Aunque la fotografía hizo furor tras su invención en la década de 1830, su falta de color pronto hizo que la gente pidiera más. Los fotógrafos empezaron a colorear manualmente las fotografías en blanco y negro, pero no lograban captar la vida real en su verdadera forma y, en el peor de los casos, parecían malas pinturas. Tras varios intentos de científicos emprendedores, fueron Auguste y Louis Lumière quienes idearon la opción más práctica y económicamente viable de la época: el autocromo. Patentado en 1903, salió a la venta en 1907 y dominó el mundo de la fotografía durante los 30 años siguientes, convirtiéndose en "probablemente el proceso fotográfico más bello jamás inventado", según el Museo Nacional de Ciencias y Medios de Comunicación.
Descubre cómo era el mundo cuando se hicieron las primeras fotografías auténticas a color...
Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.
Los hermanos Lumière fotografiaban naturalezas muertas en su estudio, así como retratos de los miembros de su familia, como se ve en esta encantadora foto de Suzanne, la hija mayor de Louis Lumière, presumiblemente en casa. Las placas autocromas eran prácticas, ya que podían utilizarse en las cámaras de los fotógrafos, pero su diseño – por el que la luz pasaba a través de una placa cubierta de granos microscópicos de fécula de patata teñida y emulsión fotográfica – implicaba que los tiempos de exposición eran unas 30 veces superiores a los de las placas en blanco y negro.
Aunque era más difícil captar movimiento con el autocromo, este daba a las imágenes la calidad serena, casi onírica, que ves aquí. Disponible por primera vez en Francia, fotógrafos como Julien Gérardin lo adoptaron rápidamente, saliendo del estudio y captando la vida tal y como se desarrollaba a su alrededor, como en este tranquilo paseo en barco.
Uno de los primeros grandes nombres de la época en ser retratado en color fue el célebre escritor estadounidense Mark Twain. El fotógrafo británico-estadounidense Alvin Langdon Coburn aprendió la técnica del autocromo durante una visita a París en 1906-1907, y fotografió al autor de Las aventuras de Huckleberry Finn en su casa de Redding, Connecticut, un año después. Twain murió en 1910.
Sin embargo, no fueron sólo nombres famosos los que recibieron el tratamiento autocromo. Fotógrafos como Charles C. Zoller captaron escenas cotidianas, como este grupo de escolares junto a sus profesores bajo las magnolias en la calle Oxford de Harvard, Massachusetts. En un día soleado, la exposición duraba alrededor de un segundo, pero podía llegar hasta los 10 segundos en un día nublado. Como podemos ver, algunos de los niños no pudieron permanecer quietos tanto tiempo, de ahí el ligero desenfoque de sus rostros.
A pesar de ser pintor de profesión, Alfonse Van Besten se enamoró de la tecnología y utilizó el autocromo para fotografiar desde cuadros dramáticos hasta escenas de la vida cotidiana en su país natal, Bélgica. Estos “autobuses” fueron captados mientras esperaban en el Korenlei – el conocido "muelle del maíz"– a orillas del río Leie, en el centro histórico de Gante.
Desde 1908, el banquero francés Albert Kahn patrocinó Los Archivos del Planeta, un proyecto masivo para fotografiar culturas de todo el mundo. Estuvo en marcha hasta 1931, año en que se interrumpió después de que la fortuna de Kahn se viera gravemente afectada por el crack bursátil de 1929. Sin embargo, en ese tiempo se tomaron 72,000 fotografías en color en 50 países, incluida esta imagen, tomada por el famoso fotógrafo autocromo Auguste Léon. Muestra a un grupo posando junto a una granja tradicional en el pueblo de Oberfelden, situado a una hora al oeste de Núremberg.
Aunque fue tomada en 1913, la serie de Mervyn O'Gorman de una mujer llamada Christina se convirtió en una sensación en Internet más de 100 años después. Las fotos fueron tomadas en Dorset, Inglaterra, incluida ésta en la Cala Lulworth. Tienen una calidad serena, "casi surrealista", que atrajo a quienes las vieron en la exposición Drawn by Light, celebrada en 2015 por el Museo Nacional de Ciencias y Medios de Comunicación de Bradford, West Yorkshire, Inglaterra. El largo tiempo de exposición dio al mar una "cualidad irreal, casi como si fuera de cristal", mientras que el rojo vivo de su traje llevó al Daily Mail a apodarla "la dama original de rojo" y a El País a nombrarla la "pin-up de Flickr del siglo XX".
