¿Alguna vez has deseado poder viajar en el tiempo y ver los lugares históricos del mundo restaurados a su antigua gloria? Pues ahora puedes. Con la ayuda de Budget Direct, echamos un vistazo al aspecto que tendrían hoy algunos de los lugares históricos más impresionantes, y de paso conocemos su historia. Desde palacios y fortalezas romanas hasta castillos en ruinas y estatuas griegas, estas imágenes te dejarán boquiabierto.
Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.
Encaramada en lo alto de una meseta rocosa sobre la llanura de Firooz Abad, en el suroeste de Irán, esta increíble fortaleza se construyó en 209 d.C. bajo las órdenes de Ardashir I, fundador del imperio sasánida. Más un castillo que un palacio gracias a sus impresionantes fortificaciones, Qal'eh Dokhta fue la residencia real del monarca hasta que se construyó para él una casa más opulenta en las cercanías, conocida como el Palacio de Ardashir.
Aunque ahora está en ruinas, aún puedes hacerte una idea de la grandeza original de Qal'eh Dokhtar y admirar sus altos muros y su ubicación superior. La fortaleza cuenta con uno de los primeros ejemplos de chartaq iraní, un cuadrado bordeado por cuatro arcos que sostienen una cúpula que puede verse aquí. El chartaq se convirtió en una de las características principales de la arquitectura tradicional iraní. Las suntuosas habitaciones privadas se encuentran en el piso superior, característica común de las residencias acaudaladas de toda la región.
Los espectaculares restos del palacio de Cnosos, en el norte de Creta – antaño el corazón de la civilización minoica – están impregnados de misterio. Construido sobre las ruinas de un asentamiento neolítico que data del 7000 a.C., hay pruebas que demuestran que se construyó aquí un palacio por primera vez en la Edad de Bronce, hacia el 1900 a.C. El complejo fue el hogar del rey Minos, el legendario gobernante de Creta, más conocido por su famoso laberinto y la leyenda del minotauro. Fue destruido hacia el 1700 a.C., posiblemente por un terremoto, y posteriormente se reconstruyó a mayor escala. En 1375 a.C. el palacio quedó misteriosamente abandonado.
En el apogeo de la civilización, Cnosos era un próspero centro de política y comercio con la residencia real en su centro, mientras que a su alrededor se desarrollaba un asentamiento minoico mayor. Se cree que alrededor de 100,000 personas vivían aquí hacia el 1700 a.C. El palacio tenía varias plantas, con una fachada de gruesos muros y columnas pintadas de rojo, alrededor de un gran patio rectangular flanqueado por corredores y patios. Sus coloridos frescos – varios de ellos representando el deporte minoico del salto del toro – eran otra característica llamativa. En la década de 1920, su excavador original, Sir Arthur Evans, reconstruyó algunas partes de forma parcial a pesar de ser una obra controvertida.
Considerado un monumento de la arquitectura bielorrusa, el palacio de Ruzhany fue antaño el hogar de la poderosa dinastía Sapieha, una influyente familia noble del Gran Ducado de Lituania. Mandado construir en 1598 en el lugar de un castillo más antiguo, el gran palacio yace ahora en ruinas cerca de la ciudad del mismo nombre, en el oeste de Bielorrusia. Su impresionante diseño era una mezcla de fortaleza defensiva y palacio ceremonial. Ruzhany adquirió renombre en la política del país, acogiendo a varios reyes, miembros de la realeza y embajadores europeos.
Tras ser saqueada y dañada durante varios conflictos, Aleksander Sapieha reconstruyó la residencia en la década de 1770, y se convirtió en un fastuoso palacio, famoso por su amplia biblioteca, su teatro y sus magníficos jardines. El elegante complejo daba a un patio central, con arcos y columnas decoradas. Tras el conflicto de 1831 (también conocido como la Guerra Polaco-Rusa), la familia Sapheiha fue expulsada del palacio y éste se convirtió en una fábrica textil. La propiedad sufrió daños significativos durante la Primera y Segunda Guerras Mundiales, por lo que hoy solo se conservan los edificios principal y oriental, la puerta de entrada y algunas habitaciones, aunque algunas partes han sido parcialmente reconstruidas.
