Si fueras turista en la Antigüedad, habría algunos grandes monumentos en tu lista de lugares que visitar: las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Desde el Faro de Alejandría hasta los Jardines Colgantes de Babilonia, estas proezas de la ingeniería fueron construidas por griegos y egipcios hace miles de años. Sólo una de las siete – la Gran Pirámide de Guiza – permanece intacta. Así que aquí, con la ayuda de Budget Direct y NeoMam Studios, hemos reimaginado el aspecto que tendrían estos increíbles lugares si fueran atracciones turísticas en la actualidad.
Traducido al español por María J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.
Descrito por el autor romano Plinio el Viejo como "El monumento más maravilloso de la magnífica cultura griega", este templo se ganó sin duda su título de maravilla antigua. Construido en el siglo VI a.C., en la costa occidental de la actual Turquía, estaba dedicado a Artemisa, la diosa griega de la caza y la naturaleza. Según Plinio, el templo medía 129 m (425 ft) de largo y 68 m (225 ft) de ancho, es decir, casi el doble que el Partenón de Atenas.
El templo causó un gran revuelo durante su vida, ya que fue atacado varias veces. Fue destruido por primera vez en el año 356 a.C. en un incendio intencional provocado por el famoso pirómano griego Herostrato, que prendió fuego a las vigas de madera del templo en busca de fama. Tras ser reconstruido, fue destruido de nuevo en 262 d.C. durante una redada de los godos, una tribu germánica oriental. Hoy sólo quedan los cimientos y una única columna, que aún puedes explorar.
El Faro de Alejandría, es probablemente el faro más famoso de todos los tiempos. El imponente monumento estaba situado en el islote de Pharos, frente a los dos puertos de Alejandría (Este y Oeste). Con más de 110 m (360 ft) de altura, se construyó entre los años 300 y 280 a.C.
El faro, que se mantuvo en pie durante unos 1600 años, fue probablemente la segunda estructura más alta construida por el hombre en el mundo antiguo, después de las pirámides de Guiza. Tres terremotos entre 956 y 1333 dañaron gravemente el faro. Después, en 1477, se construyó sobre sus ruinas la Ciudadela de Qaitbay (o Fuerte de Qaitbay). En 1994, los arqueólogos descubrieron lo que se cree que son restos del faro en el fondo marino del Puerto Este.
Esta gran tumba se construyó entre 353 y 350 a.C. para Mausolo, gobernador de la ciudad de Caira, en el suroeste de Asia Menor, ahora conocida como Bodrum (Turquía). La estructura, planeada por el propio Mausolo, era tan impresionante que su nombre se convirtió en el origen de la palabra moderna Mausoleo.
Según el autor romano Plinio el Viejo, el monumento se construyó con lujoso mármol blanco y dorado de Atenas y mármol rojo de Turquía, montado sobre un podio rectangular. Una impresionante edificación con 36 columnas conducía a un tejado piramidal de 24 escalones, donde había una enorme estatua de mármol de Mausolo montado en un carro disfrazado del héroe griego Hércules. Destruido por una serie de terremotos entre los siglos XI y XV d.C., las piedras que quedaron se habrían reciclado para otros edificios.
El escultor griego Fidias creó esta estatua de 12 m (39 ft) chapada en oro y marfil hacia el año 436 a.C. y la colocó en el Templo de Zeus en Olimpia, al oeste de Grecia. La estatua, tuvo una enorme influencia en el arte grecorromano, inspirándolo todo, desde la cerámica hasta las monedas.
La obra representaba a Zeus sentado en un trono de madera de cedro adornado con oro, marfil, ébano y piedras preciosas. En su mano izquierda Zeus llevaba un cetro con un águila posada encima, mientras que en la derecha había una estatua de Nike (la diosa griega de la victoria). El templo cautivó al mundo antiguo durante mil años y se convirtió en un punto de interés para los asistentes a los antiguos Juegos Olímpicos. Nadie sabe exactamente cómo acabó la estatua. El Templo de Zeus fue destruido en el año 426 d.C., y la estatua pudo haber desaparecido entonces. Otra teoría es que fue destruída durante un incendio cuando fue trasladada a Constantinopla (Estambul) unos 50 años después.
La más antigua – y la única maravilla que sigue bien preservada en la actualidad – es la Gran Pirámide, también conocida como Pirámide de Khufu. Es una de las tres pirámides, Khufu, Khafre y Menkaure, erigidas en la orilla occidental del Nilo, cerca de Guiza, en el norte de Egipto. Terminada hacia el año 2570 a.C., se construyó como tumba para el faraón egipcio de la IV dinastía Khufu, y se cree que se necesitaron unos 20,000 trabajadores, quienes tardaron 20 años en construirla.
Aproximadamente 2.3 millones de bloques de piedra caliza, cada uno de los cuales pesaba probablemente entre 2.5 y 15 toneladas, fueron cortados, transportados y elaborados para crear una estructura que pesa unos 5.7 millones de toneladas. A lo largo de los años la pirámide ha sido víctima de la erosión, reduciéndose de sus 147 m (481 ft) originales a los 138 m (451 ft) actuales. Tal como se ve aquí, antaño la gran pirámide habría estado totalmente cubierta por piedras blancas muy pulidas que formaban una superficie lisa. Algunas de estas piedras de revestimiento están expuestas hoy en día, incluida una en el Museo Nacional de Escocia.
Probablemente la más misteriosa de todas las maravillas de la lista, se cree que los legendarios jardines antiguos estaban situados cerca del palacio real de Babilonia, justo al sur de la actual Bagdad (Irak). Se cree que los construyó el emperador Nabucodonosor durante su reinado, en algún momento entre los años 605-561 a.C., para su esposa Amytis; quien, al parecer, echaba de menos los paisajes de su tierra natal en Persia. Sin embargo, como los manuscritos de la época no mencionan los jardines, algunos creen que podrían ser sólo un mito.
Años después, algunos escritores clásicos describieron los Jardines Colgantes como construidos en piedra (un bien escaso en la zona) y con el aspecto de una montaña escalonada. Plantas y árboles exóticos colgaban de las paredes, de ahí el término "colgantes". Para mantener vivas las plantas en el desierto, lo más probable es que bombearan agua a través del edificio mediante un primitivo sistema de riego procedente de un pozo o del cercano río Éufrates.
Esta poderosa estatua no se llamaba Coloso de Rodas por nada. La escultura de bronce de Helios, el dios griego del sol tardó 12 años en construirse, entre 294 y 282 a.C., y se erguía en el puerto de Rodas, con la impresionante altura de 32 m (105 ft). Fue creada por el artista Chares de Lyndus para celebrar el fallido asedio de Rodas por el entonces soberano de Chipre en el 305 a.C.
La estatua fue destruida por un terremoto apenas medio siglo después, hacia el 225 o 226 a.C., y se continuó deteriorando durante los siguientes 800 años. Fue fundida y vendida como chatarra durante el siglo VII, después de que las fuerzas árabes conquistaran la isla. Se necesitaron unos 900 camellos para transportar todo el metal.