Algunos animales se han convertido en sinónimo de miedo, como los tiburones, los tigres y las serpientes. Por otro lado, están aquellas criaturas que son tiernas y adorables, pero esconden un secreto mortal: si te acercas demasiado, se acabó el juego. Se trata de animales equipados con mandíbulas que trituran huesos, veneno mortal o escurridizas pero efectivas tácticas para atrapar a sus presas. Desde ranas muy venenosas hasta insectos que pueden volverse terroríficos cuando se les molesta o amenaza, éstos son algunos de los animales más mortíferos y peligrosos del mundo.
Traducido al español por Maria J. Arabia, Editora de Sindicación en Español para loveEXPLORING.
El búfalo del Cabo tiene un aspecto bastante intimidante, puede llegar a pesar hasta unos 835 kg y sus enormes cuernos se curvan a ambos lados de su cabeza. Sin embargo, en realidad son herbívoros pacíficos que se alimentan de hierba – a menos de que se les moleste. Esta imponente criatura es una de las cuatro especies de búfalo africano, y se encuentra generalmente en el África subsahariana. Los cazadores lo apodan la "Muerte Negra", pues se sabe que pueden llegar a embestir de forma implacable, a velocidades de hasta 60 km/h, sobre todo cuando se trata de proteger a una cría. Se calcula que matan hasta 200 personas al año.
Esta pequeña rana de color sol parece inofensiva, pero, la regla general es que los colores vivos suelen ser señal de peligro, y en este caso, esto es cierto. Esta rana es en realidad el más mortífero de todos los anfibios. De hecho, se cree que la rana venenosa dorada está entre los animales vivos más venenosos del mundo. La rana dorada se encuentra en la selva colombiana y no mide más de 5 cm de largo, pero contiene suficiente veneno para matar a 10 personas. Los indígenas emberá han utilizado durante mucho tiempo sus toxinas para envenenar dardos de caza, por lo que esta especie se conoce como rana de dardo venenosa.
La mayoría de las cerca de 50 especies de medusas de caja también conocidas como cubozoas son relativamente inofensivas, pero algunas de estas criaturas brillantes e hipnóticamente bellas son trampas mortales flotantes en las que cada tentáculo contiene un arsenal de dardos venenosos. Las pocas variedades letales se encuentran principalmente en la región Indo pacífica y en el norte de Australia: la medusa australiana es la más mortífera de todas las criaturas marinas. Aquellos (incluidos los humanos) que tengan la mala suerte de ser alcanzados pueden sufrir parálisis, paro cardiaco e incluso la muerte en cuestión de minutos.
Los hipopótamos son realmente hambrientos, comen unos 36 kg de hierba al día y pueden llegar a pesar hasta 4,000 kg. A pesar de su aspecto simpático y casi cómico, los hipopótamos son algunos de los animales más territoriales del planeta. Aunque pasan la mayor parte del día revolcándose en el agua en el este y sur del África subsahariana, pueden igualar a los humanos en velocidad en tierra y si se sienten amenazados, se lanzan a la persecución. Se calcula que entre 500 y 3,000 personas mueren cada año a manos de hipopótamos.
Lo más probable es que las anguilas morenas solo les causen daño a los humanos una vez muertas: estas se comen en algunas partes del mundo y su carne puede resultar tóxica e incluso mortal si no se prepara adecuadamente. Pero también son terroríficas cuando están vivas, con dos pares de mandíbulas y dientes afilados como cuchillas que pueden infligir graves daños. Se encuentran principalmente al acecho en los arrecifes de los mares tropicales y subtropicales, y atrapan a sus presas (normalmente peces) con sus mandíbulas primarias, y luego las enganchan con su segundo juego de dientes, tirando de ellas directo hacia la garganta.
