Australia tiene fama de ser un crisol multicultural de cocinas. Pero, aunque muchos platos emblemáticos se han globalizado (piensa, por ejemplo, en las tostadas de aguacate, los pancakes de queso ricotta, los buñuelos de maíz dulce y los flat whites), a los australianos y australianas les gusta conservar para sí algunas especialidades apreciadas y marcas autóctonas.
He aquí algunas de las comidas, ingredientes y productos de marca que probablemente no encontrarás en ningún otro sitio.
Haz clic o desplázate por nuestra galería para descubrir algunos de los mejores y más insólitos platos australianos, desde las galletas Anzac hasta un postre blanco como la nieve...
Adaptado al español por Alba Mora Antoja y actualizado por Jessica Morris para loveFOOD.
Doradas, almibaradas y mantecosas, las galletas Anzac se hornean tradicionalmente el Día de Anzac (25 de abril), tanto por australianos/as como por neozelandeses/as, para conmemorar a los soldados Anzac que sirvieron y murieron en las guerras. Sencillas pero irresistibles, sobre todo cuando salen calientes del horno, se hacen mezclando mantequilla derretida y sirope dorado con avena, harina, levadura en polvo, azúcar y, a menudo, coco desecado. Es una cuestión de preferencias personales si te gustan las galletas Anzac masticables o crujientes, pero la mayoría de la gente estará de acuerdo en que se disfrutan mejor con una taza de té.
No hay encuentro en Australia sin una caja o dos de Arnott’s Shapes. Estas galletas saladas al horno vienen en una gran variedad de sabores, desde los clásicos como BBQ, Pizza, Cheddar y Chicken Crimpy hasta innovaciones más recientes como Chicken Parmi, una opción muy solicitada inspirada en el clásico plato de pub australiano del mismo nombre. ¿Te estás preguntando cuál es el más popular? Según la encuesta Arnott’s 2021 Shapes Flavor, Chicken Crimpy fue la galleta favorita con el 22 % de los votos, mientras que Pizza y BBQ se hicieron con el segundo y tercer puesto respectivamente.
El aperitivo por excelencia del fútbol australiano y el combustible perfecto para un viaje por carretera, este pastel australiano es adorado en todo el país. Se sirve con una cucharada de salsa de tomate por encima, y se elabora cociendo carne picada en una rica salsa, que luego se envuelve en una base de masa quebrada con una tapa de hojaldre. La historia de la tarta se remonta a la Primera Flota. Hoy en día, encontrarás bandejas forradas de tarta en todas las panaderías y gasolineras, por remotas que sean. La legendaria marca australiana de tartas Mrs Mac’s lleva vendiendo sabrosas versiones preenvasadas (de multitud de sabores) desde la década de los cincuentas.
Inventado en 1918 por Camron Thomas para la empresa Fred Walker de Melbourne, este extracto concentrado de carne de vacuno, profundamente salado y rico en umami, se suele añadir a sopas, salsas y platos cocinados a fuego lento para darles más profundidad de sabor. Sin embargo, para muchos australianos y australianas de cierta edad, el Bonox caliente (Bonox mezclado con agua hirviendo) sigue siendo una bebida nostálgica de la infancia, a la que se recurría para recuperar el ánimo en aquellos días que no se encuentren demasiado bien.
No hay helado australiano más clásico que el Bubble O’ Bill. Este helado de fresa, chocolate y caramelo con forma de vaquero, un producto básico de los bares y las tiendas de comida durante décadas, viene con una nariz de chicle sobredimensionada y un sombrero de vaquero (con agujero de una bala). La marca de helados Streets también lanzó un Bubble O’ Jill en 2020. La hermana vaquera de Bill tenía la misma nariz y sombrero, así como un delicioso pelo rubio de caramelo.
Si vas a Australia, pide una hamburguesa con todo, o una Aussie burger with the lot, como dirían allí. ¡Más vale que tengas hambre! Esta clásica hamburguesa australiana, un elemento básico del menú de pubs, cafeterías y restaurantes de todo el país, lleva una hamburguesa de ternera cubierta con remolacha, piña, un huevo frito y tiras de beicon, y a menudo también queso, lechuga, tomate y pepinillos. La remolacha le añade un delicioso toque terroso, mientras que la piña le da un toque sabroso y ácido.
