Playas de arena de postal, calas de formas sinuosas y bahías boscosas: quienes se alejan un poco de las rutas más turísticas pueden encontrar lugares menos conocidos y apartados que son tan espectaculares como algunas de las playas más concurridas y conocidas del mundo. Este verano, te proponemos cambiar las playas más populares por algunas bahías alternativas.
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Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.
La playa más famosa de Australia, Bondi Beach, está a la par que el puerto de Sídney y Uluru cuando se trata de destinos imprescindibles del país. Este barrido urbano de arena blanca es adorado tanto por quienes viven allí como por quienes la visitan. Por tanto, es un lugar muy concurrido.
En el extremo sur, se encuentra la llamativa piscina oceánica Icebergs y el comienzo del sendero del acantilado que va hasta la playa de Coogee, pasando por muchos lugares bellos más. El extremo norte es algo más tranquilo y popular entre las familias gracias a su piscina oceánica para los más pequeños.
Te proponemos remar por sus aguas o sentarte a ver cómo rompen las olas en Ben Buckler Point, donde se congregan pescadores y surfistas.
Si te gusta el surf y quieres evitar las concurridas olas de Bondi, deberías ir a la playa de Maroubra, unas cuantas playas al sur. Esta belleza de arena dorada, la primera Reserva Nacional de Surf de Nueva Gales del Sur, es conocida por su potente y constante oleaje. Aunque no seas un/a surfista experimentado/a, es un bonito lugar para pasar un día de playa.
Puedes apuntarte a la escuela de surf, observar a los patinadores y patinadoras en el parque de patinaje o instalarte en la arena. Con algo menos de 1,5 km, la “Bra” (como la conocen en Australia) es la playa más larga de los suburbios del este de Sídney y rara vez está abarrotada. Sin embargo, el oleaje y las fuertes olas pueden intimidar, así que mejor opta por bañarte en la Mahon Pool, en el cabo norte.
Aclamada como una de las mejores playas del Caribe, la característica arena platino de la playa de Siete Millas de las Islas Caimán y sus aguas azules hacen honor a su reputación. Esta impresionante franja se encuentra en la costa oeste de Gran Caimán, la mayor de las tres islas, y es también donde se encuentran muchos de los hoteles y restaurantes más grandes de la isla, lo que significa que en algunas partes puede estar un poco concurrida y congestionada.
A este pintoresco tramo de playa, lleno de palmeras, complejos turísticos y condominios, acuden los y las amantes de los deportes acuáticos, quienes quieren nadar en sus aguas, los y las que prefieren tomar el sol y quienes optan por jugar al vóleibol playa.
Si no te gustan las playas de los hoteles, dirígete a la zona norte de Gran Caimán y a Rum Point. Aunque también es popular entre lugareños y turistas, sus arenas sombreadas por palmeras ofrecen un ambiente tranquilo en el que te sentirás a un mundo de distancia de la ostentosa playa de Siete Millas.
Refréscate dándote un chapuzón en sus aguas cristalinas, y come croquetas de caracola con chile acompañadas de una cerveza Caybrew helada. O coge un barco en el pintoresco embarcadero para navegar por el protegido North Sound. Desde allí es también desde donde salen las excursiones para visitar Stingray City, un banco de arena donde circulan rayas con las que podrás hacer amistad.
California alberga un gran número de bonitas playas donde bañistas, surfistas y amantes del sol acuden a chapotear, surfear y tumbarse en la arena. La playa de Santa Mónica es una de las más concurridas: una gran extensión urbana de arena dorada famosa por su emblemático muelle con atracciones de feria, sus épicas puestas de sol y su cultura del surf.
Pero no se viene a esta bahía urbana para vivir una experiencia serena junto al mar. La playa de Santa Mónica también incluye la original Muscle Beach y, como cabría esperar de una playa californiana, la gente que la frecuenta es de primera clase.
Con más de 1,300 km de costa para elegir, no hay necesidad de sentirse abarrotado en el estado de California. En el mismo condado de Los Ángeles, la playa de Torrance es una de las favoritas de los lugareños y lugareñas. En ella se reúnen nadadores y surfistas que se mecen en las olas, mientras que otros se estiran y disfrutan de las vistas del océano Pacífico y del promontorio boscoso de la península de Palos Verdes.