La víbora gariba no es la más venenosa de las serpientes – ese honor le corresponde a la serpiente taipan, originaria de Australia central – pero es una de las más agresivas y mortíferas para el ser humano. Se encuentra en la India, Pakistán, Sri Lanka y partes de África y Oriente Medio, suele vivir cerca de zonas habitadas y ataca a menudo con una velocidad aterradora. Se calcula que matan a unas 5,000 personas al año, el mayor número de víctimas mortales de todas las serpientes.
El pez globo se encuentra en los mares tropicales de todo el mundo y ha sido clasificado como el segundo vertebrado más venenoso después de la rana venenosa dorada. Cuando se ven amenazados por un depredador, se inflan ingiriendo rápidamente grandes cantidades de agua o aire, lo que se cree es un mecanismo desarrollado para compensar su lenta velocidad natatoria. Si se capturan, la mayoría de los peces globo liberan suficiente tetrodotoxina – un veneno mortal hasta 1,200 veces más venenoso que el cianuro – para matar a 30 personas, y aún no existe un antídoto. Sin embargo, la mayoría de las muertes humanas se producen al comerlo, ya que su carne es tóxica si no se prepara adecuadamente.
Este arácnido es tan terrorífico como lo sugieren su nombre y su aspecto. Existen unas 40 especies de escorpiones capaces de matar a seres humanos, y el escorpión amarillo, que se encuentra en los desiertos del norte de África y Oriente Medio, es el más mortífero de todos. Estas criaturas, que tienen ocho patas y dos cuerpos, como las arañas, se alimentan de pequeños invertebrados a los que paralizan con pequeñas descargas de veneno utilizando su aguijón.
Entre más sepas de la mamba negra, más entenderás porque la gente le tiene pánico a estos animales. Este reptil, que habita en las sabanas y colinas del este y el sur de África, es la serpiente venenosa más larga del continente y puede alcanzar los 4.3 m de longitud. Y lo que es más aterrador, la mamba negra se encuentra entre las serpientes más rápidas del mundo – pueden moverse a velocidades de hasta 20 km/h. Llamadas así por su boca oscura y abierta, estas serpientes son reservadas por naturaleza, pero atacan cuando se sienten amenazadas, y las mordeduras suelen ser mortales en 20 minutos.
La cobra real, la serpiente venenosa más larga del mundo con sus 5.5 m de largo, es la protagonista de muchas pesadillas, un verdadero reptil mortífero. De hecho, es una de las serpientes más venenosas y también tiene algunos rasgos especialmente aterradores, como su capacidad para elevarse de modo que sus ojos brillantes queden a la altura de los de un ser humano. Se encuentran sobre todo en las selvas tropicales y llanuras de la India, y también están dotadas de una intimidante "capucha" acampanada y un silbido particularmente fuerte. Un escupitajo de su veneno basta para matar a un elefante o a 20 personas.
A los elefantes se les considera gigantes mansos y, cuando se les deja en paz y se les observa desde una distancia respetuosa, lo son. Pero no se dejan intimidar, y reaccionan si ellos o sus crías se ven amenazados. La invasión de su hábitat y los conflictos con los agricultores se han convertido en un problema, y el WWF estima que más de 100 personas mueren cada año a manos de elefantes en la India. Al ser los mamíferos terrestres más grandes – los elefantes africanos son la especie de mayor tamaño, con un peso de hasta 7,000 kg – el peligro proviene principalmente de su poderoso tamaño.
Muchos pulpos lanzan chorros de tinta para disuadir las posibles amenazas, pero esta simpática criatura marina, que tiene aproximadamente el tamaño de un lápiz, emite algo un poco menos comestible: veneno, el suficiente para matar a unas 26 personas en cuestión de minutos. Llamado así por los anillos azules que brillan y se intensifican en su cuerpo cuando se siente amenazado, este diminuto pulpo es originario del océano Pacífico y acecha en las grietas de los arrecifes. Las muertes son raras, y no se ha registrado ninguna desde la década de 1960, pero por si acaso, no importa lo bonitos que parezcan sus anillos azules, recuerda: "mira pero no toques".