Este gran complejo, uno de los últimos vestigios del antiguo reino africano de Askum, que en su día fue el estado más poderoso entre el Imperio Romano de Oriente y Persia, tiene fama de ser el antiguo palacio de la reina de Saba. Enclavado en las escarpadas tierras altas del norte de Etiopía, cuenta la leyenda local que Dungur fue donde una vez reinó la rica reina bíblica. Aunque nunca se ha demostrado que el palacio fuera la residencia real de Saba, sus increíbles ruinas siguen siendo un monumento fascinante.
Construido entre los siglos III y IV como parte de Askum, la capital del antiguo imperio, sus impresionantes ruinas forman parte ahora del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Los historiadores creen que es más probable que el palacio de Dungur fuera el hogar de un noble que de la reina de Saba. La laberíntica mansión se construyó en un marcado estilo aksumita, utilizando piedra labrada, escombros, barro y vigas de madera.
Rodeado de vastos parques, los modestos restos del palacio de Clarendon, del siglo XII, están situados cerca de Salisbury, en Wiltshire (Inglaterra). El palacio comenzó siendo un pabellón de caza para los reyes normandos, antes de convertirse en un espléndido palacio de verano que alcanzó su apogeo durante los siglos XIII y XIV. Posiblemente fue en su día la mayor residencia real de Inglaterra, y numerosos monarcas la utilizaron regularmente como refugio campestre. En la actualidad, lo único que queda sobre la superficie es el muro este de su gran salón, aunque varias excavaciones han revelado el gran tamaño e importancia del palacio.
Los arqueólogos creen que la mansión medieval se amplió durante los reinados de Enrique III y el rey Juan, lo que incluyó la ampliación del Gran Salón, la cocina y las bodegas. También se añadieron los aposentos de la reina y Ricardo II instaló más tarde un salón de baile. Clarendon era evidentemente un gran complejo, perfectamente situado para disfrutar de unas vistas impresionantes de Salisbury. El palacio también contaba con una capilla y grandes establos para los caballos de caza reales. Los restos de sus lujosos suelos de baldosas rosas, doradas y grises se exponen actualmente en el Museo Británico, mientras que una cabeza tallada encontrada en los aposentos del rey se encuentra en el cercano Museo de Salisbury.
Los desmoronados restos del otrora gran palacio-fortaleza de Husuni Kubwa se extienden por la isla de Kilwa Kisiwani, con vistas al océano Índico. Situado frente a la costa del sur de Tanzania, el palacio fue construido por el sultán al-Hasan ibn Sulaiman en el siglo XIV, donde gobernó el rico e independiente sultanato islámico. La isla, estaba en el corazón de una de las grandes ciudades portuarias de la costa swahili, cuya riqueza procedía del comercio de oro y marfil.
En 1962, las ruinas de Husuni Kubwa fueron excavadas por el arqueólogo británico Neville Chittick, revelando una gran e impresionante estructura que en su día sirvió de palacio, fortaleza y almacén en el puesto comercial costero. Husuni Kubwa albergaba más de 100 habitaciones, así como un gran patio de audiencias, una piscina octogonal, una zona para cargar mercancías en los barcos y una mezquita. Algunas partes de la estructura se crearon con piedra de coral local e incluso contaba con un sofisticado sistema de fontanería interior. El palacio es una de las muchas ruinas que pueden verse en la isla.
Enclavado entre montañas cubiertas de bosques, este gran palacio se elevaba sobre la ciudad de Milot, en el norte de Haití. Sans Souci, que signifíca "palacio sin preocupaciones", se terminó de construir en 1813 para el rey Henri Christophe, uno de los principales líderes revolucionarios que consiguieron la independencia en 1804. Christophe se proclamó primer (y único) rey de Haití en 1811. Conocido como residencia del rey y cuartel general político, el palacio se construyó para simbolizar su riqueza. Lamentablemente, muchos trabajadores perecieron durante el empeño del rey por construir la impresionante residencia.
Tras un terremoto en 1842, el complejo sufrió daños irreparables y nunca se reconstruyó. Sin embargo, a partir de esta reconstrucción, queda claro por qué a Sans Souci se le conocía a menudo como el "Versalles del Caribe". La fastuosa residencia se caracterizaba por sus amplias escaleras y grandes terrazas con vistas a impresionantes jardines decorados con estanques y fuentes ornamentales. En su época de esplendor, el palacio era un lugar popular para celebrar ostentosas fiestas. Desde 1982, las ruinas forman parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, junto con la Ciudadela Laferrière, también construida por Christophe.
