Canaliza el niño que llevas dentro y quédate en esa casa en el árbol con la que siempre soñaste. Estos hoteles son ideales para adentrarte en las copas de los árboles y estar en comunión con las maravillas del bosque mientras duermes plácidamente. Vivir en y entre la naturaleza nunca ha sido tan cómodo: con camas con dosel hechas de ramas y cocinas totalmente equipadas en pequeños anexos con forma de madriguera, las opciones para unas vacaciones en una casa del árbol son innumerables.

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Traducido al español por María J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.

Entre los robles centenarios del oeste de Dorset encontrarás The Woodsman's Treehouse. Fue creada por Guy Mallinson (que ha aparecido en el programa Mastercrafts de la BBC) y su atención al detalle y la calidad del trabajo artesanal impregnan cada aspecto de este lujoso sitio de glamping.

Con pieles de reno sobre las camas para mantenerte caliente, una bañera de hidromasaje y una sauna en el porche, además de una chimenea giratoria, estarás muy a gusto en invierno. O puedes probar la ducha al aire libre con agua caliente todo el año.

Con siete casas en los árboles, el Treehotel de Suecia es quizás el Shangri-La de las casas en los árboles. Elige entre la Cabaña, el Cubo de Espejos, la Libélula, el Cono Azul, el OVNI, el Nido de Pájaro o la Séptima Habitación (en la foto). 

Por encima de las copas de los árboles, estarás perfectamente situado para contemplar el sol de medianoche en verano, y en invierno, si tienes suerte, podrás ver la aurora boreal danzando sobre ti.

Puedes pasar los días explorando el interminable bosque de pinos a pie o en un trineo tirado por huskies, y hay un sauna para que después de explorar puedas relajar tus músculos y calentarte. Las comidas se hacen en el cercano Britta's, un auténtico albergue al estilo de los años 50, donde podrás degustar cocina nórdica rústica.

Construida entre las ramas de un roble de 250 años, Treetops Treehouse cautivará la imaginación de adultos y niños por igual con su laberinto de habitaciones interconectadas y sus vistas al bosque de Haywood y al río Taw.

Hay una sala de estar, una cocina totalmente equipada y un cuarto de baño con una lujosa bañera de cobre. La propia casa del árbol está situada dentro de los terrenos del Hotel Fox and Hounds, por lo que también podrás utilizar todas las comodidades que ofrece el hotel.

En Salagnac, los propietarios Christelle y Sébastien han creado seis cabañas ecológicas en los bosques caducifolios de Correze. En el salón hay una pared de cristal diseñada para crear una inmersión perfecta en el dosel del bosque. En el exterior, puedes caminar entre los árboles y seguir el arroyo hasta un antiguo molino de agua.

Los interiores han sido diseñados por la hija de la pareja siguiendo principios minimalistas. Incluso hay una pequeña cocina, aunque también puedes encargar cestas de comida para llevar y realizar un picnic en tu paseo por el bosque.

A una corta distancia del frenético bullicio del centro de Florencia, encontrarás un tranquilo oasis de calma en el jardín de la Casa Barthel. La casa del árbol fue diseñada por la arquitecta, experta en arte y coleccionista de antigüedades Elena Barthel, que estará encantada de enseñarte la antigua villa de piedra de la familia y el terreno circundante.

Si decides quedarte en esta encantadora propiedad también tendrás acceso a una pista de tenis, una pequeña piscina y un horno de pizza de leña. Además, estarás en el corazón de la región vinícola, así que sería una grosería no probar un poco de la especialidad local.

Se dice a menudo que Frenchman's Cove, en Jamaica, es una de las cinco mejores playas del mundo, así que ¿qué mejor forma de verla que desde las copas de los árboles que la dominan en Geejam? Puedes pasear entre los aguacateros de las seis hectáreas de prístino bosque tropical, y sentarte bajo la copa de un árbol de higos de más de 100 años de edad.

La estadía incluye el acceso a la playa privada del complejo, donde puedes nadar, practicar snorkel, paddleboard o kayak. También hay un spa curativo, piscina y gimnasio. Si eso no es suficiente para llenar tu tiempo, puedes incluso grabar tu propio disco, ya que hay un estudio de grabación totalmente equipado en las instalaciones.

A tan sólo media hora de Seattle, Treehouse Point es un sueño para los amantes de las casas en los árboles. Se ofrecen nueve casas en árboles diferentes e incluso puedes reservar una visita guiada al lugar si no puedes quedarte.

Hay abundantes opciones de senderismo en la zona, y con nombres de senderos como "Rattlesnake Falls" y "Big Creek Falls" seguro que vivirás una aventura. Para quienes prefieran quedarse en el lugar, se ofrecen clases diarias de yoga, Tai Chi e hipnoterapia.

Enclavada en el límite del Parque Nacional de Peneda-Geres, uno de los parajes más espectaculares de Portugal, Lima Escape es un lugar privilegiado para los amantes de la vida salvaje. Aquí podrás ver búhos reales, abejeros europeos y tarabillas norteñas entre las cerca de 140 especies de aves registradas en el lugar. Si tienes suerte, puede que incluso te cruces con una cabra montés o una marta de los pinos susurrando en el bosque.

Llamado así por el río cercano, el Lima serpentea por el lugar y puedes seguirlo hasta innumerables rutas de senderismo por los picos de granito del parque nacional.