La araña de embudo macho es la más venenosa del mundo, con una picadura capaz de matar a un humano adulto en media hora. Los desafortunados, las pueden encontrar en el este y el sur de Australia y Tasmania, normalmente al acecho en rincones y a veces incluso en zapatos. Tienden a construir sus telarañas en forma de embudo, lo que les ha dado su nombre. Cada año muerden hasta 40 personas, pero sólo se han registrado 13 muertes, y ninguna desde que se descubrió un antiveneno en 1981.
El pez más venenoso del mundo (que sepamos) es también, aterradoramente, un experto en camuflaje. Se encuentran desde el Mar Rojo hasta la Gran Barrera de Coral australiana, acechan en el lecho marino y se mimetizan casi por completo con los arrecifes y las rocas. Desde esas profundidades ocultas tienden emboscadas a sus presas y, aunque no cazan humanos, su veneno puede resultar mortal para quienes tengan la mala suerte de pisar una. El veneno, inyectado desde las espinas de la aleta dorsal, puede matar en una hora si no se administra un antiveneno.
Los leones duermen hasta 20 horas al día, lo que les permite conservar su energía para cazar o ahuyentar a posibles enemigos. Casi todos los leones salvajes viven en el África subsahariana, con una pequeña población en el oeste de la India. Aunque los humanos no son su presa natural, se calcula que los leones son responsables de unas 200 muertes humanas al año, aunque la cifra varía mucho (según las estadísticas, 22 personas murieron a manos de leones en 2018). Se cree que la mayoría de los ataques son obra de machos enfermos que buscan una presa fácil, y no tan rápida: los leones pueden sobrepasarnos fácilmente, alcanzando velocidades de hasta 80 km/h.
Los cocodrilos matan a unas 1,000 personas al año y los cocodrilos del Nilo – que se encuentran sobre todo en Egipto – son los más mortíferos, unas 200 personas caen víctimas de sus mandíbulas de aspecto prehistórico cada año. Aunque no cazan humanos, no dudaran en hacerlo si uno esta cerca; simplemente, para un cocodrilo que merodea por el río, casi cualquier animal es comida, desde un pez hasta una cebra. Y pocos animales tienen posibilidades de ganar la batalla contra este depredador. Estos reptiles pesan hasta 748 kg y son capaces de morder con una fuerza de 1,678 kg por pulgada cuadrada, casi tan fuerte como las mandíbulas de un T-Rex.
Los ataques de caimanes a seres humanos son relativamente raros: según las estadísticas de Florida, entre 1948 y 2019 se produjeron tan solo 413 mordeduras no provocadas, 25 de ellas mortales. Se encuentran sobre todo en Florida y otros estados de EE.UU., como Luisiana y Misisipi, y suelen ser menos agresivos – y más selectivos con lo que comen – que los cocodrilos. No obstante, sus fuertes mandíbulas pueden causar graves daños a los humanos, sobre todo a medida que nuestro hábitat invade más el suyo.
No es sorprendente que los grandes tiburones blancos sean temidos casi universalmente. Son los peces depredadores más grandes del mundo, miden hasta 6 m de largo y pueden llegar a pesar unos 2,267 kg. También pueden atravesar el agua, en forma de torpedo, a una velocidad de hasta 24 km/h. Ah, y tienen hasta 30 dientes afilados como cuchillas que utilizan para atrapar a sus presas. Pero no son tan asesinos como podría sugerir Tiburón: tan sólo 10 personas murieron por mordeduras de tiburón en 2020.