Esta fotografía nos transporta a otro viaje por la costa inglesa, donde se vislumbran mujeres y niños frente a un par de casas abandonadas en Cornualles, tomadas por Auguste Léon a finales del verano de 1913. Además de fotografiar los paisajes y los habitantes de Cornualles, también captó la casa de vacaciones de su mecenas Albert Kahn en Carbis Bay.
Léon captó una escena muy distinta cuando viajó a Kosovo, donde fotografió en autocromo desde vendedores de semillas hasta soldados. Fotografió a este grupo de mujeres serbias vestidas de fiesta cerca de Prizren en mayo de 1913. Como era de esperar, los dos niños sentados a los pies de las mujeres eran demasiado inquietos para permanecer quietos durante toda la exposición, lo que dio como resultado dos caritas muy borrosas.
Gracias a las excavaciones de Lord Carnarvon y Howard Carter en Tebas (la actual ciudad de Luxor), que comenzaron en 1907, Egipto se convirtió en un lugar de fascinación para el Occidente. En 1913, el químico británico de origen austriaco Friedrich Paneth y su esposa pasaron su luna de miel en Egipto, donde él tomó una serie de autocromos. Esta fotografía muestra a vendedores locales delante de una columnata, muy probablemente en las ruinas del Templo de Amón en Karnak.
El propio Albert Kahn era un fotógrafo entusiasta y capturó el hermoso Stari Most o "puente viejo" de Mostar, Bosnia-Herzegovina, en abril de 1913. Fue construido bajo el reinado de Solimán el Magnífico en 1557, pero se derrumbó en noviembre de 1993 cuando fue alcanzado por proyectiles durante la Guerra Croato-Bosnia. La guerra terminó tres meses después y el Stari Most fue reconstruido recreando la estructura original, y reabriéndose finalmente en julio de 2004. Ahora es un Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
En algún lugar de las tierras salvajes de Transbaïkalie, entre Kyakhta en Rusia y Ourga (la actual Ulán Bator) en Mongolia, el fotógrafo Stéphane Passet conoció a los jinetes de "La Poste Mongole", el servicio postal mongol. Captó un país al borde del cambio en una impresionante serie de autocromos, justo después de que declarara su independencia de China, pero antes de que se convirtiera en la República Popular Mongola en 1924.
El Espectáculo Aéreo de París se remonta a 1909, y se celebraba cada año en el Grand Palais, que se había construido originalmente para la Exposición de París de 1900. Esta imagen, tomada por Léon Gimpel, muestra globos aerostáticos expuestos en la feria hacia 1913. Aunque Gimpel utilizaba el autocromo para capturar naturalezas muertas y paisajes, no estaba satisfecho con el largo tiempo de exposición, así que, junto con su compañero fotógrafo Fernand Monpillard, modificó las placas para producir imágenes en color "instantáneas". De este modo, pudo captar la Belle Époque en todo su deslumbrante esplendor, antes de que la Primera Guerra Mundial le pusiera fin.
Formada en 1873, la Real Policía Montada del Noroeste era una fuerza paramilitar encargada de mantener la ley y el orden en los entonces nuevos Territorios del Noroeste de Canadá. Su formación fue impulsada por la Masacre de Cypress Hills, en la que una partida de cazadores de lobos y comerciantes de whisky canadienses y estadounidenses mataron a 13 hombres Nakoda tras acusarles de robar caballos. Seis años después de que se tomara esta foto de un jinete de la Real Policía Montada del Noroeste con su corcel, el cuerpo se fusionó con la Policía del Dominio para crear la Real Policía Montada de Canadá, que sigue existiendo hoy en día.