Situada entre Redondo Beach y Malaga Cove, la playa de Torrance es también un popular punto de encuentro para ciclistas, ya que es el inicio de The Strand, un carril bici asfaltado que recorre la costa.
Bournemouth, una de las ciudades costeras más importantes de la Gran Bretaña victoriana, ha atraído a habitantes de las grandes metrópolis a disfrutar de los poderes rejuvenecedores de su aire marino y sus aguas desde principios del siglo XIX.
Con más de 10 km de arena dorada, Bournemouth inauguró sus (ya demolidos) Jardines de Invierno en 1875 y su muelle de hierro fundido, en 1880. Así consolidó su posición como destino vacacional de primera para las familias victorianas adineradas.
Aunque la amplia franja de arena es innegablemente hermosa y comprensiblemente concurrida, la ciudad en sí es poco interesante. Además, algunas partes de la playa están pensadas solo para aquellos que quieran ir a jugar con el cubo y la pala, especialmente en comparación con otras hermosas bahías de Dorset.
Justo al oeste de las brillantes luces del muelle de atracciones de Bournemouth, se encuentra el comienzo de la Costa Jurásica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con sus bonitas y tranquilas calas. Algunas son muy conocidas, otras no tanto. Worbarrow Bay forma parte de esta última categoría.
Sigue el Sendero de la Costa Suroeste para encontrar este arco de guijarros y arena entre la ensenada de Lulworth y la bahía de Kimmeridge. También puedes caminar desde Tyneham, un pueblo abandonado. No obstante, al formar parte de un campo de tiro del Ministerio de Defensa, el acceso a la playa está restringido a ciertas horas. Te recomendamos que te lleves provisiones para poder quedarte tanto tiempo como te sea posible en esta cala rocosa, con sus rocas estratificadas que contienen pruebas fósiles y geológicas de los periodos Triásico, Jurásico y Cretácico.
A la altura de las playas más conocidas del mundo, Copacabana es una franja urbana de arena increíble, con la Sierra de Carioca como impresionante telón de fondo de su impecable arena. Junto con la playa de Ipanema, que está al lado, es una de las muchas playas hermosas de Río de Janeiro.
Aunque sería un error no pasar algún tiempo en Copacabana cuando se está en Río, no es un lugar al que uno/a vaya a relajarse. La playa está abarrotada de lugareños/as y turistas que vienen a tomar el sol, hacer surf, jugar al fútbol y al voleibol y patinar por el paseo marítimo durante el día, y a beber y bailar junto a las arenas por la noche.
Eso sí, las puestas de sol son un espectáculo.
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Vete más allá de las pintorescas playas de Río y visita Búzios, un antiguo pueblo pesquero convertido en hoy en destino turístico, situado en una península a unas horas al sur de la ciudad. Aquí hay más arenales impresionantes para amantes de la playa que buscan un ambiente animado, pero más relajado.
La playa de Azeda es una de las opciones más destacadas: aguas tranquilas y brillantes en las que pronto querrás darte un chapuzón y arena blanca bordeada de árboles. Dirígete al lado derecho de esta bahía y llegarás a Azedinha, separada por rocas que crean una piscina natural de roca para remar. Practica esnórquel, echa una cabezadita o busca el chiringuito para tomarte una caipirinha.
Situado en la costa oeste de la isla de Phuket, Patong se ha visto empañado por la reputación de su sórdida vida nocturna. Es fácil entender por qué se hizo popular entre los y las mochileras y, más tarde, entre el turismo de masas, con su playa homónima de arenas suaves y aguas color aguamarina.
Pero si te imaginas una idílica playa tropical para relajarte, este no es el tramo de costa de Phuket en el que debes dejar tu pareo. Hordas de turistas se dirigen a Patong, lo que hace, de sus 3 km de playa, una de las más concurridas y agitadas de Tailandia.
