Los y las viajeras expertas siempre buscan destinos asequibles. En este sentido, Europa está repleta de opciones fantásticas. Pero, ¿por dónde empezar? El informe anual Barómetro de Costes Urbanos del organismo británico Post Office Travel Money ha revelado exactamente las 10 ciudades europeas donde te saldrá más barato viajar este año. Y si prefieres el lujo como estilo de vida (o si simplemente quieres evitarlo), también sabemos los lugares de vacaciones más caros de Europa.

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Todas las cantidades están en dólares estadounidenses, las cifras en euros son conversiones aproximadas que podrían cambiar.

Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveEXPLORING.

La encantadora capital de Eslovaquia ofrece una tranquila escapada de fin de semana que se transforma en un animado centro por la noche. Su casco antiguo del siglo XVIII, solo para peatones, es una joya durante el día, pero al caer la noche, la famosa escena nocturna de la ciudad cobra vida.

Con cervezas tan baratas como $4 (unos 3,7 €) por botella y copas de vino a solo $5 (unos 4,7 €), te espera una noche memorable. A la mañana siguiente, relájate con un tranquilo paseo por el pintoresco río Danubio, empapándote de la tranquila belleza del entorno. Tanto si estás explorando calles históricas como bailando toda la noche, Bratislava promete una mezcla de relajación y emoción.

Budapest es una de las ciudades favoritas en las listas de destinos de vacaciones, y con razón: su vibrante centro emana una energía contagiosa. Tanto si te cautiva su impresionante arquitectura como si quieres explorar tesoros culturales como la Galería Nacional Húngara, cuya entrada cuesta unos $15 (unos 14 €), Budapest ofrece un sinfín de delicias. No pierdas la oportunidad de relajarte en uno de los numerosos baños termales de la ciudad, una tradición muy querida en Budapest, que garantiza la relajación y el rejuvenecimiento durante tu estancia.

Situada entre Estonia y Lituania, Letonia es una parada ideal para explorar la Europa Oriental, especialmente su cautivadora capital, Riga. La característica arquitectura de madera del siglo XIX de la ciudad añade un encanto único a su paisaje, mientras que el casco antiguo se transforma en un espectáculo fascinante por la noche, bañado en cálidos rayos de luz.

Riga ofrece atracciones, museos y galerías asequibles, con entradas a menos de $10 (unos 9 €) cada una, lo que la convierte en un destino económico para sumergirse en la cultura y la historia bálticas.

Cracovia, una ciudad que parece sacada directamente de un cuento de hadas medieval, es un lugar con encanto y profundas raíces históricas. Sus visitantes pueden adentrarse en la escena cultural de Cracovia sin miedo a gastar de más: según el informe de Post Office Travel Money, las entradas a los principales museos, galerías de arte y lugares de interés patrimonial de la ciudad cuestan menos de $10 (unos 9,3 €).

No dejes pasar la oportunidad de explorar el casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, un centro medieval notablemente conservado que cuenta con la plaza del mercado más grande de Europa, Rynek Glowny, repleta de pintorescos cafés y edificios históricos.

Cerca de la frontera con Bélgica, Lille mezcla a la perfección influencias francesas y flamencas. Como puerta de entrada ideal al norte de Francia, Lille ofrece el sabor de la opulencia francesa sin su elevado precio, gracias a una caída del 30 % en los precios del alojamiento desde 2023.

Un abono de viaje de 48 horas en Lille cuesta tan solo $9,60 (unos 8,9 €), lo que proporciona un acceso asequible a las atracciones de la ciudad. Muchos de sus principales lugares turísticos ofrecen entrada gratuita, mientras que el alquiler de una bicicleta permite a sus visitantes experimentar las calles medievales adoquinadas sobre ruedas.

A pesar de su creciente popularidad, alimentada por su ambiente vibrante y su animada vida nocturna, Lisboa sigue siendo asequible para sus visitantes. Quienes amen el café pueden obtener su dosis de cafeína por solo $1,20 (unos 1,12 €), mientras que disfrutar de una copa de vino por la noche te costará menos de $2,60 (unos 2,42 €).

Para vivir una experiencia lisboeta por excelencia, reserva $4 (unos 3,72 €) para montar en sus emblemáticos tranvías que serpentean por el centro de la ciudad. No dejes pasar la oportunidad de visitar el histórico Castillo de São Jorge, que ofrece vistas panorámicas de la ciudad y del río Tajo, y permite echar un vistazo a la rica historia de Lisboa y a sus impresionantes vistas.

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Clasificada como la ciudad europea más barata para visitar en 2024, Vilna ofrece asequibilidad y riqueza cultural. Explora sus calles adoquinadas con un económico café en la mano (desde solo $2,30, unos 2,14 €) y sumérgete en su encanto medieval.

Vilna exhibe una impresionante arquitectura barroca, castillos y catedrales de entrada gratuita y un centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero también tiene mucho que ofrecer más allá de la arquitectura, con una próspera escena artística, una variada oferta culinaria y un animado calendario cultural.

Según el informe de Post Office Travel Money, una estancia de dos noches para dos personas en un alojamiento de 3 estrellas cuesta solo $167 (unos 155 €), lo que la convierte en un destino accesible para viajeros y viajeras con poco presupuesto.

