medida que cambia el clima de Groenlandia y retrocede su capa de hielo, se van desvelando más secretos del país. En 2013, científicos británicos descubrieron pruebas de un extraordinario megacañón oculto a 2,5 km bajo el hielo.
Los científicos creen que el cañón tiene al menos 750 km de largo y hasta 800 metros de profundidad en algunos lugares, lo que lo hace comparable en tamaño al Gran Cañón de Estados Unidos. También es antiguo, formado hace varios millones de años por un río que fluía por Groenlandia antes de la capa de hielo.
El Parque Nacional del Noreste de Groenlandia, que abarca todo el noreste de Groenlandia, es el mayor parque nacional. Creado en 1974 y ampliado a la enorme extensión de 972.000 kilómetros cuadrados en 1988, es un refugio para la fauna ártica como el buey almizclero (en la foto), osos polares, morsas, narvales, lobos e incluso lemmings.
Es posible entrar en el parque nacional desde el único asentamiento vecino, Ittoqqortoormiit, pero necesitarás un permiso especial del Gobierno de Groenlandia. La mayoría de los turistas visitan la zona en cruceros, y las compañías de cruceros organizan todos los permisos necesarios con antelación.
Groenlandia tiene tres lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, cada uno tremendamente diferente y cada uno de ellos refleja un aspecto único de la extraordinaria naturaleza y cultura del país. Los tres se encuentran en el sur de la isla.
El fiordo de hielo de Ilulissat, conocido por su glaciar de rápido movimiento, se inscribió en 2004. Kujataa (en la foto) se inscribió en 2017 y abarca cinco lugares diferentes que reflejan las culturas agrícola nórdica e inuit en el extremo sur del país. Aasivissuit, inscrito en 2018, ha sido un coto de caza inuit durante más de 4.200 años.
El glaciar Jakobshavn, en el suroeste de Groenlandia, es el glaciar que más rápido se mueve del mundo, arrastrando hielo hacia el fiordo de Ilulissat a la asombrosa velocidad de 16 km al año. Es el principal desagüe de la capa de hielo de Groenlandia y una auténtica máquina de icebergs.
Colosales icebergs, muchos de ellos de varios pisos de altura, se desprenden de su desembocadura y descienden por el fiordo hasta la bahía de Disko. Desde aquí se abren camino por el Atlántico Norte antes de desfilar por el Callejón de los Témpanos, entre Terranova y Labrador, en Canadá.
Los tupilaks (en la foto) son criaturas fantásticas talladas en hueso por maestros artesanos y el souvenir más popular de Groenlandia. Sin embargo, si profundizas un poco más, descubrirás que antaño tenían un propósito más oscuro.
Los tupilaks fueron creados originalmente por chamanes con el único propósito de matar a una víctima designada. Mirar a un tupilak conllevaba la muerte instantánea. Hoy en día, el único problema al que te enfrentarás es si compras uno fabricado con dientes de especies protegidas, como narvales y cachalotes, en lugar de materiales autorizados, como asta de reno o cuerno de buey almizclero.
En 1951, Estados Unidos firmó el Pacto de Defensa de Groenlandia con Dinamarca, que les permitía construir bases militares en la isla. En 1959, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU empezó a trabajar en la más extraordinaria de todas: el Campamento Century, una base para más de 200 personas literalmente perforada en el hielo.
Esta "ciudad bajo el hielo", como se la conoció, se construyó excavando profundas zanjas en la nieve y el hielo y cubriéndolas después con un tejado de arcos de acero que luego se coronaba con nieve. Formaba parte de un sistema de alerta temprana en caso de ataque con misiles soviéticos.
A medida que se derrite la capa de hielo de Groenlandia, el acceso a sus abundantes recursos naturales se ha vuelto repentinamente más fácil. No solo petróleo y gas, sino también materiales de tierras raras como el grafito y el litio, vitales para los coches eléctricos, los aerogeneradores y los equipos militares.
China domina actualmente la producción mundial de tierras raras, con un 72% de lo que importa Estados Unidos y 100% de la Unión Europea. A medida que aumentan las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, encontrar otra fuente fiable de estos minerales preciosos se ha convertido en un imperativo vital.
La pérdida de hielo también ha abierto la posibilidad de nuevas rutas marítimas, creando rutas comerciales más rápidas y cortas para el 80% de las naciones más industrializadas y provocando un gran descenso del consumo de combustible y de las emisiones de carbono.
La Ruta Marítima Septentrional (NSR), como se ha dado en llamar, podría convertirse en una alternativa viable al Canal de Suez, y algunos analistas sugieren que podría reducir el tiempo de viaje entre Asia, Europa y la costa este de Estados Unidos entre 10 y 15 días. Y de paso convertirla en una de las regiones marítimas más estratégicas del mundo.
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