Con 48 km de largo y 13 km de ancho, Phuket tiene muchos lugares más tranquilos donde poder sumergirse en el relajado idilio tropical. Es el caso de Ya Nui, una pequeña cala de arena en el sur, perfecta para hacer fotografías de postal, con aguas azul celeste y un ambiente muy tranquilo. También se puede practicar esnórquel en Koh Man, una pequeña isla en alta mar.
Hagas lo que hagas, asegúrate de quedarte para ver la puesta de sol. Contemplar la puesta de sol sobre el cabo Promthep mientras hundes los dedos de los pies en la arena o te revuelcas en las cálidas aguas del mar de Andamán es lo mejor que puedes hacer en tus vacaciones en la playa. Si echas de menos a las multitudes, dirígete al mirador del cabo Promthep, un popular punto de reunión al atardecer.
Isla de exuberante vegetación, bordeada por una cadena de playas de arena, Skiathos es la isla griega elegida por quienes prefieren la arena a las bahías rocosas. Una de sus playas de arena dorada más populares es Koukounaries, un espectáculo en el extremo suroeste.
Rodeada por un bosque (que forma parte de una reserva natural), es un tramo espectacular con multitud de chiringuitos y actividades acuáticas en oferta. Sin embargo, a pesar de su belleza boscosa, en pleno verano, Koukounaries está abarrotada de gente y tendrás que luchar para encontrar un trozo de arena vacío donde tumbarte.
Solo tardarás unos segundos en saltar de la barca y sumergirte en el abrasador mar azul de esta cala de infarto, respaldada por imponentes acantilados blanqueados por el sol, en el aislado noreste de Skiathos. Aunque conocida por su belleza etérea, solo se puede acceder a la cala en barco, lo que mantiene a raya a las multitudes.
Hay una estrecha franja de playa de suaves guijarros blancos para estirarse, pero será en estas refrescantes aguas donde seguramente pasarás la mayor parte del tiempo. Te recomendamos que hagas una excursión en barco desde el puerto viejo de Skiathos o, mejor aún, que contrates una excursión privada para evitar a los demás playeros y playeras.
Australia está llena de playas de arena inmaculadas. Asimismo, la meca del surf, Byron Bay, en el extremo norte de Nueva Gales del Sur, está repleta de algunos de los más bellos parajes naturales.
Justo enfrente de la ciudad, Main Beach es donde los y las surfistas se sientan a esperar las olas mientras los y las mochileros toman el sol y juegan a la pelota. Al ser la playa más cercana a la bulliciosa ciudad surfera, esta parte de la costa se llena de gente. Y de ruido por la música de los bares cercanos y los grupos con guitarras.
Por suerte, no hace falta ir muy lejos para encontrar algunos lugares más solitarios donde relajarse.
Para un ambiente más tranquilo, dirígete a la playa de Tallow, donde hay mucho espacio para estirar las piernas. Esta larga franja de arena impecable se encuentra justo al sur del faro del cabo Byron. Está más expuesta que las playas del otro lado, con fuertes olas que es mejor dejar a los y las surfistas experimentadas.
La playa está vigilada, así que fíjate en si hay bandera roja o amarilla antes de bañarte. Si planeas tu visita entre finales de mayo y noviembre, tendrás muchas posibilidades de avistar ballenas jorobadas en su migración, aunque también se pueden ver delfines saltando sobre las olas durante todo el año.
Cancún, el destino turístico playero más famoso de México, no carece de playas impresionantes: arena sedosa, palmeras, lagunas deslumbrantes y cabañas para comer tacos, ceviche y margaritas en la arena.
Las pintorescas arenas que se extienden a lo largo de 22 km por la llamada Zona Hotelera de Cancún, que se curva a lo largo de la Laguna Nichupte y el Mar Caribe, están sin embargo también bordeadas de hoteles de gran altura, lujosos complejos turísticos en expansión y urbanizaciones. La playa Delfines es una de las más bonitas y populares, aunque puede estar abarrotada de turistas de diciembre a abril.
Dirígete al sur de Cancún, a Akumal, otro destino turístico costero del estado de Quintana Roo, para disfrutar de una sensación totalmente distinta. Seguirás teniendo las brillantes aguas azules, las palmeras ondulantes y las arenas blancas, pero Akumal, que se convirtió en un centro turístico de playa de forma orgánica en lugar de ser un destino turístico planificado como Cancún, está mucho menos desarrollado y concurrido.
