Algunos de los espectáculos más asombrosos de este mundo se ocultan en las profundidades del subsuelo, bajo las rocas, el mar e incluso el hielo. Muchos albergan atracciones geniales, algunos tienen una historia fascinante, mientras que otros son simplemente hipnotizantes a la vista.
Sigue leyendo para ver 29 de las cuevas y cavernas más increíbles del mundo que puedes visitar...
Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.
El Parque Nacional de Mammoth Cave, en Kentucky, es el sistema de cuevas más largo conocido del mundo. Tiene al menos 644 km de longitud (en 2021 se le añadieron 13 km más), pero hay mucho más que ni siquiera se ha explorado. Es fácil de visitar y la entrada al parque es gratuita, pero hay que pagar por las visitas a las cuevas (y es mejor reservar con antelación en verano).
Las Cuevas de Postojna son el mayor sistema de cuevas de Eslovenia, con una extensión de más de 19 km, de los cuales una cuarta parte está abierta al público. Puedes recorrer la ruta a pie, pero también hay un tren en miniatura (inaugurado en 1872) que puedes tomar para explorar unos 3.7 km (2.2 millas) cómodamente. Busca los espeluznantes proteos, casi translúcidos, también conocidos como "crías de dragón", en el acuario de la exposición.
¿Quieres dormir en un escenario de Star Wars? Entonces haz como R2D2 y dirígete al Hotel Marhala en Matmata, al sur de Túnez. Algunos habitantes de esta ciudad de habla bereber siguen viviendo en estas cuevas tradicionales "trogloditas". Y aunque son espectaculares, no esperes un alojamiento de lujo, esto es la definición misma de lo básico.
Aunque hay muchas razones para visitar Luray – cavernas enormes, un lago increíble, techos de 10 pisos de altura – la principal es escuchar el instrumento musical más grande del mundo. El Órgano Stalacpipe hace música golpeando suavemente las estalactitas. Compra tus entradas con antelación.
No es exactamente una atracción turística de primer orden, pero la Puerta al Infierno de Turkmenistán es bastante fascinante. Oficialmente llamado el cráter de Darvaza, fue provocado por una plataforma petrolífera soviética que perforó una caverna de gas natural en 1971 y ha estado ardiendo desde entonces. Haz una excursión fuera de lo común para visitarlo mientras puedas, ya que se rumora que el presidente de Turkmenistán quiere extinguir el fuego ya que el gas natural es un recurso importante para el país.
El choque de las olas durante 6,000 años contra el carbonato cálcico sólido es lo que ha creado las increíbles cuevas de mármol de Chile. Sus remolinos azules cambian de color e intensidad a lo largo del año. Tendrás que unirte a una excursión en barco para visitar estas cuevas, ya que se encuentran en medio del lago General Carrera.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo surgió la gruta de conchas de Margate. Fue descubierta en 1835 por James Lovelock y su hijo Joshua. En aquel momento estaban excavando un estanque para patos. Es posible que la gruta fuera obra de una locura victoriana de un hombre rico, pero algunos creen que fue creada por contrabandistas.
Las cuevas de hielo aparecen y desaparecen cada año en el glaciar Mendenhall de Alaska, que se está retirando, y son notoriamente difíciles de alcanzar. Puedes hacer una excursión por tierra de seis a ocho horas por un sendero peligroso y sin señalizar, o puedes cruzar el lago de hielo en kayak (sólo para remeros con experiencia en aguas heladas) y hacer una caminata más corta. El glaciar está a unos 21 km de la ciudad de Juneau.
Las vistas del restaurante Grotta Palazzese son sencillamente perfectas. Está construido en una cueva natural con vistas al Adriático y las puestas de sol son tan hermosas como te imaginas. Por desgracia, se rumora que la experiencia del restaurante no está a la altura de su entorno. Aquí no puedes tomar una copa y la comida más barata (sin vino) te costará unos $212.