Estos bonitos moluscos de concha de mármol están equipados con un diente en forma de aguja que inyecta veneno a su presa. Los caracoles cono lanzan este veneno, paralizando a su víctima. Algunos, utilizan esta brutal técnica para alimentarse de gusanos, mientras que otros lo hacen de peces, y son estos últimos – sobre todo el caracol cono geográfico – los que son lo bastante potentes como para matar a seres humanos. Se encuentran en el Caribe, Hawái, Florida e Indonesia, y también se les conoce como caracoles cigarrillo, porque se dice que su veneno actúa tan rápidamente que sólo se tiene tiempo para encender un cigarrillo antes de morir.
Estos fuertes y majestuosos felinos han sido un tanto vilificados en la cultura popular, pero en realidad son menos mortíferos para el ser humano que, por ejemplo, los elefantes o los hipopótamos. La inmensa mayoría de los 3,900 tigres que quedan en libertad, la mayoría en la India, evitan completamente a los humanos. Pero, de vez en cuando, se producen ataques, sobre todo en zonas donde los humanos viven cerca del hábitat de los tigres. Se calcula que entre 40 y 50 personas mueren cada año a manos de tigres.
Los tejones de la miel han adquirido una mala reputación – en gran medida, bien merecida – por ser uno de los animales más rudos. También conocidos como rateles y presentes en el África subsahariana, Arabia Saudita, Irán y Asia occidental, a los tejones de la miel les encanta alimentarse de miel y larvas de abeja, pero desde luego no temen enfrentarse a animales mucho mayores. Sus dientes y garras afiladas como cuchillas, junto con su musculatura y su tenacidad, hacen de estas criaturas un oponente formidable.
Se estima que tan solo en los Estados Unidos, unas 30 personas mueren cada año por picaduras de hormigas. Entre todos los tipos de hormigas, las hormigas de fuego, también conocidas como hormigas coloradas, son las más mortíferas. Estas hormigas de color rojo parduzco son especialmente temibles porque suelen ser muy agresivas y más propensas a atacar persistentemente a las personas que otras especies de hormigas. Sus picaduras son graves, provocan ronchas rojas dolorosas que pican y, en casos graves, pueden incluso causar un shock anafiláctico potencialmente mortal.
Los avispones son básicamente avispas enormes, al menos en apariencia, lo que los hace bastante terroríficos. La mayoría de las especies evitan a las personas y no son agresivas, a excepción del avispón gigante asiático. Estos avispones pueden llegar a ser tan grandes como el pulgar de un humano promedio, protegen ferozmente a sus colonias y, si se ven amenazadas, infligen una picadura que se ha comparado con una aguja al rojo vivo, y es un dolor que dura días. Un avispón tiene veneno suficiente para matar a 10 ratones, mientras que las picaduras múltiples pueden matar a cualquier humano independientemente de las alergias. En Japón, cada año se atribuyen entre 30 y 50 muertes a estos insectos.
Los dragones de Komodo, endémicos de las islas menores de la Sonda, en Indonesia, pueden llegar a alcanzar los 3 m de longitud y pesar unos 150 kg; y son unos temibles depredadores. Tras emboscar a su presa, le infligen una mordedura que libera un potente veneno, que no sólo provoca que la presa entre en shock, sino que además impide la coagulación, por lo que las víctimas mueren desangradas. Acechan a sus víctimas sin descanso, esperando a que el veneno haga efecto. Cinco personas han muerto a manos de estos reptiles desde 1974, según el Parque Nacional de Komodo.
Los loris de la Sonda o loris lentos pueden estar entre las criaturas de aspecto más tierno, pero en realidad pueden ser mortales. Estos raros mamíferos, que tienen la coloración y el movimiento serpenteante de una cobra, viven en las selvas tropicales del sur y el sudeste de Asia y son los únicos primates venenosos. Cuando se ven amenazados, lamen unas glándulas que segregan toxinas, mezclando el veneno con su saliva para una mordedura que puede causar un shock anafiláctico e incluso la muerte en humanos. Los loris lentos están actualmente en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat natural y al comercio ilegal de medicinas y mascotas tristemente los cazadores suelen cortarles los dientes.