La sabana australiana está llena de increíbles ingredientes autóctonos que las comunidades aborígenes e isleñas del Estrecho de Torres han consumido durante milenios, conocidos localmente como Bush Tucker. Aproximadamente en la última década, los y las chefs del país han empezado a celebrar el patrimonio culinario único de Australia presentando esta abundancia de alimentos silvestres de formas deliciosas. Ahora, puedes ver ingredientes autóctonos como la hierba salada, las semillas de wattleseed, las ciruelas de Kakadu y las limas de dedo (en la foto) en el menú de algunos de los mejores restaurantes.
La Cherry Ripe, de chocolate negro por fuera, con un dulce brebaje de cereza y coco por dentro, data de 1924, lo que la convierte en una de las chocolatinas más antiguas de Australia. La clásica golosina fue inventada por MacRobertson’s Chocolates, fundada en Melbourne en 1880, y cuya otra famosa creación fue la rana Freddo. La empresa familiar se vendió a Cadbury Australia en 1945. Recientemente, la Cherry Rripe ha resurgido en popularidad con una serie de colaboraciones entre marcas, incluido el donut Krispy Kreme Cherry Ripe de edición limitada.
¿Por qué conformarse con sal común cuando puedes espolvorear tus patatas fritas calientes con la sabrosa bomba de sabor que es la sal de pollo? Se dice que Peter Brinkworth inventó este condimento amarillo repleto de sabor (normalmente, hecho de sal, piel de pollo asada y deshidratada, pimentón, ajo y cebolla en polvo) en Adelaida en los años setenta, y que se ideó originalmente como aliño seco para los pollos asados. Hoy en día, encontrarás sal de pollo en tiendas de pescado y patatas fritas, locales de comida rápida y comida para llevar.
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Algo así como un icono de la cultura pop, el Chiko Roll fue inventado en Victoria por Frank McEnroe, que tenía un negocio de catering al aire libre. Tras ver a los espectadores devorando rollitos de primavera al estilo chino fuera del Richmond Cricket Ground, se inspiró para crear una alternativa más grande y robusta que pudiera sostenerse fácilmente con una mano. El Chiko Roll debutó en 1951, con una mezcla de verduras cortadas en dados (col, cebolla y zanahoria) dentro de un envoltorio de hojaldre, y fue un éxito instantáneo. El rollo frito sigue gustando hoy en día, y está disponible en tiendas de fish and chips y supermercados de todo el país.
Este pan de soda tradicional australiano se remonta a los tiempos en que los primeros colonos europeos, traperos y ganaderos hacían una masa rudimentaria en el monte con harina, sal y agua, que luego cocinaban en una hoguera. Hoy en día, a menudo se añade mantequilla y leche para enriquecer la mezcla. La mayoría de los australianos y australianas tendrán recuerdos de su infancia preparando este pan básico, enrollando la masa en largos palos y cocinándola en una hoguera. Por otro lado, el damper se come mejor caliente y bañado en miel, mermelada o chocolate para untar.
Relleno barato de bocadillos que se hizo popular en los años de la posguerra, esta carne de almuerzo de sabor suave y color rosáceo tiene varios nombres en todo el país. En Nueva Gales del Sur, Victoria y Tasmania suele llamarse devon, y polony en Australia Occidental. En Australia Meridional, hay una oferta similar llamada fritz o bung fritz. El nombre alude a que la mezcla de carne procesada está envuelta en apéndice de oveja, conocido como bung. La carne suele cortarse en lonchas y comerse en un bocadillo de pan blanco con salsa de tomate.
Se cree que el pan de hadas se inventó en Tasmania, y es un elemento esencial de las fiestas infantiles en Australia y Nueva Zelanda. Esta sencilla golosina azucarada consiste en rebanadas de pan blanco (nada de panes artesanos, gracias) untadas con mantequilla o margarina y espolvoreadas con perlas de azúcar. Para que la fiesta sea lo más nostálgica posible, hay que quitarle la corteza y cortar el pan en triángulos antes de colocarlo artísticamente en los platos.
De todos los dulces australianos, los Fantales se encuentran entre los más icónicos. Por desgracia para los fans de estos caramelos recubiertos de chocolate, Nestlé Australia anunció en junio de 2023 que dejaría de fabricarlos. Lanzados en 1930, estos caramelos envueltos individualmente llevaban en su envoltorio historias de estrellas de cine y músicos. La última tirada de producción de la marca, que forma parte de la gama Allen’s Lollies, fue en julio de 2023.