Europa se tambaleaba al borde de la guerra cuando se tomó esta imagen en el verano de 1914. El mundo estaba a punto de cambiar para siempre, pero para este hombre – quien fue fotografiado recogiendo agua a través de una larga tubería de la Fontaine Place del Potro en Córdoba, España – la vida sigue su curso normal. España permaneció neutral durante la Primera Guerra Mundial, por lo que escapó a los daños que sufrieron otras naciones europeas. De hecho, esta fuente y las casas que la rodean siguen existiendo hoy en día y tienen un aspecto casi idéntico al de entonces.
Durante el mes en que se declaró oficialmente la Primera Guerra Mundial, se tomó esta icónica imagen del Palacio del Trocadero, visto a través de la icónica Torre Eiffel. Construido originalmente para la Exposición Universal de 1878, el Palacio del Trocadero combina una inusual mezcla de estilos arquitectónicos moriscos y neobizantinos. Aunque su aspecto fue criticado, se mantuvo en pie durante 60 años antes de ser desmantelado en 1935 para dar paso al Palacio de Chaillot, que se construyó para la Exposición Universal de 1937 y sigue en pie hoy en día.
Por otra lado, la realeza estaba adoptando la nueva tecnología del color. El príncipe Alberto y la reina Victoria fueron algunos de los primeros entusiastas de la fotografía, un hobby que heredo su nieto, el rey Jorge V. Para el retrato real, el rey llevaba el uniforme de almirante de la flota, mientras que su esposa, la reina María, llevaba un vestido verde y la corona de reina consorte. La imagen se tomó en el palacio de Buckingham, Londres, y es una de las muchas tomadas ese día de la familia real, incluido su hijo mayor, Eduardo VIII, más tarde duque de Windsor.
Lejos de la guerra, Ernest Shackleton se embarcó en su condenada Expedición Imperial Transantártica al Polo Sur. Cuando se tomó esta imagen, el barco de Shackleton, el HMS Endurance, estaba atrapado en el hielo. El fotógrafo australiano de la expedición, Frank Hurley, tomó esta foto de la tripulación jugando al fútbol sobre el hielo antes de que el barco fuera aplastado por la presión. Se hundió dejando a los 28 hombres varados, quienes soportaron meses de penurias hasta que fueron rescatados en una extraordinaria historia de supervivencia. Hurley utilizó un primer proceso de policromía llamado Paget en lugar de los autocromos para capturar su calvario. La técnica Paget utilizaba dos placas para crear un negativo y fue patentada en Inglaterra en 1912. Para procesar las placas, Hurley instaló un cuarto oscuro en el barco y escribió en su diario que era "extremadamente difícil" trabajar en él, debido a la temperatura exterior de -13°C (8,6°F). Cuando el Endurance se hundió, Hurley se sumergió en el agua helada para recuperar los negativos.
En América, San Francisco acogió la Exposición Internacional de Panamá-Pacífico, para celebrar la finalización del Canal de Panamá y mostrar la impresionante recuperación de la ciudad tras el mortífero terremoto de 1906. Uno de los muchos edificios extraordinarios erigidos para el acontecimiento fue el Palacio de Horticultura, en la foto. Aunque aún sobreviven algunos de los edificios originales, como el impresionante Palacio de Bellas Artes, el Palacio de Horticultura fue desmantelado así que esta foto es de los pocos recuerdos que nos quedan.
En Europa, la Primera Guerra Mundial seguía su curso y el autocromo se había inventado justo a tiempo para retratarla con todo su impactante detalle. Hans Hildenbrand fue uno de los primeros fotógrafos en adoptar el autocromo y uno de los 19 que fueron contratados por el káiser Guillermo para documentar la guerra. Fue el único que hizo fotos a color. Trabajando junto a un pelotón alemán en Champaña de junio de 1915 a enero de 1916, capturó sobre todo escenas posadas debido al largo tiempo de exposición del autocromo.
Por primera vez, la gente podía ver soldados de todo el mundo, así como sus uniformes, a menudo coloridos. Jean-Baptiste Tournassoud utilizó el autocromo con gran efecto para capturar a estos soldados argelinos en el campamento de Spahis, en Pas-de-Calais, una zona al norte de Francia. Spahi procede originalmente de la palabra persa para designar a un soldado de caballería del Imperio Otomano, y pasó a referirse a las unidades indígenas del Ejército de África. Durante la Primera Guerra Mundial, eran conocidos por ser soldados incansables y se ganaron elogios por su valentía.