Este enorme y apacible templo rupestre de montaña, lleno de estatuas de Buda, se encuentra en la provincia de Phetchaburi, en el centro de Tailandia. Sólo tiene unos 100 años y se construyó durante el reinado del rey Chulalongkorn. Cuando brilla el sol, la luz se proyecta sobre la piedra y crea un espectáculo de colores. Eso sí, ten cuidado con los juguetones y francamente molestos monos en el empinado camino hasta allí.
Esta hermosa cueva de la costa noroeste de Cerdeña fue descubierta en el siglo XVIII por un pescador local. En su interior encontrarás una playa de arena blanca de casi 1.6 km de largo. Puedes descender los 654 escalones hasta la boca de la cueva, pero es mucho más fácil llegar en barco desde el puerto de Alghero o desde Cala Dragunara en Porto Conte.
La Cueva de los Monos de Washington es especialmente interesante porque es en esencia, un tubo formado por lava. Hay dos opciones para explorarla. Recorrer la cueva superior es un trabajo duro, con algunas trepadas, y tiene 2.4 km de longitud. Si no eres un espeleólogo muy experimentado, mejor prueba visitar la cueva inferior, que es una ruta unidireccional de menos de una milla o 1.6 km de longitud. Una cosa más: no toques las paredes, están cubiertas de un fango que tiene una considerable importancia ecológica.
Las Cavernas de Carlsbad, en Nuevo México, albergan en su interior la Sala de los Gigantes. Mide 1,219 m (4,000 pies) de largo, 190 m (625 pies) de ancho y 106 m (350 pies) de alto, y es la segunda caverna más grande del mundo. Puedes explorar el sendero de la entrada natural y el sendero de la Gran Sala por tu cuenta, pero para aventurarte más lejos tienes que unirte a una excursión guiada por un guardabosques.
Capri, en la bahía de las islas italianas, es famosa por su "cueva azul", donde el sol ilumina el agua desde debajo de la entrada de la cueva y le da un penetrante color azul brillante. Es una pequeña caverna y docenas de barcas de remos de madera traen a los turistas aquí cada día cuando hace buen tiempo (a primera hora de la tarde es el mejor momento para ver el azul en su máximo esplendor).
La Cueva de Fingal es una cueva marina situada frente a la costa de la isla escocesa de Staffa. No hay ningún otro lugar en el mundo como ella: Mendelssohn se sintió impulsado a componer una obertura inspirada en ella y Sir Walter Scott la calificó de "extraordinaria". Las formaciones hexagonales son tan regulares que algunas personas suponen que se hizo a mano, pero en realidad es todo natural. Cuando hace buen tiempo, salen regularmente excursiones desde Oban, Iona y la isla de Mull.
Existe un razón por la que visitar las cuevas de Waitomo está en la lista de muchos: las luciérnagas. Son tan populares que hay que esperar durante mucho tiempo para entrar en las cuevas, pero los viajes en barco valen la pena, o si te sientes muy aventurero, puedes explorarlas haciendo rafting sobre una llanta de goma. Está prohibido hacer fotos y grabar vídeos, así que siéntate y disfruta de la luz luminiscente.
A sólo unos kilómetros de Kuala Lumpur, las cuevas de Batu son una parte importante de la historia y la cultura de Malasia. Hay cuatro cuevas para explorar, pero la Cueva del Templo es la más grande y popular. También se rumorea que en ellas hay arañas trampilla – una especie que literalmente crea trampas en el suelo utilizando tierra para cazar a sus presas – así que ten cuidado.
Los cenotes son hoyos naturales de diversos tamaños: algunos son subterráneos, pero otros están inundados de luz solar porque los techos se han derrumbado hace tiempo. El Gran Cenote está en la península mexicana de Yucatán, famoso por sus espectaculares cenotes. Aquí pagas una entrada y puedes nadar, hacer snorkel o bucear. Es muy popular, así que llega temprano para disfrutar al máximo.