El Golden Gaytime, un dulce australiano popular desde finales de los años cincuenta, es una nostálgica combinación de helado de vainilla y toffee, bañado en chocolate y cubierto de una deliciosa miga de galleta. Se ha pedido a la marca Streets (parte de Unilever) que cambie el nombre del helado. Sin embargo, tras consultar a la comunidad LGBTQIA+, la empresa emitió un comunicado en el que decía que el nombre se mantendría: “El significado del nombre Gaytime no ha cambiado desde su icónico debut en 1959: es, y siempre ha sido, para que lo disfrute todo el mundo, seas quien seas o ames a quien ames”.
Si preguntas a cualquier habitante de Adelaida por una parada gastronómica imprescindible, es probable que Haigh’s Chocolates encabece su lista. Haigh’s Chocolates, la chocolatería familiar más antigua de Australia, abrió su primera tienda en 1915. Empezó a fabricar sus ahora famosas ranas de chocolate en los años treinta, y hoy produce unos cuatro millones al año. Los adorables bombones con forma de anfibio están disponibles en varios tamaños y sabores, como menta oscura y fresa con leche. Cuando llega Pascua, también hacen su aparición los igualmente adorables bilbies de chocolate (marsupiales de orejas largas).
Esta galleta de mantequilla de color rosa, cubierta con glaseado fondant, gelatina de frambuesa y coco desecado, tiene un aspecto y un sabor muy dulces. El dulce australiano por excelencia, hecha por Arnott’s Biscuits y fabricada por primera vez en 1906, la VoVo es un pilar del “té matutino” australiano. Llamó la atención mundial en 2007, cuando el recién elegido Primer Ministro Kevin Rudd mencionó que su equipo debería disfrutar de una VoVo glaseada y una taza de té fuerte en su discurso de victoria electoral.
Las Jaffas, otro dulce Allen’s de la vieja escuela, están disponibles en las tiendas de todo el país. Formadas por centros de chocolate encerrados en una crujiente cáscara con sabor a naranja, estas coloridas bolitas llevan tentando a las papilas gustativas australianas desde 1931, cuando se servían en tarros de cristal en las tiendas de barrio. Son de un rojo tan vivo que te volverán la lengua carmesí, pero no se puede lo deliciosas que están.
Bajo en grasa, rico en hierro, lleno de sabor y abundantemente disponible, el canguro es un ingrediente autóctono australiano muy apreciado por las comunidades indígenas como alimento proteínico básico. También lo cazaban y comían a menudo las familias rurales de la posguerra, y últimamente se ha hecho más popular, gracias a la tendencia a defender los ingredientes autóctonos y a abastecerse de alimentos de forma sostenible. El canguro se sirve mejor poco hecho, y a menudo se acompaña de calabaza o boniato. Su sabor a caza también combina bien con especias fuertes y frutas y arbustos autóctonos australianos.
Como muchos de los mejores inventos, se dice que el pastel más famoso de Australia, el lamington, fue el resultado de un feliz accidente. Los cubitos de bizcocho de vainilla cubiertos de chocolate fundido y coco desecado proceden de Queensland. La primera receta conocida apareció en el periódico Queensland Country Life en 1900. El bizcocho debe su nombre a Lord Lamington, gobernador del estado entre 1896 y 1901, a cuya criada se dice que se le cayó un trozo de bizcocho en chocolate derretido. Lamington le sugirió que lo rebozara en coco, para poder comérselo sin ensuciarse los dedos.
Este chocolate malteado en polvo puede añadirse a la leche caliente o fría, y fue desarrollado para Nestlé Australia por un ingeniero químico llamado Thomas Mayne en 1934. Su misión era crear una bebida barata y nutritiva para combatir la desnutrición infantil, una gran preocupación en la época de la Gran Depresión. Mayne la lanzó en el Royal Easter Show de Sydney de 1934, y se hizo famoso por beber una taza de Milo cada día hasta que murió a los 93 años. Con sus pegadizos eslóganes, la bebida fue engullida (y sorbida) por niños y niñas de Australia y Nueva Zelanda por igual. Su atractivo sigue vigente y, en 2020, se unió a la familia un Milo vegetal.
