La belleza es, por supuesto, subjetiva, pero estas asombrosas maravillas arquitectónicas son innegablemente algunas de las estructuras más espectaculares del mundo. Desde opulentos palacios a castillos de cuento de hadas, estos increíbles edificios atraen comprensiblemente a miles de turistas cada año.
Sigue leyendo para descubrir la mejor forma de ver los edificios más espectaculares del mundo...
Traducido al español por María J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.
A menudo apodado el único hotel de siete estrellas del mundo, el Burj Al Arab es una de las estructuras más emblemáticas de Dubai. Se asemeja a la vela de un barco ondulante y se alza orgulloso junto a la costa. Se ve mejor desde la playa de Jumeirah al atardecer, cuando el cielo se tiñe de tonos rosa y naranja.
Su interior, sin embargo, es algo totalmente distinto: con colores brillantes y estampados chocantes por todas partes, muchos visitantes lo han descrito como feo en comparación a su aclamado exterior.
Diseñado por el famoso arquitecto francés Frank Gehry, el Guggenheim en Bilbao es toda una obra de arte. La estructura, similar a una escultura, tiene curvas revestidas de titanio, diseñadas para captar la luz de distintas formas a medida que avanza el día. Este imponente edificio ha sido continuamente aclamado como uno de los mejores edificios de nuestro tiempo.
Su interior es igualmente curvilíneo y gira en torno a un gran atrio lleno de luz, con preciosas vistas del estuario y la campiña circundante. Visítalo en verano para disfrutar de la mejor luz interior, y admira el hermoso exterior del edificio cuando el sol esté bajo en el cielo.
Dedicado a su difunta esposa, el Taj Mahal de Shah Jahan es hermoso no sólo por su fascinante fachada de mármol. Su historia de amor es una agridulce tragedia: Mumtaz Mahal (la "Joya del Palacio") murió al dar a luz a su decimocuarto hijo, por lo que el emperador juró no volver a casarse y prometió que le construiría el mejor mausoleo jamás visto.
Su construcción duró unos 20 años, con la ayuda de unos 20,000 hombres y mujeres que trabajaron para completarlo en 1648.
Esta grandiosa estructura abovedada, revestida por completo de mármol blanco marfil, no deja de impresionar, incluso en los periodos de mayor afluencia. Es espectacularmente bello al amanecer, cuando el edificio se torna rosa pálido bajo la luz del sol y los turistas aún no acaparan el paisaje.
El Hotel St Pancras Renaissance de Londres es uno de los edificios más grandiosos de la capital. Esta enorme construcción de ladrillo rojo y estilo gótico se construyó a mediados del siglo XIX con el nombre de Grand Midland Hotel.
El hotel original cerró en 1935, pero hoy es el St Pancras Renaissance de cinco estrellas, así que no sólo puedes disfrutar de su espectacular exterior desde el otro lado de Euston Road, sino también deleitarte con el lujo de sus interiores en una suite o en el bar y restaurante, Booking Office 1869.
A sólo una hora de Lisboa se encuentra uno de los palacios más pintorescos de Portugal. Este precioso complejo situado en lo alto de una colina fue construido en el siglo XIX por el rey Fernando II como palacio de verano para la familia real. Utiliza una mezcla ecléctica de estilos arquitectónicos, desde el neogótico al neoislámico.
Obtén las mejores vistas desde el cercano Castillo de los Moros o desde la cima de la colina de Sintra antes de explorar su opulento interior.
Neuschwanstein, probablemente el castillo más famoso del mundo, parece sacado de un cuento de hadas. Este palacio románico del siglo XIX está situado en una empinada colina del suroeste de Baviera (Alemania).
En su interior, abundan los detalles opulentos en sus numerosas salas y salones de música: algunos están tallados en madera y otros pintados con coloridos murales. La mejor vista de su exterior es desde el Puente de la Reina María, en Marienbrucke, y si quieres evitar las multitudes del interior, haz la última visita del día, cuando la mayoría de los visitantes ya se hayan marchado.
No es el edificio más alto de Nueva York, ni el más famoso, pero el edificio Flatiron de Manhattan es una de las estructuras más llamativas de la ciudad. Este bloque de oficinas triangular de 22 plantas parece casi bidimensional cuando se mira desde un lado.
Construido en 1902 a un ritmo asombroso de un piso por semana, al principio fue despreciado por los medios de comunicación neoyorquinos y considerado la última monstruosidad de la construcción de la ciudad. Hoy es uno de los monumentos más fotografiados de la Gran Manzana. Contempla la ilusión óptica en todo su esplendor desde la Flatiron Plaza, en la calle 23 Este.