Descrito por el autor romano Plinio el Viejo como "El monumento más maravilloso de la magnífica cultura griega", este templo se ganó sin duda su título de maravilla antigua. Construido en el siglo VI a.C., en la costa occidental de la actual Turquía, estaba dedicado a Artemisa, la diosa griega de la caza y la naturaleza. Según Plinio, el templo medía 129 m (425 ft) de largo y 68 m (225 ft) de ancho, es decir, casi el doble que el Partenón de Atenas.
El templo causó un gran revuelo durante su vida, ya que fue atacado varias veces. Fue destruido por primera vez en el año 356 a.C. en un incendio intencionado provocado por el famoso pirómano griego Herostrato, que prendió fuego a las vigas de madera del templo en busca de fama. Tras ser reconstruido, fue destruido de nuevo en 262 d.C. durante una redada de los godos, una tribu germánica oriental. Hoy sólo quedan los cimientos y una única columna, que aún puedes explorar.
El Faro de Alejandría, es probablemente el faro más famoso de todos los tiempos. El imponente monumento estaba situado en el islote de Pharos, frente a los dos puertos de Alejandría (Este y Oeste). Con más de 110 m (360 ft) de altura, se construyó entre los años 300 y 280 a.C. y se dice que el faro tenía más de 110 m de altura y es posiblemente la segunda estructura humana más alta del mundo antiguo, después de las pirámides de Giza.
El faro, que se mantuvo en pie durante unos 1600 años, fue probablemente la segunda estructura más alta construida por el hombre en el mundo antiguo, después de las pirámides de Giza. Tres terremotos entre 956 y 1333 dañaron gravemente el faro. Después, en 1477, se construyó sobre sus ruinas la Ciudadela de Qaitbay (o Fuerte de Qaitbay). En 1994, los arqueólogos descubrieron lo que se cree que son restos del faro en el fondo marino del Puerto Este.
Probablemente la más misteriosa de todas las maravillas de la lista, se cree que los legendarios jardines antiguos estaban situados cerca del palacio real de Babilonia, justo al sur de la actual Bagdad (Irak). Se cree que los construyó el emperador Nabucodonosor durante su reinado, en algún momento entre los años 605-561 a.C., para su esposa Amytis; quien, al parecer, echaba de menos los paisajes de su tierra natal en Persia. Sin embargo, como los manuscritos de la época no mencionan los jardines, algunos creen que podrían ser sólo un mito.
Años después, algunos escritores clásicos describieron los Jardines Colgantes como construidos en piedra (un bien escaso en la zona) y con el aspecto de una montaña escalonada. Plantas y árboles exóticos colgaban de las paredes, de ahí el término "colgantes". Para mantener vivas las plantas en el desierto, lo más probable es que bombearan agua a través del edificio mediante un primitivo sistema de riego procedente de un pozo o del cercano río Éufrates.
La más antigua – y la única maravilla que sigue bien preservada en la actualidad – es la Gran Pirámide, también conocida como Pirámide de Khufu. Es una de las tres pirámides, Khufu, Khafre y Menkaure, erigidas en la orilla occidental del Nilo, cerca de Giza, en el norte de Egipto. Terminada hacia el año 2570 a.C., se construyó como tumba para el faraón egipcio de la IV dinastía Khufu, y se cree que se necesitaron unos 20,000 trabajadores, quienes tardaron 20 años en construirla.
Aproximadamente 2.3 millones de bloques de piedra caliza, cada uno de los cuales pesaba probablemente entre 2.5 y 15 toneladas, fueron cortados, transportados y elaborados para crear una estructura que pesa unos 5.7 millones de toneladas. A lo largo de los años la pirámide ha sido víctima de la erosión, reduciéndose de sus 147 m (481 ft) originales a los 138 m (451 ft) actuales. Tal como se ve aquí, antaño la gran pirámide habría estado totalmente cubierta por piedras blancas muy pulidas que formaban una superficie lisa. Algunas de estas piedras están expuestas hoy en día, incluida una en el Museo Nacional de Escocia.
Construida entre 353 y 350 a.C. para Mausolo, gobernador de Caira, esta hermosa tumba está situada en el suroeste de Asia Menor, ahora conocida como Bodrum, en Turquía. Cuidadosamente planificada por el propio Mausolo, la magnífica estructura era tan impresionante que la palabra moderna "Mausoleo" tiene su origen en el nombre del gobernador.