Situado entre la bulliciosa playa del Carmen y el centro neurálgico de Tulum, en la Riviera Maya mexicana, Akumal significa “el lugar de las tortugas” en maya, por lo que es probable que veas estas adorables criaturas marinas en sus aguas cristalinas. Puedes hacer excursiones autoguiadas de esnórquel para avistar la tortuga verde y la tortuga carey.
Arena suave bordeada de palmeras, una suave pendiente que desciende hacia las cálidas aguas del Mediterráneo y olas azules que van y vienen: por algo se ha convertido Magaluf en uno de los complejos playeros más populares de España. La ciudad turística surgió en torno a este impresionante arenal de la costa suroeste de Mallorca, con bares, discotecas y restaurantes a lo largo de su joya de la corona, la playa de Magaluf.
Los y las bañistas pueden disfrutar aquí de todo tipo de instalaciones, desde tumbonas (de pago, por supuesto) y deportes acuáticos hasta lugares para comer. Sin embargo, lo que no tiene, a menos que la visites en temporada baja, es tranquilidad.
Si lo tuyo es una cala escondida con un toque salvaje, en Mallorca también hay muchas. Cala Varques, en la costa este de la isla, es sin duda uno de esos lugares que debes tener en cuenta. Pasea por el sendero perfumado de pinos que atraviesa el bosque y llegarás a una bahía rocosa con tentadoras orillas de arena y aguas centelleantes.
Túmbate en la arena calentada por el sol y disfruta de la sensación de aislamiento. Lejos de la urbanizada primera línea de playa de Magaluf, no estarás solo/a en esta idílica bahía en temporada alta. Sin embargo, no te verás amenazado/a por el ruido de la zona de fiesta de la isla balear.
Sede de algunas de las playas más famosas y concurridas de la Riviera Francesa, el famoso bulevar playero de Cannes bordeado de palmeras, la Croisette, discurre junto a algunas playas de arena, tanto públicas como privadas, realmente increíbles.
La playa pública de Zamenhof y la playa de Mace están siempre llenas de gente y son populares entre familias. Por otro lado, las playas situadas hacia Palm Beach y el puerto de Moure Rouge suelen ser frecuentadas por locales. Decidas donde decidas ir, tendrás que llegar pronto para conseguir un buen sitio en temporada alta.
Es difícil evitar las multitudes dondequiera que vayas en la Costa Azul en verano, ya que la gente acude en masa a retozar en sus mares turquesas y estirarse en sus costas arenosas. Para disfrutar de un día de playa totalmente distinto, coge un barco desde Cannes y cruza la bahía bañada por el sol hasta las boscosas islas Lerins.
La isla de Sainte-Marguerite y la de Saint-Honorat te recompensarán con un precioso (y a menudo solitario) baño en aguas cristalinas. Se aconseja calzado para andar entre rocas.
Con sus arenas negras y blancas, sus grandes olas, sus bahías protegidas y su brillante oferta de submarinismo, Bali es un paraíso para los y las amantes de la playa. Aquí encontrarás playas de todas las formas y tonalidades, así como una gran variedad de actividades.
Las personas más fiesteras eligen la playa de Seminyak (parte de la popular franja Kuta-Legian-Seminyak, en la costa sur) para disfrutar mientras hunden los pies en la arena. Seminyak alberga algunos de los mejores hoteles y chiringuitos. Además, disfruta de un oleaje constante, por lo que es un lugar magnífico para pasar un día divertido junto a las olas. Al atardecer, todo se vuelve todavía más concurrido en este lugar predilecto para tomar el sol.
Vale, esta playa no es exactamente un lugar secreto. Sin embargo, para quienes busquen un lugar más apartado para darse un baño, la playa de arena suave de Geger, en Nusa Dua, el complejo turístico de lujo del extremo sureste de Bali, es perfecta. Hay que pagar una entrada simbólica, pero no te arrepentirás de haberla pagado mientras entras y sales de sus tranquilas aguas (está protegida por un arrecife) y te tumbas en la arena limpia y fina.