Tailandia está salpicada de templos increíbles, pero ninguno es tan impresionante como Wat Rong Khun. Este templo totalmente blanco es una reconstrucción moderna de un templo más antiguo que quedó en ruinas. Inusualmente, es de propiedad privada y es más una obra de arte que un lugar religioso. El templo está actualmente siendo renovado poco a poco, y no se espera que las obras finalicen antes del 2070.
Lleno de oscuro simbolismo, al entrar en el templo un mar de manos blancas que representan el deseo humano se elevan desde el suelo, y sus paredes interiores están decoradas con murales de motivación política que representan demonios e ídolos occidentales como Michael Jackson, Terminator y Superman. Visítalo temprano para evadir las inevitables multitudes.
Aún en construcción, la obra más célebre de Gaudí atrae cada año a millones de visitantes para contemplar su grandeza inacabada. La parte más impresionante del elaborado edificio es su dramática fachada del Nacimiento, que fue creada bajo la supervisión personal del propio Gaudí y cuenta con miles de intrincadas tallas que representan y están relacionadas con el nacimiento de Cristo.
El interior es igualmente alucinante, ya que la arquitectura tradicional de las catedrales pasa a un segundo plano y las curvas naturales inspiradas en la naturaleza conforman su estructura. Se espera que el edificio esté terminado en 2026 – el centenario de la muerte de Gaudí – pero es muy posible que en realidad no esté terminado hasta 2040.
La vista desde la avenida de Gaudí es magnífica, pero no hay nada mejor que pararse bajo la imponente iglesia y admirar de cerca sus intrincados detalles.
El segundo edificio más alto de Islandia, la iglesia de Hallgrímskirkja, se eleva sobre la capital de este espectacular país. Tardó 41 años en construirse y su diseño se inspira en las formas poligonales naturales creadas por la lava espesa cuando se enfría.
Su estética que parece sacada de una serie de ciencia ficción continúa en el interior, que es de un inquietante pero hermoso blanco minimalista. Contempla su aspecto más etéreo al amanecer o al atardecer, y no te pierdas las vistas desde la torre del reloj.
Uno de los monasterios más precariamente situados del mundo, Paro Taktsang (más conocido como el Nido del Tigre), se alza sobre un acantilado en el valle superior de Paro, en Bután.
La elegante estructura está construida alrededor de una cueva en la pared del acantilado que, según se dice, fue utilizada por el gurú Padmasambhava para meditar en el siglo VIII. Cuenta la leyenda que este voló hasta la cueva sobre el lomo de una tigresa de Khenpajong.
Hoy en día sólo se puede acceder al monasterio a pie subiendo unas empinadas escaleras, aunque puedes subir en poni a la cafetería que queda en el camino, que además tiene las mejores vistas del complejo y del valle.
La historia del Duomo, un monumento imperdible en el centro de Milán, abarca más de seis siglos de culto. Aunque la construcción de la catedral comenzó en 1386, en la cima de la popularidad del diseño gótico, no se completó hasta mediados del siglo XX. A lo largo de las décadas, una sucesión de los más grandes arquitectos, ingenieros y artistas ayudaron a completar la magnífica estructura. Incluso Leonardo Da Vinci hizo algunos dibujos para una sugerida torre transversal abovedada, aunque nunca pasaron a la fase de construcción.
Si tu objetivo al visitar el Duomo es evitar las multitudes, lo mejor es ir muy temprano, por la mañana y entre semana, cuando la catedral está más tranquila. Sin embargo, también hay razones para detenerse al atardecer y contemplar las emblemáticas agujas con el hermoso atardecer italiano como telón de fondo.
Posiblemente uno de los monumentos más famosos del mundo, el Palacio de Versalles, Patrimonio de la Humanidad, se asocia habitualmente con la opulencia y el lujo, y por ello atrae a cientos de miles de visitantes cada año. Hay mucho que explorar en Versalles, desde el Salón de los Espejos a los Jardines Musicales, pasando por la finca del Trianón, por lo que deberás planificar tu viaje con cuidado para asegurarte de que tienes tiempo para experimentar realmente todo lo que la antigua casa de Luis XIV tiene que ofrecer.
Por supuesto, como cualquier gran atracción turística, Versalles está casi siempre abarrotada de visitantes. En cuanto a la época del año, habrá menos gente si visitas el palacio en primavera u otoño, en lugar de en verano, que es la temporada alta del turismo en Francia. Si quieres evitar los grandes y ruidosos grupos de turistas, intenta ir al palacio hacia el final del día, cuando la mayoría de los visitantes ya se hayan marchado.