Esta extraordinaria imagen muestra un cráter de 116 m (380 pies) de diámetro por 45 m (147 pies) de profundidad. Lo dejaron soldados británicos que cavaron bajo las líneas alemanas en Flandes Occidental, donde detonaron 19 minas que contenían 21 toneladas de explosivo el 7 de junio de 1917. Murieron unos 10,000 soldados, entre ellos casi todos los de la 3ª División Real Bávara. Se dice que la explosión fue una de las mayores explosiones no nucleares de la historia y se oyó en Dublín y Londres.
Además de innumerables vidas, pueblos y ciudades enteros de la Europa continental quedaron devastados. Esta imagen muestra el pueblo de Ham, en la región francesa del Somme, en septiembre u octubre de 1917. Las fuerzas alemanas dinamitaron esta histórica fortaleza medieval, de la que hoy queda tan solo una pequeña parte. Antes de su destrucción, había servido como prisión estatal durante siglos y albergó a prisioneros como Juana de Arco en el siglo XV y Napoleón III a partir de 1840. Éste vivía en un pequeño apartamento de la prisión, a la que apodó la "Universidad de Ham", ya que se le permitía estudiar y realizar experimentos allí. Se escapó al cabo de seis años y huyó a Inglaterra.
En enero de 1918, tropas de todo el mundo luchaban en Oriente Medio durante la Primera Guerra Mundial. Frank Hurley – el mismo fotógrafo que documentó el viaje de Shackleton – tomó esta imagen de Paget de soldados australianos del Cuerpo Imperial de Camellos cerca de Rafah, Egipto. El Cuerpo estaba formado por tropas australianas, británicas, neozelandesas e indias, así como por soldados adicionales de Hong Kong y Singapur, y desempeñó un papel vital en varias campañas en el desierto durante la guerra.
Hurley también captó esta inusual fotografía. En ella se ven cuatro ambulancias camello, que estaban adscritas al Cuerpo Imperial de Camellos. Llevan un estandarte de la Cruz Roja para indicar su función como médicos. Los miembros del Cuerpo se unieron al coronel TE Lawrence (alias Lawrence de Arabia) durante la Campaña del Sinaí y Palestina, uno de los muchos roles por los que se hizo famoso.
Tras la muerte de unos 16.5 millones de soldados y civiles, la Primera Guerra Mundial llegó a su fin con el Armisticio el 11 de noviembre de 1918. Esta imagen fue tomada por el fotógrafo de guerra francés Fernand Cuville en julio de 1919, mientras las tropas aliadas recibían honores al desfilar por las calles de Londres, Inglaterra.
A medida que avanzaban los locos años veinte, los intrépidos fotógrafos seguían viajando por todo el mundo, enviando espectaculares imágenes a color que evocaban la Belle Époque. Aquí, el fotógrafo francés Jules Gervais-Courtellemont captó a los sirvientes esperando con un elefante de Estado al Maharajá de Jaipur en su palacio de la India.
Friedrich Paneth, a quien vimos por última vez de luna de miel en Egipto, tomó esta fotografía de sus hijos, Eva y Heinz, durante unas vacaciones en Suiza en agosto de 1927. Debido a sus raíces judías, Paneth huyó más tarde de su Austria natal para escapar de los nazis, y se estableció en Gran Bretaña, donde se nacionalizó en 1939. Químico condecorado y fotógrafo, tanto un mineral como un cráter lunar fueron nombrados en su honor.
El fotógrafo estadounidense Clifton R. Adams viajó a Inglaterra desde Estados Unidos en 1928 para captar la vida en Gran Bretaña. Retrató a todo el mundo, desde conductores de autobús y granjeros hasta ancianos veteranos de la Segunda Guerra Mundial y niños que disfrutaban de un día en la playa. Murió a los 34 años, sólo seis años después de hacer esta foto.