Según el autor romano Plinio el Viejo, el monumento se construyó con lujoso mármol blanco y dorado de Atenas y mármol rojo de Turquía, montado sobre un podio rectangular. Una impresionante edificación con 36 columnas conducía a un tejado piramidal de 24 escalones, donde había una enorme estatua de mármol de Mausolo montado en un carro disfrazado del héroe griego Hércules. Destruido por una serie de terremotos entre los siglos XI y XV d.C., las piedras que quedaron se habrían reciclado para otros edificios.
Considerada en su día como uno de los lugares emblemáticos más impresionantes de Olimpia, con sus 12 m de altura, esta impresionante estatua chapada en oro y marfil fue creada por el escultor griego Fidias hacia el año 436 a.C. Situado en el Templo de Zeus, en Grecia occidental, el monumento ejerció una enorme influencia tanto en el arte romano como en el griego, inspirando diversos medios, como la cerámica y los frescos. La obra mostraba a Zeus orgullosamente sentado en un trono de madera de cedro, adornado con marfil, ébano, oro y piedras preciosas.
La obra representaba a Zeus sentado en un trono de madera de cedro adornado con oro, marfil, ébano y piedras preciosas. En su mano izquierda Zeus llevaba un cetro con un águila posada encima, mientras que en la derecha había una estatua de Nike (la diosa griega de la victoria). El templo cautivó al mundo antiguo durante mil años y se convirtió en un punto de interés para los asistentes a los antiguos Juegos Olímpicos. Nadie sabe exactamente cómo acabó la estatua. El Templo de Zeus fue destruido en el año 426 d.C., y la estatua pudo haber desaparecido entonces. Otra teoría es que fue destruída durante un incendio cuando fue trasladada a Constantinopla (Estambul) unos 50 años después.
Esta poderosa estatua no se llamaba Coloso de Rodas por nada. La escultura de bronce de Helios, el dios griego del sol tardó 12 años en construirse, entre 294 y 282 a.C., y se erguía en el puerto de Rodas, con la impresionante altura de 32 m (105 ft). Fue creada por el artista Chares de Lyndus para celebrar el fallido asedio de Rodas por el entonces soberano de Chipre en el 305 a.C.
La estatua fue destruida por un terremoto apenas medio siglo después, hacia el 225 o 226 a.C., y se continuó deteriorando durante los siguientes 800 años. Fue fundida y vendida como chatarra durante el siglo VII, después de que las fuerzas árabes conquistaran la isla. Se necesitaron unos 900 camellos para transportar todo el metal.
Probablemente fundada en el siglo III o II a.C., Hatra fue una ciudad fortificada que alcanzó fama como capital del primer reino árabe. Gracias a su ubicación privilegiada en las rutas comerciales caravaneras del actual norte de Irak, Hatra prosperó como importante estación comercial y centro religioso. En los últimos años, la ciudad se ha visto amenazada por saqueos, invasiones y vandalismo, y fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985 y añadida a la lista en peligro durante 2015.
Gracias a sus fuertes murallas interiores y exteriores reforzadas con torres, la ciudad sobrevivió a las invasiones romanas de los años 116 y 198 d.C. Dentro de sus murallas, el mayor atractivo de Hatra son sus grandiosos templos, que presentan rasgos romanos, helenísticos y orientales. El mayor y más impresionante es el Gran Templo, una estructura abovedada con columnas que alcanzan los 30 m de altura.
Situados en la costa caribeña de Panamá, estos impresionantes fuertes fueron construidos por la Corona española para proteger las rutas comerciales transatlánticas que transportaban mercancías como plata y oro. Incluidos en la lista de la UNESCO desde 1980, los antiguos fuertes han sido aclamados por ser impresionantes ejemplos de arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII.
Las primeras fortificaciones fueron construidas en estilo medieval por el famoso ingeniero italiano Bautista Antonelli, mientras que las adiciones de finales del siglo XVIII fueron creadas en estilo neoclásico. Estos elementos posteriores, que se dice que imitan los diseños militares europeos, aún son visibles en varios de los fuertes, como Santiago, San Jerónimo y San Fernando. En 2012, los fuertes se incluyeron en la lista de peligros de la UNESCO, debido principalmente a la falta de mantenimiento y a la erosión provocada por un río cercano.