Situado en los terrenos de un castillo del siglo XV, Lez-Eaux es un camping familiar con todas las diversiones habituales para los niños. Hay una piscina climatizada con toboganes, castillos hinchables y campos de fútbol y voleibol. 

Las casas en el árbol, sin embargo, también pueden proporcionar mucho entretenimiento. Se accede a ellas por unas desvencijadas escaleras de caracol y el desayuno de la mañana se recoge mediante un sistema de poleas de cuerda. Cada casa en el árbol está construida alrededor de un tronco central de roble y dispone de una cama doble y otra individual.

Más que una casa en un árbol, Mill Farm es un palacio en un árbol. La última adición a la oferta de glamping de Mill Farm es una espectacular casa de cinco dormitorios en la que no se han escatimado en gastos.

También es una granja ecológica en pleno funcionamiento, con vacas, ocas criadas en libertad y un simpático burro. Desde tu porche, podrás contemplar la naturaleza salvaje del campo e incluso avistar hermosas aves tales como un cernícalo revoloteando o un martín pescador lanzándose hacia el arroyo más cercano.

Este terreno de 600 acres de selva tropical costarricense fue salvado de un futuro de explotación maderera por sus propietarios, Erica y Mateo. La pareja se enamoró del lugar y creó la Finca Bellavista, donde ahora los humanos pueden cohabitar con las criaturas de la selva y aprender sobre ellas. Es una comunidad viva y en crecimiento donde puedes quedarte un tiempo para participar en la vida cotidiana, o simplemente visitarla para hacer una pequeña excursión y disfrutar de unas vacaciones en la selva.

Puedes recorrer el lugar caminando por las rutas de senderismo e incluso hacer rafting por los ríos, pero sin duda la forma más emocionante de ver la selva es en la tirolesa.

El plan nunca fue construir un hotel, sino más bien cumplir una fantasía y crear un paraíso en una isla de la selva. Chole Mjini Lodge es perfecto, con vistas a las tranquilas aguas azul claro de la bahía de Chole y a la isla de Mafia.

Cada casa del árbol se construyó a mano con herramientas tradicionales y materiales procedentes únicamente de los habitantes de la isla. Tu estancia también beneficiará directamente a los residentes, ya que una parte de la tasa por cama se destina a la comunidad local Harambee, que distribuye fondos para las necesidades locales.

Balancearse suavemente en las copas de los árboles de la selva tropical a 3 m (10 pies) de altura sobre las instalaciones más cercanas puede no sonar como un lugar ideal para una noche de sueño reparador. Pero los huéspedes de Free Spirit Spheres, en la isla de Vancouver, suelen volver a casa como glampers felices tras una o dos noches de sueño increíblemente profundo, estableciendo vínculos con la naturaleza mientras descansan en sus pequeñas cabañas.

Cada cabaña está totalmente equipada con electricidad, luz y calefacción, y estarás a gusto en ella aunque fuera haga -20ºC. Sin embargo, no están equipadas con baños, por lo que tendrás que bajar las escaleras del columpio de cuerda en mitad de la noche si es lo que necesitas.

Situado en 16 hectáreas de bosque privado en el límite del Parque Nacional de Pench, en el centro de la India, Pench Tree Lodge contiene una serie de casas que se balancean sobre pilotes entre los árboles Mahua.

Aquí puedes explorar el Mowgli que llevas dentro, ya que es donde Rudyard Kipling se inspiró por primera vez para El Libro de la Selva. Aunque tal vez debas dejarte aconsejar por los guías locales: es mucho más seguro avistar los jabalíes, civetas, gatos de la selva, chacales y ciervos moteados desde la seguridad de tu porche.

Keemala es un paraíso tropical en la isla de Phuket, donde podrás contemplar el mar desde tu piscina junto a los árboles. El lujo no acaba ahí: puedes sumergirte en el spa o emprender una de las muchas terapias curativas que allí se ofrecen. 

Las opciones gastronómicas son también un festín para los sentidos, y las frutas y verduras cultivadas y obtenidas localmente son utilizadas para crear deliciosos platos con técnicas tailandesas.

Con vistas a la costa virgen de la Isla Sur, Hapuku Lodge es el lugar perfecto para sumergirte en este hermoso paisaje. Kaikoura, famosa por sus excursiones de avistamiento de ballenas, está a una corta distancia de la costa, y puede que incluso veas delfines o focas desde tu mirador en el horizonte.

Se ha utilizado madera de manuka local en los interiores de estas casas boutique, y los cuartos de baño disponen de bañeras de hidromasaje con magníficas vistas de las copas de los árboles.

Posadas entre las frondosas copas de los árboles sobre el burbujeante río Mossman, en el precioso bosque tropical Daintree de Queensland, las cabañas del Silky Oaks Lodge han sido descritas como el "Rolls-Royce de las cabañas en los árboles". Todas las habitaciones son increíblemente sofisticadas y el servicio es de primera categoría.

Decoradas con mobiliario contemporáneo y con maderas locales, estas lujosas moradas invitan a los huéspedes a sumergirse en el teatro natural de su exuberante entorno, ya sea balanceándote en una hamaca o dándote un baño en la terraza privada al aire libre que cuenta con una espectacular bañera y ducha.