Pasemos ahora a las ciudades europeas más caras para visitar.

No es de extrañar que Viena, la opulenta y romántica capital de Austria, figure en la lista. Un viaje de fin de semana para dos personas a la cuna de Mozart y Beethoven te costará $705 (unos 656 €), y un simple café unos $6 (unos 5,6 €). Sin embargo, la rica historia de Viena, su impresionante arquitectura y su vibrante escena cultural la convierten en un destino que merece la pena visitar, a pesar de los elevados precios.

Rodeada de montañas y agua, Oslo es una ciudad que parece del futuro, que presume de arquitectura innovadora, transporte eficiente y museos de categoría mundial. Los museos de Oslo se encuentran entre los mejores del mundo. Destacan, por ejemplo, el Museo del Pueblo Noruego y el Museo Holmenkollbakken, aunque las entradas cuestan unos $19 (unos 18 €) cada una.

Tras un día de exploración, prepárate para gastarte casi $192 (unos 179 €) en una comida de tres platos para dos personas. A pesar de los costes, la mezcla de belleza natural y sofisticación moderna de Oslo la convierte en un popular destino turístico.

Una estancia de dos noches para dos personas en un alojamiento de 3 estrellas te costará $407 (unos 378 €) en Copenhague, un precio que muchos y muchas argumentarán que merece la pena por la oportunidad de ver los impresionantes canales y su arquitectura. Una copa de vino puede costar más de $11 (unos 10 €), pero es posible ahorrar en otros aspectos, sobre todo explorando las atracciones gratuitas de la ciudad, como la famosa estatua de la Sirenita, inspirada por la obra de Hans Christian Andersen.

Una visita a uno de los muchos pubs de Dublín cubiertos de hiedra puede tener un precio elevado: una cerveza o una copa de vino te costará unos $8 (unos 7 €) cada una, mientras que una comida de tres platos para dos personas cuesta una media de $106 (unos 99 €). Luego está el alojamiento. Según el informe de Post Office Travel Money, una estancia de dos noches para dos personas en un hotel de 3 estrellas te costará unos $540 (unos 502 €).

A pesar de los costes, Dublín tiene mucho que ofrecer, y la mezcla de encanto histórico y vitalidad contemporánea de la ciudad garantiza una visita inolvidable. Explora lugares emblemáticos como el Trinity College, pasea por los pintorescos jardines de St. Stephen’s Green, y sumérgete en la animada escena musical del distrito de Temple Bar.

Conocida por su singular arquitectura Art Nouveau, Helsinki combina a la perfección el encanto histórico con la innovación moderna. Es, además, un vibrante centro de cultura y diseño, sede de numerosos museos, galerías y teatros.

Una escapada de dos noches te costará al menos $753 (unos 700 €), pero te ofrece la posibilidad de visitar la emblemática iglesia de Temppeliaukio, excavada directamente en la roca maciza, o la impresionante catedral de Helsinki, con vistas a la Plaza del Senado. Entra en calor en una sauna finlandesa tradicional, parte integrante de la cultura local, y deléitate con la sabrosa cocina finlandesa en acogedores restaurantes a la luz de las velas, siempre que dispongas de $150 (unos 140 €) para una comida de tres platos.

Edimburgo, cuna de historia literaria, excelencia teatral y atmosféricas calles llenas del lejano zumbido de las gaitas, es la tercera ciudad más cara en la lista del Barómetro de Costes Urbanos de Post Office Travel Money, y eso sin tener en cuenta que los precios se disparan durante el Festival Fringe.

Salir a cenar fuera puede costarte más de $125 (unos 116 €) por una comida de tres platos para dos personas, mientras que para visitar atracciones patrimoniales como el Castillo de Edimburgo a menudo hay que pagar $25 (unos 23 €) o más para explorarlas.

Famosa por ser la ciudad que vio nacer al Titanic, Belfast es un popular destino turístico para explorar los secretos del famoso transatlántico. Esta importancia histórica hace que los precios se eleven, ya que una estancia de fin de semana cuesta más de $560 (unos 521 €).

A pesar de eso, sus visitantes podrán disfrutar del cálido encanto norirlandés de la comunidad local. Por suerte, los precios de la comida y la bebida siguen siendo relativamente bajos, lo que permite a los viajeros y viajeras destinar una mayor parte de su presupuesto al alojamiento.

Ámsterdam reclama el título de la ciudad europea más cara de visitar en 2024, según el informe de Post Office Travel Money. El encanto de los sinuosos canales de Ámsterdam y su emblemático paisaje urbano atraen a miles de turistas cada día. Sin embargo, explorar esta popular ciudad conlleva gastos considerables, como $25 (unos 23 €) por las entradas a museos y galerías, $31 (unos 29 €) por las excursiones en autobús y precios de alojamiento a partir de $589 (unos 548 €) por una estancia de dos noches para dos personas.

A pesar de los gastos, el encanto único de Ámsterdam, sus renombrados museos y la oportunidad de disfrutar de la cocina tradicional holandesa en acogedores cafés junto a los canales, hacen que merezca la pena visitarla.

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