Apodada la "Venecia del Pacífico", Nan Madol es una serie de más de 100 islotes de piedra hechos por el hombre frente a la costa de Pohnpei, en Micronesia. Construidos sobre un arrecife de coral entre 1200 y 1500 d.C., los antiguos islotes están llenos de templos, palacios de piedra, tumbas, baños públicos y casas. Se cree que las ruinas simbolizan la importancia de Nan Madol como centro ceremonial durante la dinastía Saudeleur (una tribu extranjera que llegó a Pohnpei y se convirtió en gobernante de la isla). Nan Madol entró en la lista de zonas peligrosas de la UNESCO en 2018 debido a la vegetación descontrolada en sus vías fluviales, que amenaza los islotes.
El yacimiento principal mide aproximadamente una milla (1.5 km) de largo y, al igual que la famosa ciudad italiana, el yacimiento principal está bordeado por estrechos tramos de agua. La enorme escala y detalle de sus edificios en ruinas y el misterio de por qué se construyó, hacen de Nan Madol uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Micronesia. La estructura más grande e intrincada de Nan Madol, el templo real conocido como Nandauwas, se erige rodeado por dos conjuntos de muros de 7.6 m de altura.
Vinculada al cristianismo, al judaísmo y al islam, la Ciudad Vieja de Jerusalén es uno de los lugares sagrados más famosos del mundo. Con una superficie de tan sólo 0.9 km2, las impresionantes murallas de la ciudad abarcan siglos; sin embargo, lo que puedes ver hoy es del siglo XVI, después de que las murallas fueran reconstruidas por el Imperio Otomano. En los últimos años, Jerusalén se ha convertido rápidamente en una metrópolis moderna y no queda mucho de la Ciudad Vieja.
La Ciudad Vieja también es famosa por haber albergado algunos edificios religiosos realmente espectaculares. Uno de los más reconocibles era un lugar sagrado para los de fe judía, conocido como el Segundo Templo de Jerusalén. Alrededor del año 20 a.C., el rey de Judea, también conocido como Herodes el Rey, quiso ampliar el antiguo templo, cuya construcción duró unos 46 años. Lamentablemente, el edificio fue destruido en el año 70 d.C. por los romanos y ahora sólo ha sobrevivido su Muro Occidental. Personas de todo el mundo siguen visitando la Ciudad Vieja y sigue siendo un lugar crucial para el culto. Ojalá siguiera teniendo el aspecto de la foto.
Fundada cerca de un oasis natural al noreste de Damasco, en Siria, Palmira alberga las magníficas ruinas de uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo. Probablemente fundada ya en el tercer milenio a.C., Palmira se convirtió en un importante centro de comercio durante el siglo I d.C., cuando cayó bajo el control del Imperio Romano. Se cree que el impresionante arte y la arquitectura de la ciudad reflejan diversas civilizaciones y culturas a lo largo de los siglos, combinando estilos grecorromanos con influencias persas y árabes.
A pesar de que la gran mayoría de Palmira fue destruida por el conflicto en el verano de 2016, aún pueden verse varias de sus ruinas. Uno de los edificios más significativos de la ciudad es el Templo de Bel, que se cree que se construyó entre el año 32 a.C. y el siglo II d.C. Originalmente, el templo se erguía sobre un podio con varias columnas, pero hoy sólo se conserva una pequeña parte de sus muros y pórtico. Se están llevando a cabo obras de emergencia para preservar y mantener la mayor parte posible de este bello lugar antiguo.
Situada en la costa mediterránea de la actual Libia occidental, Leptis Magna es una antigua ciudad costera que data del siglo VII a.C. Con sus impresionantes monumentos públicos, su gran puerto, su mercado y sus barrios residenciales, se la consideraba una de las ciudades más bellas del Imperio Romano y fue incluida en la lista de la UNESCO en 1982.
Aún pueden verse vestigios de la antigua gloria de la ciudad en sus bellas ruinas romanas, como el gran anfiteatro (reimaginado aquí), su teatro del siglo I financiado por ricos aristócratas y el hipódromo (o circo), una pista de carreras de unos 460 m de longitud construida en el siglo II. En el corazón de Leptis Magna se encuentran los restos de su mercado, la estructura más reciente construida durante el gobierno del emperador Septimio Severo (193-211 a.C.), que nació en la ciudad y fue uno de sus mayores mecenas.
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