Puede que no suenen muy apetitosos, pero los bichos de la bahía de Moreton (y sus primos del sur, los bichos de Balmain) están entre los mariscos más deliciosos de Australia. Llamados así por la bahía de Queensland, cerca de Brisbane, donde se encuentran, estos crustáceos viven en fondos marinos tanto fangosos como arenosos. Al igual que las langostas, la carne más preciada está en la cola. Por eso, es mejor servirlas partidas por la mitad, asadas en sus caparazones y rociadas con mantequilla de ajo.
¿Te gustan las paletas, pero no eres fan del sabor a caramelo o la miga de galleta de Golden Gaytime? Siempre puedes confiar en un Paddle Pop para una dosis helada y azucarada. Llamados así por su forma, estos helados de la vieja escuela llevan endulzando los veranos australianos desde que el sabor original a chocolate salió a la venta por primera vez en los años cincuenta. A lo largo de los años, se han introducido muchas nuevas variedades nuevas (como fresa, banano y el arco iris supercolorido), todas defendidas por la icónica mascota de los Paddle Pop, Max el León Paddle Pop, que aparece en todos los envoltorios.
Estos hidratos de carbono fritos son lo último en comida para llevar. Se trata de rodajas de patata rebozadas y fritas hasta que están doradas y crujientes. Esta especialidad de las tiendas de fish and chips se conoce como potato scallop en Nueva Gales del Sur y Queensland, potato cake en Victoria y Tasmania, y potato fritter en Australia Meridional. Si la salpicas con sal de pollo o la mojas en salsa de tomate, tendrás un plato de primera.
Olvídate de las elegantes combinaciones de ingredientes y de las papas cortadas a mano. La mejor papa frita de paquete de Australia es Samboy Atomic Tomato. Cortadas en formacorrugada, de colores brillantes y sabores atrevidos, con este aperitivo no se juega, ya que, como su nombre indica, tiene un intenso sabor a tomate dulce y ácido, y es muy crujiente. Los sabores Pollo, Original, Sal y Vinagre y Barbacoa también son muy populares.
Ninguna galleta une tanto a la nación australiana como la Tim Tam. La Tim Tam tiene una increíble galleta crujiente, un sedoso centro de crema y un exterior de chocolate. Muchos australianos y australianas dirían que la única forma de disfrutar de esta querida delicia de chocolate es haciendo el Tim Tam Slam: morder dos esquinas de la galleta para crear una pajita comestible y usarla para chupar chocolate o café calientes (¡pero no demasiado calientes!).
Posiblemente la marca australiana más emblemática de todas, Vegemite fue inventada en Melbourne en 1922, por el Dr. Cyril P Calliste, tecnólogo de alimentos, para la empresa Fred Walker. Inspirada en la marmita, también se elabora con extracto de levadura. La marca autóctona tardó unas décadas en calar entre los y las amantes de Marmite, pero tras un breve e ineficaz cambio de nombre a Parwill, su popularidad se disparó en los años cuarenta y desde entonces Vegemite se usa para untar las tostadas a diario.
Disponibles en tres sabores principales (Queso, Pollo y Wicked Cheddar Zigzag), ninguno de estos nudosos y serpenteantes snacks de maíz es igual a otro. Desde el lanzamiento de Twisties en la década de los cincuenta, se han lanzado montones de variedades especiales de edición limitada, desde las Cheesy Chili (chili con queso) y Margherita Pizza (pizza margarita) hasta las de sabor adquirido como Cinnamon Donut (donut de canela). Los amantes de los Twisties se horrorizaron en 2016 cuando la gama Zig Zag se interrumpió de repente, de la nada. Sin embargo, tras las protestas del público, los snacks en forma de rayo se reintrodujeron de inmediato.
La Violet Crumble es la barra de chocolate más antigua de Australia. Esta barra fue lanzada en 1913 por Abel Hoadley, y bautizada así por la flor favorita de su esposa, la violeta. Aunque a menudo se compara con otras barras de chocolate similares, los australianos y australianas defienden la superioridad del Violet Crumble: el panal de miel es más denso y parecido a las nubes, y la proporción de chocolate y panal es mejor.
Un postre festivo de la vieja escuela, el White Christmas es un dulce pastel que entumece los dientes. Con fruta glaseada, coco desecado, frutos secos y arroz inflado, todo viene unido con copha (manteca vegetal) o chocolate blanco. Con la intención de imitar los colores de la nieve recién caída y las brillantes chucherías, el White Christmas es increíblemente delicioso y, muy probablemente, lo más cerca que se estará de los copos de nieve en Australia en Navidad.
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