El Cañón del Antílope, en la Nación Navajo, es obra de cientos de años de erosión de la arenisca. Hay dos cañones para explorar (Superior e Inferior) y sólo se puede acceder a ellos mediante una visita guiada. Ve temprano para conseguir las mejores fotos y reserva tu excursión con antelación.
Situadas en 65 acres de bosque, las Cavernas de Carnglaze son un hermoso lugar cerca del pueblo de St Neot, en Liskeard, que originalmente era una caverna de pizarra. Aquí, los ciudadanos aprovechan al máximo la acústica natural y frecuentemente hay música en vivo y shows de comedia, y lo mejor de todo es que puedes casarte aquí y dar el "Sí, quiero" a 61 metros bajo tierra.
La cueva de Phraya Nakhon, en el Parque Nacional de Khao Sam Roi Yot, es espectacular por sí misma, pero es el pequeño pabellón bañado en luz de su interior lo que la hace realmente especial. ¿Quieres visitarla? Te espera una larga caminata: un paseo en barca, 442 m de escalones desiguales y empinados, y luego un camino resbaladizo hasta la caverna. Empieza temprano; la luz de esta hermosa cueva es mejor por la mañana.
Fruto del calor geotérmico por el que es famosa Islandia, las cuevas de hielo de Vatnajökull son un espectáculo que no desentonaría en una idílica escena de la gran pantalla. Cada verano se forman nuevas cuevas de hielo azul cristalino en el mayor glaciar de Europa, y en los meses de invierno se pueden explorar con seguridad.
Quizá uno de los lugares turísticos más populares de Yucatán, Ik Kil es un cenote con la parte superior abierta, por la que entra una hermosa luz solar. Hay una escalera que baja hasta el agua para que puedas darte un chapuzón; aunque se cree que en otros tiempos este lugar se utilizaba para sacrificios humanos.
Quizá una de las cuevas menos conocidas de la lista, las Grutas de las Hadas de Saalfeld, en Alemania, es también una de las más espectaculares. El agua ha estado goteando a través de las blandas rocas durante años para crear las coloridas formaciones minerales. Esta antigua mina fue redescubierta en 1913 y abierta al público un año después.
Remouchamps, en la provincia belga de Lieja, esconde un secreto increíble. Aquí encontrarás el río subterráneo más largo del mundo. Tras un paseo de media milla (0.8 km) explorando los pasadizos y la caverna de la catedral, te espera un bote de remos para dar un tranquilo paseo por el agua. Las cuevas se utilizaron en la Segunda Guerra Mundial como refugio.
Las Cavernas del Eco Indio, en Pensilvania, no son extrañas para los visitantes, ya que son una atracción turística desde la década de 1920. Las cuevas se han utilizado probablemente como almacén y refugio, y la piedra caliza en la que están excavadas tiene unos 440 millones de años. Murciélagos, osos y mapaches también han hecho de la caverna su hogar, así que mantente alerta.
En la provincia española de Málaga, estas cuevas albergan famosas pinturas rupestres del Paleolítico (no abiertas al público), así como la estalagmita más grande del mundo. Puedes visitarlas en una visita autoguiada – a pie, en coche o en el pequeño "tren" desde Nerja – o reservar una visita exclusiva de acceso nocturno.
La cueva más grande del mundo, Son Doong, se descubrió y exploró por primera vez en el 2009. Si tienes la suerte de visitar la cueva en el remoto Parque Nacional de Phong Nha-Ke Bang, encontrarás las estalactitas más largas del mundo, perlas rupestres de piedra caliza y una selva subterránea. Puedes visitar la cueva en una expedición de cuatro días de febrero a agosto, pero las visitas deben reservarse con mucha antelación.
La apropiadamente llamada Cueva Reed Flute, cerca de Guilin, en el sur de China, se llama así por las cañas que crecen en la zona y que se utilizan para fabricar flautas. Las cavernas están iluminadas con luces arco iris de brillantes colores y, colectivamente, este lugar se conoce como el "palacio del arte natural". Aquí hay inscripciones que se remontan a la dinastía Tang (792 d.C.).
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