Si la energía lo permite, puedes seguir el sendero hasta el Templo de Pura Geger, que se alza sobre los verdes acantilados.
Ciudad del Cabo es una de las mejores ciudades del mundo por su proximidad a magníficas costas de arena y ofrecer buenas opciones para hacer surf. Bordeada por un paseo marítimo repleto de restaurantes, clubes y hoteles, Camps Bay es la playa más animada de la ciudad. Es una belleza con arena blanca, aguas de un azul deslumbrante y la ondulante forma de la montaña de los Doce Apóstoles y la Cabeza del León detrás.
Enclavada en una zona residencial acomodada, es el lugar ideal para ver jugar a gente glamurosa mientras bebes un cóctel al atardecer. La playa puede llegar a estar muy concurrida, ya que las pozas de marea son un lugar popular para darse un chapuzón desde el amanecer hasta el atardecer.
Si quieres darte un baño tranquilo pero frío en una bahía salvaje con fondo de cantos rodados, sigue la pintoresca ruta costera desde Camps Bay hacia Llandudno y busca las indicaciones a Oudekraal a mitad de camino. Tendrás que pagar una entrada para acceder a esta playa escondida que se encuentra bajo la montaña de los Doce Apóstoles y forma parte del parque nacional de Table Mountain.
Sus aguas, ricas en vida marina, están protegidas del oleaje, y los y las submarinistas la utilizan como punto de despegue. Si piensas hacer esnórquel, lleva un traje de neopreno. O simplemente disfruta de la sensación de aislamiento mientras observas el agua bajo los árboles Milkwood.
Bañadas por el cobalto del Mediterráneo, las blancas costas de Cerdeña figuran entre las playas más impresionantes y exclusivas del Mediterráneo. La Pelosa, en el extremo noroccidental, es una de las más bonitas y populares gracias a su arena y paisaje casi perfectos. Se asienta bajo las rocas del cabo Falcone y domina las islas de Piana y Asinara, con una torre vigía del siglo XVII en lo alto de una roca para mayor espectáculo. Sus aguas claras y tranquilas la convierten en un lugar de ensueño para las familias. Por su belleza, hay que pagar entrada y solo se permiten 1.500 visitantes al día.
Sin embargo, no tienes por qué sentir que estás en una zona masificada en la segunda isla más grande del Mediterráneo. En ella también hay numerosas calas escondidas y tramos de arena más tranquilos. La ruta hacia el sureste hasta Porto sa Ruxi te llevará hasta playas de arena blanca. Tendrás espacio de sobra para encontrar un tranquilo trozo de paraíso.
Respaldada por matorrales rocosos mediterráneos, esta joya costera forma parte de la zona marina protegida de Capo Carbonara, donde está garantizado el avistamiento de peces en las aguas poco profundas.
Oahu, en Hawái, alberga una de las playas de surf más famosas del mundo, la playa de Waikiki. Aunque sus anchas arenas doradas bañadas por el sol son de obligada visita y sus olas están en la lista de deseos de todos y todas las surfistas, este animado tramo puede estar muy concurrido, atrayendo autocares llenos de turistas para chapotear en sus aguas color aguamarina.
Sin embargo, no se puede negar que es una playa preciosa, con su extensión de arena en forma de media luna y el verde pico de Diamond Head, un volcán inactivo. Dirígete a la arena a primera hora del día para nadar, bucear o hacer surf con menos gente, y luego acércate a un chiringuito para tomarte un poke bowl o un mai tai.
Si lo que buscas son olas grandes sin el bullicio de la gente, mejor desplázate hasta la bahía de Waimea, en la costa norte de Oahu. No es exactamente una joya oculta, pues está considerada la cuna del surf de olas grandes y acoge algunas de las mejores competiciones de surf de Hawái durante sus enormes marejadas invernales. No obstante, es un lugar más tranquilo que Waikiki para observar a los y las surfistas y acomodarse en la arena.
En verano, además, las aguas son tranquilas e ideales para nadar y bucear. Incluso puedes ver a personas saltar desde acantilados, otra razón por la que los y las más temerarios adoran esta playa.
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