Desde los osos pardos de Norteamérica hasta los pandas gigantes del sudeste asiático, el oso es una criatura verdaderamente magnífica. El libro Bears de Tom Jackson aborda algunos de los datos más interesantes sobre los osos y muestra su belleza. Con la ayuda de Jackson, te traemos las imágenes más increíbles de estos mamíferos.
Sigue leyendo para ver a estas preciosas criaturas en todo su esplendor...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.
Conocido como Helarctos malayanus en latín, el oso malayo se encuentra sobre todo en partes del sur de Asia. Mide de media unos 1,3 m de largo, es la especie más pequeña de la familia de los osos y se caracteriza por su pelaje corto y brillante.
Aunque sus grandes cabezas puedan hacer que sus rasgos faciales parezcan pequeños, los ojos de un oso en realidad no son muy grandes y no tienen la vista más aguda de todos los animales. El oso hipermétrope depende más de su olfato y de su capacidad para oír sonidos que de sus ojos para sobrevivir.
El oso de anteojos, también conocido como oso andino, se encuentra sobre todo en las selvas andinas de Sudamérica. El oso recibe su nombre de los anillos o arcos distintivos que rodean sus ojos y que son exclusivos de cada ejemplar. De forma similar a los humanos y sus huellas dactilares, las marcas oculares de la especie se utilizan para identificar a unos osos de otros.
El panda gigante es probablemente la especie de oso más conocida y uno de los animales más reconocidos del mundo. Cuenta la leyenda que el oso panda era antes blanco por todas partes, pero tras llorar la muerte de una joven pastora asesinada por un leopardo, los osos adoptaron la tradición humana de cubrirse los brazos con ceniza oscura. Luego, los pandas se enjugaban las lágrimas y se tapaban las orejas para bloquear los gritos de desesperación, lo que causó también las famosas marcas negras alrededor de los ojos del oso.
Durante décadas, el panda gigante, originario de China, ha estado clasificado como especie en peligro de extinción, ya que su población ha sido peligrosamente baja. Un programa de cría en cautividad en zoológicos y parques naturales de todo el mundo ha conseguido ayudar a aumentar la población de pandas, mejorando la supervivencia potencial de la especie.
Mientras están en cautividad, los cuidadores y las cuidadoras dan comida a los pandas, pero se aseguran de mantener las distancias, porque una vez que los osos son devueltos a la naturaleza necesitan conservar su miedo natural a los humanos para sobrevivir.
El oso perezoso se encuentra sobre todo en el subcontinente indio y se alimenta de hormigas, termitas y frutas. En comparación con otras especies, el perezoso tiene un pelaje muy largo y desgreñado, que le ayuda a parecer más grande cuando se enfrenta a depredadores o rivales. Su pelaje desgreñado también le ayuda a proteger su piel contra las plagas y la luz solar intensa cuando se encuentra en un hábitat abierto.
A diferencia de otros osos, los perezosos tienden a agruparse en torno a una gran fuente de alimento, soportando la compañía de los demás mientras haya mucha comida disponible.
Los osos están hechos para engordar en forma de una gruesa capa de grasa bajo la piel. Cuando se acerca el clima más frío, el práctico suministro de grasa del animal bajo la superficie les mantendrá vivos mientras duermen en climas más extremos.
También conocido como oso pardo norteamericano, este oso pardo de Alaska ha conseguido conducir a un salmón rojo a las aguas poco profundas de un río de montaña, lo que facilita mucho su captura y muerte. Con sus enormes patas delanteras, un oso pardo puede matar o aturdir al pez de un solo golpe.
Con esta poderosa técnica, pueden capturar un pez cada siete minutos, lo que equivale aproximadamente a ocho peces cada hora. Tienen más éxito cuando cazan de noche, utilizando el tacto y los sonidos para guiarse hasta su objetivo.
En el hielo marino, las focas pasan la mayor parte del tiempo en las aguas heladas, pero a menudo necesitan salir a la superficie para respirar por los agujeros de la capa de hielo. Un oso polar buscará estos agujeros, se sentará y esperará inmóvil a que aparezca la foca. Puede oler a la foca a medida que se acerca más y más bajo el hielo, y de repente se lanzará hacia delante y atrapará a la foca cuando asome la cabeza.
El poderoso animal también puede atravesar la rígida capa de hielo y agarrar a las focas que nadan en las aguas inferiores.
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Los osos polares utilizan sus grandes patas delanteras, redondas y anchas, como remos para desplazarse por las aguas heladas, mientras que usan las traseras como timones.
La vida en el hielo puede llegar a ser bastante agotadora para los osos polares. Esta foto capta a una familia de osos tomándose un merecido descanso durante el verano. Por la noche, los osos polares volverán a salir de caza y sus densos abrigos peludos les ayudarán a mantener a raya el aire frío.
Si ves a un oso pardo comportarse así en la naturaleza, probablemente estés demasiado cerca para tu comodidad. Los osos pardos cargarán contra cualquier cosa que consideren una amenaza, mostrando sus afilados dientes, erizando su pelaje y haciendo mucho ruido para ahuyentar al peligro.
Sus cargas suelen ser ataques simulados, en los que el oso se detiene justo antes de entrar en contacto con la amenaza, pero la mayoría de los animales huyen antes de que eso ocurra.
En esta imagen, un cachorro de oso negro camina con su madre. Se sabe que las crías son animales altriciales, lo que significa que están indefensos cuando nacen. Pueden tardar tiempo en desarrollar sus habilidades motoras, con la ayuda de sus padres.
Las osas tienen cuatro tetinas o pezones, por lo que pueden alimentar hasta cuatro oseznos a la vez. Al cabo de unos 18 meses, estos cachorros de oso pardo se destetarán de la leche materna, pero para entonces es improbable que la madre osa pueda seguir proporcionando leche a los cuatro.
Esta imagen es mucho menos dramática de lo que parece. El fotógrafo ha captado una pelea de juego entre dos osos, aunque no dista mucho de la real. Los animales juegan a pelearse como forma de entrenamiento para la edad adulta.
En la foto, unos cachorros de oso pardo se lo pasan en grande trepando a un árbol mientras su madre los observa. La madre es demasiado grande y pesada para trepar ella sola por el tronco.
En la naturaleza, cuando los osos se encuentran, comparan alturas, comprueban marcas y olfatean el olor del otro para comprobar quién es quién, y entonces enseñan los dientes y gruñen para demostrar su fuerza. Estos encuentros ritualizados reducen al mínimo la posibilidad de violencia grave, aunque los osos se pelearán por una hembra durante la época de cría.
Como criaturas nómadas, los osos tienden a desplazarse diariamente por los senderos trillados que atraviesan sus áreas de distribución. Una vez que los oseznos son lo bastante fuertes para caminar por sí mismos, siguen a su madre y comienzan sus propios viajes por la zona de distribución.
En la foto, este adorable osezno pardo tiene todo lo que podría necesitar para convertirse en uno de los mayores depredadores terrestres del mundo.
Todas las imágenes se han tomado con permiso del libro Bears de Tom Jackson, publicado por Amber Books Ltd y disponible en Amazon.
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